La solidaridad a prueba en Iberia y el mágico mundo de colores de los microcréditos
La unidad en las empresas es un presupuesto teórico que solo se confirma o salta por los aires cuando se somete a examen
La solidaridad en las plantillas es un presupuesto teórico que solo se consolida (o salta por los aires) cuando se pone a prueba. Ese examen, tan complejo como todo lo que atañe a los conflictos colectivos, se vivirá con especial intensidad en los servicios de tierra del aeropuerto de Madrid Barajas este fin de semana, cuyos 2.000 profesionales constituyen la bisagra que determinará el éxito o el fracaso de la huelga convocada contra la subrogación de otros 3.000 empleados de la compañía en ocho grandes aeropuertos españoles.
Los 3.000 trabajadores de Iberia, que no quieren ser traspasados y trabajar bajo convenios menos ventajosos que el de la aerolínea, tendrán la oportunidad de comprobar la capacidad de sacrificio de sus compañeros y las limitaciones de la naturaleza humana, especialmente cuando actúa en grupo. La experiencia demuestra que lo más probable es que el seguimiento sea desigual, una circunstancia que fortalecerá algunos vínculos y deteriorará otros, y que puede dividir a la propia plantilla de Barajas. Los que seguro que salen perdiendo, y también quieren su solidaridad, son los viajeros, esos terceros en discordia que pasan por allí.
La política de prevención frente a la ola expansiva de una auditoría problemática
El sector de la auditoría conoce de primera mano la ola de daños expansivos que provoca una falsa, insuficiente o ineficiente supervisión contable. La experiencia ha dejado a lo largo de los años un reguero de casos escandalosos, tanto en España como fuera de ella, que no ha podido frenar ni una regulación pensada para vigilar al revisor. Ello explica que las empresas del sector sean las primeras interesadas en romper contratos con sus clientes ante cualquier indicio o apariencia de irregularidad. En el caso de EY y Codere, la auditora no solo ha renunciado a seguir revisando a la matriz, sino que ha roto también los contratos con sus filiales de México y Argentina.
El mágico mundo de colores de los microcréditos exige supervisión y cautela
Aunque en los últimos tiempos se habla mucho de los elevados riesgos de operar con activos muy volátiles, como las criptomonedas, y de su escaso control, existen más campos de minas financieros para los consumidores de a pie. El mágico mundo de colores de los microcréditos o créditos de consumo es uno de ellos, lo que explica que el Defensor del Pueblo haya decidido investigarlo, puesto que tiene que actuar de oficio frente a las quejas de los consumidores. El hecho de que los microcréditos impongan intereses usureros o lleguen de la mano de empresas que no constituyen entidades financieras es un grave problema, pero no se puede decir que sea un problema nuevo. Como en el criptomercado, el supervisor debe vigilar, pero el consumidor haría bien en despertar y abrir los ojos.
La frase del día
“Invertir en innovación es fortalecer el futuro industrial y los empleos de calidad en España”. Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades
El truco de Microsoft para atraer la atención es inteligente, pero dependiente
En el mundo de las empresas tecnológicas, los mecanismos para despertar el interés del público oscilan entre dos extremos: el cambio constante y vertiginoso de una marca como Apple y la constancia tranquila de otra como Microsoft. Un ejemplo de este último recurso es el anuncio que ha realizado la compañía para introducir una nueva tecla en el teclado de Windows al modo de hito histórico, ya que es algo que no sucedía desde 1994, cuando la empresa añadió el botón de inicio.
La afortunada nueva tecla servirá para activar el asistente de inteligencia artificial, un servicio avanzado, pero dependiente, ya que necesitará de una mano humana para empezar a trabajar.
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