Las claves: la posible burbuja que camufla la debilidad de la Bolsa
Guindos avisa de la concentración de valor en Wall Street
El interminable rally de la Bolsa estadounidense sigue desconcertando a propios y extraños, y aunque los analistas ven ya muy improbable un aterrizaje brusco de la economía del país, y de los mercados en general, de vez en cuando sale alguna voz que avisa del riesgo de que se esté formando una burbuja. Suele venir del supervisor europeo, el BCE, escaldado de la crisis de la zona euro, y quizá también de su propio retraso en detectar la última crisis inflacionaria. Luis de Guindos, vicepresidente del banco, señala en particular que el interés por la inteligencia artificial podría ser mayor del debido, y que el auge de Wall Street está concentrado en muy pocos valores. Nvidia es la mayor beneficiada de la fiebre del oro, para la que fabrica picos y palas. Aunque no es inmune a un cambio de tornas tecnológico, más sensibles parecen las otras magníficas, entregadas a una carrera inversora que puede salirles poco rentable, si no hay negocio para todas. La IA sigue utilizándose, pero no está claro aún si el valor está en los algoritmos o más bien en los datos que los alimentan. Aunque tanto unos como otros necesitan hardware para sustentarse.
El choque de intereses de los obreros alemanes y los agricultores galos
El problema de los aranceles es que son de ida y vuelta. La UE quiere eliminarlos con Mercosur, para poder exportar más fácilmente productos como automóviles, lo cual beneficiaría, en particular, a Alemania. Pero, a cambio, también habría que eliminar las tasas a las importaciones de carne, lo cual perjudica, en particular, a Francia. Los agricultores galos, que no suelen procrastinar las protestas, están otra vez en armas contra la medida. El presidente Macron y el Gobierno están de acuerdo, pero en 1999 cedieron el poder negociador a Bruselas. Los granjeros franceses tendrían, más bien, que intentar convencer a los obreros germanos.
El fin de Muface podría estar más cerca de lo que parece
En plena negociación del convenio de Muface y el resto de las mutualidades sanitarias de los funcionarios, el Ministerio de Sanidad publicó ayer un informe en el que estima que el servicio público puede absorber a los usuarios del concertado sin mayores problemas. Su principal argumento es que las aseguradoras privadas tienden a enviar a la pública a los pacientes más graves y caros, algo que las empresas insisten en negar. Sanidad señala, además, que las comunidades recibirían la parte correspondiente del dinero que ahora se dedica a las mutuas.
Quizá sea solo una táctica negociadora por parte del Gobierno, para que las aseguradoras rebajen sus pretensiones, pero es lo que más sentido tiene a largo plazo. Puede que sea el momento.
La frase del día
“Sería un grave error que los grandes partidos de la Eurocámara sigan aplazando por caprichos políticos la evaluación de los vicepresidentes de la nueva Comisión Europea. No aprobar a Raffaele Fitto [Hermanos de Italia] supone bloquear a Teresa Ribera”
Antonio Tajani, viceprimer ministro italiano y ministro de Exteriores
Los experimentos, mejor con gaseosa o con redes sociales que con coches autónomos
Que Elon Musk critique las ayudas públicas al coche eléctrico, mientras Tesla las aprovecha, se ha considerado una contradicción, pero la realidad es que eliminarlas perjudica más a sus rivales, a las que les cuesta más competir en precio con la primera empresa del sector. La victoria de Donald Trump, al que algunos consideran la mano derecha de Musk, y no al revés, está dando alas al valor en Bolsa, por la posibilidad de que se acaben los subsidios, y de que la Casa Blanca flexibilice la regulación sobre vehículos autónomos. Si bien en X, propiedad de Musk, el ruido y el caos pueden ser hasta divertidos, si uno no se toma la red demasiado en serio, con el tráfico rodado no valen los experimentos. Los coches sin conductor son muy prometedores, pero siguen generando más dudas que certidumbres.