Hará falta algo más que Draghi para impulsar el crecimiento de la UE
Bruselas se debate entre abrir sus mercados, y protegerse de las importaciones chinas y las subvenciones de EE UU
La Unión Europea quiere mejorar su posición en la economía mundial. Con el crecimiento del bloque estancado y China y Estados Unidos repartiendo subsidios tecnológicos, el bloque de 27 países busca impulsar el crecimiento. Bruselas ha elegido a Mario Draghi, que se caracteriza por hacer “lo que haga falta”, para estudiar el asunto. Pero la UE necesitará dinero y cooperación, no solo las tranquilizadoras palabras de un respetado veterano, para hacer el trabajo.
Es más probable que el próximo informe de Draghi sobre la competitividad europea refleje los conflictos internos de la UE, que los resuelva. El bloque está dividido entre querer proteger a sus paladines nacionales y cosechar todos los beneficios de las cadenas de suministro globales. Cuando el ex primer ministro italiano de a conocer sus conclusiones a mediados de año, es poco probable que elija un claro vencedor.
Mientras, la economía mundial se adentra en lo que el Banco Mundial pronosticó en enero como su periodo más lento desde los años noventa. El organismo calcula que el PIB de la zona euro apenas crecerá un 0,7% este año y un 1,6% el siguiente. Esta cifra es muy inferior a la de Estados Unidos, que se prevé que crezca un 1,6% en 2024 y un 1,7% en 2025, y muy inferior a la de China, que debería de crecer un 4,5% en 2024 y un 4,3% en 2025.
Los mercados abiertos parecen ofrecer el camino más rápido hacia el crecimiento. Robustas empresas europeas como Airbus y Stellantis, así como las nuevas y más jóvenes, necesitan acceder a los mejores componentes del mundo, producidos de la forma más rentable posible. Poner barreras tendrá el efecto contrario: el Fondo Monetario Internacional estimó en octubre que el aumento de las restricciones comerciales podría reducir la producción económica mundial en un 7% a largo plazo, lo que equivale a unos 7 billones de dólares actuales. Es el tamaño de Francia y Alemania juntas.
Pero Bruselas se debate entre abrir sus mercados, protegerse de las importaciones chinas apoyadas por el Estado y tratar de competir con los 370.000 millones de dólares de subvenciones que colgó Washington en la Ley de Reducción de la Inflación.
Francia y Alemania han defendido un enfoque más activista en apoyo de la industria. Sin embargo, el día 10, los líderes empresariales europeos dijeron a Draghi que Bruselas debería relajar la regulación. Europa se beneficiará de la ampliación de sus propias capacidades, por ejemplo mediante un fondo de 500 millones de euros para desarrollar una cadena de suministro de baterías eléctricas. Pero también necesita acceder a la mejor tecnología al mejor precio.
El ex jefe del Banco Central Europeo lleva tiempo abogando por una Europa más integrada como vía para salir de las crisis financieras y el estancamiento económico. Si decide empujar a Bruselas hacia una economía mundial integrada, puede que abra las puertas del éxito.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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