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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Elon Musk apuesta fuerte por Tesla, no por los coches

Tras renunciar a hacer un vehículo barato, puede usar su acervo de datos para desarrollar la autoconducción

Elon Musk
Elon Musk, CEO de Tesla.Gonzalo Fuentes (REUTERS)

¿Qué es Tesla? Por ahora, el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, aunque quizá no por mucho tiempo. Sus esperanzas de mantener la corona han descansado en un modelo de 25.000 dólares prometido hace tiempo. Si el proyecto se desecha, como informó Reuters el viernes, a Elon Musk le queda una ventaja: utilizar su acervo de datos para desarrollar tecnología de conducción autónoma. Sería muy arriesgado y también muy Musk. [El CEO anunció el domingo que lanzará su robotaxi el 8 de agosto.]

Tesla está en un aprieto. Las visiones de crecer un 50% anual hasta vender el doble de coches que Toyota parecen truncadas. Las entregas de coches están cayendo. Rivales chinos como BYD y Xiaomi están lanzando opciones baratas y atractivas, reduciendo la cuota de Tesla en China a menos del 7%. Su cuota en EE UU cayó por debajo del 50% por primera vez en 2023. La rentabilidad se reduce.

Durante mucho tiempo se ha criticado la falta de opciones asequibles para las masas. Se supone que el “Model 2″, como algunos llaman a su proyecto de coche barato, solucionará este problema, ampliará el mercado y reactivará el crecimiento. Pero siempre ha sido una propuesta endeble. Incluso si los planes de reducción de costes salieran a la perfección, el beneficio bruto apenas cubriría los gastos operativos.

Sus rivales chinos ya van por delante. La recién llegada Xiaomi ha presentado un coche de menos de 30.000 dólares, y los de BYD llegan a costar 10.000. En EE UU, los coches que cuestan entre 30.000 y 35.000 dólares son, con diferencia, los más populares, según los analistas de Wells Fargo. Tras los recientes descuentos, Tesla ya está en esa zona, y Musk se ha esmerado en llegar hasta aquí.

Musk dijo que Reuters “está mintiendo” en un post en X, sin más explicaciones, después de que la acción perdiera más de un 5%. Es fácil ver por qué los inversores están nerviosos. La valoración se ve favorecida por el crecimiento previsto de las ventas de automóviles, incluso después de las recientes caídas. Sin ese motor, Musk solo tendría otra ventaja que explotar.

Los vehículos de la empresa están repletos de complicados sensores; Tesla ha invertido miles de millones de su flujo de caja en procesar las resmas de datos que producen. Esta inversión supone un impulso en la carrera por desarrollar la conducción autónoma. La inteligencia artificial que impulsa ese esfuerzo depende de los datos; Musk tiene muchos.

Sin duda, el “Model 2″ haría de Tesla un fabricante de coches mejor. Pero eso no es de lo que han ido siempre Musk, Tesla o su valoración prémium en realidad. La empresa venció a los escépticos para hacer realidad los vehículos eléctricos. Es lógico que se concentre en utilizar la ventaja que le queda, dure lo que dure, en reinventar de nuevo el transporte. Musk ha fracasado repetidamente durante años en la entrega de los productos de autoconducción, lo que convierte la propuesta en una posibilidad remota. Aun así, estaría justificada.

Caída de las ventas

Tesla ha recuperado la corona mundial de ventas que ostentaba BYD, pero es un pequeño consuelo tras un descenso del 9% en las entregas trimestrales de vehículos respecto al año anterior, según los resultados presentados el día 2. Con casi 387.000 unidades, también se quedaron un 15% por debajo de las previsiones de los analistas.

Tampoco hay un resquicio de esperanza. El descenso en las entregas a clientes es el primero para Tesla desde la pandemia. La producción también cae por primera vez desde entonces. No es un problema de limitaciones de producción: Tesla produjo un 12% más de coches de los que vendió, la mayor diferencia –de nuevo– en cuatro años.

Parte de esta decepción era inevitable. Desplazar a los motores de combustión ha sido una tarea tortuosa. El crecimiento de los eléctricos en EE UU se estancó a finales de 2023, según Cox Automotive, mientras que en China las ventas globales también se están ralentizando.

La cuota de Tesla en el mercado mundial también corre el riesgo de reducirse. El Chevrolet Equinox de GM debería de competir en coste y autonomía con el Model 3. Y sus rivales desplegarán los puertos NACS de Tesla en 2025. Peor aún, los compradores podrían estar buscando razones para comprar en otro sitio. Las bufonadas de Musk, como volver a publicar teorías de la conspiración, han coincidido con el hundimiento de la valoración de Tesla entre los consumidores.

Con el tiempo, el mercado debería de reactivarse a medida que se vayan eliminando los combustibles fósiles, pero por ahora los recortes de los tipos, esenciales para los préstamos a los automóviles, tardan en llegar. A 55 veces los beneficios previstos para el próximo año, se puede perdonar a los inversores toda ansiedad por el rango de valoración.

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