Disney muestra ansiedad en varios frentes
La desaceleración económica amenaza con hacer tambalear aún más el negocio del gigante
La principal responsabilidad del jefe de Disney, Bob Iger, es mantener el círculo virtuoso girando. El bucle de personajes populares, taquillazos, programas de TV de éxito, parques temáticos y mercadería es lo que impulsa al grupo. Pero el reino está perdiendo parte de su magia sinérgica.
La tumultuosa transición al streaming ha dificultado las cosas. No está sola: Warner Bros Discovery o Paramount también han sufrido al intentar competir con Netflix. Pero, como pusieron de relieve Nelson Peltz y su insistente fondo Trian Partners a principios de año durante su infructuoso asedio, Iger se ha quedado muy corto en muchos aspectos. Desde que terminó la batalla, a principios de abril, la acción ha caído más de un 25%.
Al menos, Iger puede presumir de nuevos éxitos. Los servicios de streaming Disney+, Hulu y ESPN+ obtuvieron por fin beneficios en el segundo trimestre, tras gastar miles de millones en atraer clientes y desarrollar los programas necesarios para ello. Además, tras algunos decepcionantes fracasos en el cine, las respectivas secuelas de Marvel y Pixar Deadpool y Lobezno y Del revés 2 se han convertido en éxitos de taquilla este verano.
Estos virajes vienen bien. El desplome de Disney en Hollywood fue grave, con unas ventas en taquilla en 2022 y 2023 de menos de la mitad de la norma prepandémica de la firma, según los analistas de MoffettNathanson. Si el impulso del streaming es sostenible, Iger podría incluso estar en condiciones de justificar la cara y distrayente lucha contra Peltz.
Pero las cosas no son tan sencillas. El crecimiento del número de abonados está prácticamente estancado. Disney sigue subiendo los precios y tiene intención de volver a hacerlo en octubre. Sin embargo, en EE UU, los ingresos por cliente de streaming cayeron en el trimestre abril-junio, a medida que los usuarios optaban por paquetes más baratos.
Una mayor tacañería de los viajeros perjudicó a su vez a los parques temáticos, los cruceros y los artículos de mercadería, que ahora aportan más de la mitad del beneficio operativo. El crecimiento de los ingresos del segmento empresarial se ralentizó inesperadamente hasta el 2%, el beneficio de explotación cayó un 3% y Disney advirtió de que la atonía de EE UU podría durar unos cuantos trimestres. Pese al esfuerzo de Iger, la desaceleración económica amenaza con hacer tambalear aún más el negocio del gigante.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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