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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El exceso de capacidad china ha venido para quedarse

Las energías limpias fueron el mayor motor de crecimiento del país en 2023

Beijing
La secretaria del Tesoro de EE UU, Janet Yellen, el día 7 en Pekín.Florence Lo (REUTERS)

Las fábricas chinas seguirán funcionando, diga lo que diga Janet Yellen. El lunes, la secretaria del Tesoro de EE UU fue la última en advertir a Pekín de que no perjudique a las empresas occidentales inundando los mercados con exportaciones baratas. Pero ese exceso de capacidad industrial parece haber llegado para quedarse.

A principios de siglo, recordó Yellen, las políticas de Pekín condujeron a “un acero chino por debajo del coste que inundó el mercado y diezmó la industria de EE UU y mundial”. A Washington o Bruselas les preocupa el exceso de inversión china en coches eléctricos, paneles solares o baterías de iones de litio.

Pekín, que se ha comprometido a frenar el exceso de capacidad, afirma que las quejas occidentales son erróneas. Pero la preocupación parece justificada en algunos sectores. Los fabricantes chinos de paneles solares controlan más del 80% del mercado, muy por encima del 36% de cuota del país en la demanda mundial, según un estudio de 2021 de la AIE. Y los fabricantes de baterías dominantes en China, encabezados por CATL, produjeron 747 GWh de energía en 2023, casi el doble de los 387 GWh realmente instalados en productos comprados en la China continental, según el South China Morning Post, que cita datos del sector.

Hay indicios de que es generalizado. A principios de 2023, las tasas de utilización agregadas, que miden la capacidad global no utilizada de las fábricas, habían caído por debajo del 75% por primera vez desde 2016, señala Rhodium. El descenso se produjo no solo en sectores vinculados al inmobiliario, sino también en la industria alimentaria, la textil, la química o la farmacéutica. Los niveles absolutos de inventario también han crecido.

Ello se debe en gran medida al impulso industrial de Pekín para apuntalar el crecimiento en plena atonía del consumo y una prolongada crisis inmobiliaria. Los préstamos a la industria de los cuatro grandes bancos estatales subieron un 25% en 2023, hasta 1,2 billones de dólares, y se destinaron a sectores estratégicos como tecnología y energías limpias. Está dando sus frutos: este último sector fue el mayor motor de crecimiento del país en 2023, con una aportación récord de 1,6 billones de dólares a la economía, según Carbon Brief, lo que supone el 40% de la expansión del PIB. Pekín intentará repetir ese éxito este año para alcanzar de nuevo su objetivo de crecimiento del 5%.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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