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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Los disturbios del Reino Unido amenazan a Starmer

El ‘premier’ debe emplear su amplio capital político en prisiones más grandes y una justicia más rápida

Manifestación antirracista en Walthamstow, en el este de Londres, el 7 de agosto.
Manifestación antirracista en Walthamstow, en el este de Londres, el 7 de agosto.ANDY RAIN (EFE)

El nuevo primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, se enfrenta a un momento chalecos amarillos. Estas protestas en Francia contra el impuesto sobre el combustible caracterizaron los primeros días de la presidencia de Emmanuel Macron en 2018. Su incapacidad para controlar la situación le costó cara. Para evitar una repetición, Starmer necesita emplear su amplio capital político en prisiones más grandes y una justicia más rápida.

La violencia comenzó el 30 de julio en la localidad costera de Southport, cerca de Liverpool, la séptima ciudad del Reino Unido por población. Una turba se congregó después de que rumores en internet identificaran erróneamente al sospechoso de un apuñalamiento mortal de niños en una clase de baile como un inmigrante ilegal. En los días siguientes, los líderes de la extrema derecha animaron a sus seguidores a salir a la calle y atacar centros de inmigración y bufetes de abogados. Pero, este martes día 7 por la noche, la situación parecía más calmada gracias a la presencia de miles de manifestantes a favor de la inmigración.

Esto dará tiempo a Starmer para encontrar una solución a más largo plazo para las prisiones y la policía. El sistema penitenciario británico se encuentra ya en una situación límite. Incluso antes de los disturbios, el Gobierno tuvo que poner en libertad anticipada a miles de reclusos para aliviar el hacinamiento. Para restablecer el orden y hacer frente a nuevos brotes de violencia, la ministra de Economía, Rachel Reeves, tendrá que invertir en nuevas prisiones, en la policía y en la Fiscalía General del Estado para financiar una justicia más rápida.

Pero para ello se necesitan ideas radicales y bolsillos llenos. El Consejo Nacional de Jefes de Policía calcula que el cuerpo necesita 3.200 millones de libras (3.700 millones de euros) adicionales para que más agentes puedan volver a las calles y restituir un servicio estable. La construcción de nuevas prisiones también será costosa. Según las actuales normas fiscales del país, Reeves solo dispone de 9.000 millones de libras (10.500 millones de euros) de gasto adicional de aquí a 2028. Como se ha comprometido a no cambiar las reglas fiscales, tendrá que subir los impuestos o pedir más préstamos.

Pero no acabar con la violencia podría manchar el mandato de Starmer. La popularidad de Macron nunca se recuperó de su incapacidad para acabar con los chalecos amarillos. Sigue teniendo menos del 30% de aprobación, según las encuestas de Politico.

Starmer cuenta con un considerable capital político tras la aplastante victoria de su Partido Laborista en las elecciones del 4 de julio. Y, por ahora, las empresas parecen tranquilas. Representantes de grandes multinacionales han declarado a Breakingviews que siguen pensando que el Reino Unido es una apuesta más segura que países como Alemania y Francia, donde los partidos de extrema derecha con políticas más radicales en torno a la inmigración suponen una mayor amenaza para la estabilidad económica. Para Starmer, invertir en protección antidisturbios merece la pena.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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