La compra de Moto GP se enfrenta a una rápida parada antimonopolio
La entrada de medios digitales como DAZN aumenta la competencia por los derechos de televisión
El salto de Liberty Media sobre el campeonato de dos ruedas más conocido del mundo puede ser una vuelta rápida. El propietario de la Fórmula 1 anunció el día 1 que había acordado comprar Dorna Sports, la española matriz de Moto GP, por 4.200 millones de euros, deuda incluida. La unión de los derechos audiovisuales de dos grandes series de carreras puede plantear problemas antimonopolio en Europa. Sin embargo, la rápida evolución del mercado digital juega a favor del magnate de los medios de comunicación John Malone.
La última adquisición de Liberty Media no ha sido barata. Pero busca replicar el éxito de la Fórmula 1, cuyos ingresos casi se han duplicado, hasta los 3.200 millones de dólares (3.000 millones de euros) desde que el grupo estadounidense tomó el control total, en 2017. La implicación digital, incluida una asociación con Netflix para crear la serie Fórmula 1: La emoción de un Grand Prix, aumentó rápidamente la popularidad de este deporte y podría ser el preludio de una fórmula similar para Moto GP.
Se espera que la operación se complete a finales de este año, a la espera del visto bueno de los organismos reguladores de la Comision Europea. Dorna, propiedad en un 40% de la empresa británica de inversión privada Bridgepoint, también promueve el Campeonato del Mundo de Superbikes y el circuito de carreras totalmente eléctrico MotoE, así como las categorías Moto2 y Moto3.
La adquisición trae a la memoria un caso de 2006 relacionado con CVC Capital Partners, anterior propietario de Dorna. La empresa quería comprar la Fórmula 1 y quedarse con Moto GP. A Bruselas le preocupaba entonces que la empresa de capital riesgo obtuviera demasiado “poder de negociación”en los acuerdos sobre derechos de televisión en los países donde eran más populares los deportes de carreras, sobre todo en España e Italia. Estos temores llevaron a los responsables antimonopolio de la UE a dictaminar que CVC debía vender la empresa española para adquirir la F1.
Una desinversión borraría la lógica del acuerdo con Liberty Media. Malone, sin embargo, podría superar las preocupaciones de la UE dada la evolución del panorama de los derechos de los medios de comunicación. “Hoy en día, hay muchos más actores que pueden competir por estos derechos”, dice Ben Van Rompuy, profesor adjunto del Instituto Europa de la Facultad de Derecho de la Universidad de Leiden (Países Bajos).
La llegada de plataformas digitales como DAZN, el servicio de streaming que ha firmado un acuerdo de cinco años para los derechos de Moto GP en España hasta 2027, ha cambiado el mercado. Radiodifusores veteranos como Sky Italia se enfrentan ahora a la posibilidad de pujar junto a los servicios de streaming por Moto GP en futuros ciclos de derechos, como se hizo evidente con las temporadas 2020 y 2021, en las que Sky Italia y DAZN compartieron las transmisiones.
Los expertos en Derecho coinciden en que, en el peor de los casos, se puede pedir a Liberty Media que haga pequeñas concesiones, como no hacer a medida la duración de los contratos de derechos de los dos circuitos automovilísticos para que no haya solapamientos en el proceso de subasta.
Al igual que la casi perfecta temporada de carreras de 2023 del tricampeón del mundo de F1 Max Verstappen, el riesgo de un posible fallo del motor antimonopolio parece mínimo. La evolución del mercado desde 2006 debería de dar a Malone y a su equipo de mecánicos la oportunidad de hacer de este acuerdo una rápida parada en boxes.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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