El exceso de optimismo sobre Ozempic animará a los cazadores de gangas
Sus severos efectos secundarios y su elevado coste limitarán su impacto en los sectores perjudicados
El entusiasmo por los fármacos para perder peso se disparó en 2023. Wegovy, de Novo Nordisk –conocido como Ozempic cuando se utiliza para tratar la diabetes–, y Zepound, de Eli Lilly, son los primeros tratamientos eficaces contra la obesidad. La otra cara de la moneda para los inversores es que empresas que venden todo tipo de cosas, desde comida rápida a servicios médicos, pueden ver cómo se reduce la demanda. Sin embargo, los mercados han sobrestimado la rapidez con que se producirá el cambio. Esto creará una oportunidad para los cazadores de gangas.
Los llamados fármacos GLP-1, desarrollados originalmente para tratar la diabetes, pero de los que posteriormente se descubrió que adelgazaban, han sido recibidos con entusiasmo por usuarios e inversores. Pero son pocos los que los toman. Más del 40% de los estadounidenses adultos están obesos, según los Centros de Control de Enfermedades (CDC), lo que supone más de 100 millones de usuarios potenciales. Novo Nordisk declaró en noviembre que menos de un millón de estadounidenses tomaban Wegovy.
Esta cifra crecerá. Los analistas de Morgan Stanley calculan que las ventas de medicamentos para adelgazar podrían alcanzar los 77.000 millones de dólares en 2030, más de 50.000 millones de ellos en Estados Unidos, lo que convertiría estos tratamientos en los fármacos más vendidos de la historia. Pero esa cifra sigue correspondiendo a una cifra inferior a 15 millones de estadounidenses, y algunos de esos pacientes pueden tener dificultades para seguir tomando los fármacos y mantener controlado el peso.
Teniendo en cuenta las tasas de crecimiento anteriores, es probable que el número total de estadounidenses obesos en 2030 siga siendo superior al actual. Dados los severos efectos secundarios y la probabilidad de que algunas aseguradoras y Gobiernos se opongan al elevado coste de gastar varios miles de dólares al año en el tratamiento de cada paciente, los inversores llegarán a la conclusión de que la obesidad no se curará pronto.
Consideremos ahora la venta masiva de acciones de empresas que fabrican productos que van desde aperitivos hasta comida rápida y servicios médicos. La mayoría bajaron en 2023. El gigante de la alimentación Kraft Heinz cayó un 10%, mientras el S&P 500 subía un 25%. Yum Brands, operador de KFC y Taco Bell, cerró el año subiendo en torno al 3%. Resmed, que fabrica dispositivos para la apnea del sueño, que afecta sobre todo a las personas obesas, perdió un 17% de su valor. Al mismo tiempo, sin embargo, los analistas aumentaron sus estimaciones de ingresos para 2025 para las tres empresas.
Los fármacos GLP-1 podrían incluso beneficiar a algunas de las víctimas de la liquidación de 2023. Zimmer Biomet, un fabricante de dispositivos médicos valorado en 25.000 millones de dólares, vio caer sus acciones más de un 4% debido a que dos tercios de los ingresos proceden de la venta de implantes de cadera y rodilla. Smith & Nephew, su rival de menor tamaño, cayó otro tanto. Esa reacción puede parecer lógica, porque las personas con sobrepeso tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar artritis en las rodillas.
La sustitución de articulaciones, empero, no se agotará pronto. Los daños de esta enfermedad son acumulativos y empeoran con el tiempo, por lo que incluso las personas que ya no son obesas seguirán siendo candidatas a la cirugía de rodilla. El número de pacientes puede incluso aumentar, ya que los cirujanos ortopédicos no suelen operar a pacientes con obesidad mórbida. Los inversores selectivos encontrarán en el exceso de optimismo sobre Ozempic una oportunidad para engrosar sus carteras.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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