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Claves
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las claves: el extiburón Macron lleva la prima de riesgo a la periferia, y China saca la impresora

A los inversores no les hace gracia que Francia deje tanto que desear en cuanto a disciplina presupuestaria

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante el encuentro internacional por la paz celebrado en París esta semana.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante el encuentro internacional por la paz celebrado en París esta semana.THIBAULT CAMUS / POOL (EFE)
CINCO DÍAS

La convergencia europea era esto: que la prima de riesgo de los países de la periferia (como España en terminología anglosajona) y la de uno tan principal como Francia (aunque no deja de ser en parte mediterráneo) coincidan. Es lo que sucedió ayer con el bono galo a 10 años, en pleno bloqueo político en el país vecino. La estrategia seguida por los miembros de la UE durante la pandemia fue bastante similar: cerrarlo todo, e inundar la economía de ayudas públicas, que ya pagarían las sucesivas generaciones. También se aborda con parecida laxitud la creciente factura de las pensiones y de la sanidad, por ejemplo. La elevada deuda de los países occidentales (EE UU incluido: ayer Moody’s daba otro aviso al respecto) se trata como si fuera algo anecdótico, porque nadie se plantea que los países ricos quiebren. Pero esa riqueza con pies de barro está sostenida, en buena medida, por el control político y militar que Washington y sus aliados ejercen sobre buena parte del mundo. A los inversores, en todo caso, no les hace gracia que un país gobernado por un ex tiburón financiero como Emmanuel Macron deje tanto que desear en cuanto a disciplina presupuestaria.

Escrivá es de los que celebran todos los goles, también los que marca a sus exequipos

Hay futbolistas que, cuando cambian de club, no celebran los goles que marcan contra sus ex. José Luis Escrivá no parece de esos. Con la camiseta del Banco de España, el equipo del que quería ser desde pequeño, mostró ayer su admiración por su predecesor, Pablo Hernández de Cos, con el que discrepó a menudo cuando era ministro: lo que pasa en el campo, se queda en el campo. Y creará un grupo de trabajo para evaluar cómo mejorar la independencia de la entidad. Aunque su designación pudo parecer un intento de convertir el banco en un filial del Gobierno, él sabe que, una vez en el cargo, su autonomía es total.

China saca la impresora para relanzar su ‘lánguida’ economía

Ante la preocupación de que su economía no llegue al objetivo de crecimiento anual planteado hace meses –del 5%, nada más y nada menos– Pekín ha decidido salir con todo a por el partido, empezando por activar la impresora. Según anunciaron ayer, el Banco Popular de China proporcionará al menos 800.000 millones de yuanes (más de 100.000 millones de euros) de liquidez. El Ejecutivo del gigante asiático también lanzará un paquete de estímulos inmobiliarios, para rebajar el coste de los casi cinco billones de euros en hipotecas que acumulan sus ciudadanos (más del triple del PIB de España), y remontar así un ladrillo que ha sido su gran dolor de cabeza en los últimos meses. Todo ello bañado con una rebaja de tipos de interés. Casi nada.

La frase

Mis empresas buscan activamente formas de invertir y apoyar a Argentina
Elon Musk, CEO de Tesla y Space X

El peligroso hábito de no tener tiempo para pedalear al trabajo

Un estudio de la Universidad de Glasgow concluye, tras estudiar las rutinas de más de 80.000 personas durante 18 años, que aquellos que se desplazan andando o en bicicleta al trabajo tienen un menor riesgo de mortalidad y hospitalización, o de sufrir enfermedades cardiovasculares o cáncer, que los que van en transporte público o en sus propios coches. Que hacer ejercicio es bueno para la salud, vamos. Lo que también es ideal es poder vivir a una distancia andable –o ciclable– del trabajo. O tener la capacidad de conciliar la vida privada con la laboral para no tener que estar haciendo de chófer para los niños. También es especialmente bueno para la salud no tener que esperar 10 minutos para subirse a un vagón abarrotado. Y, por supuesto, es magnífico tener tiempo (y dinero).

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