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Perfil
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El innovador que parecía un buen tipo

Trevor Milton, condenado a cuatro años de cárcel por engañar a los inversores sobre su tecnología de vehículos eléctricos alimentados con hidrógeno

Trevor Milton, fundador de Nikola
Trevor Milton, fundador de Nikola.José Manuel Esteban
Carlos Gómez Abajo

Cuatro años de cárcel por engañar a los inversores sobre la tecnología de vehículos eléctricos alimentados por hidrógeno de Nikola (el nombre de pila del inventor Tesla). Trevor Milton (Layton, Utah, EE UU, 1982) se vende a sí mismo como un corazón puro, pero los jueces han considerado que, incluso aunque se creyera sus afirmaciones sobre su empresa, eso no le exime de responsabilidad.

El tribunal concretó el lunes la condena, un año después de que un jurado le considerara culpable de tres cargos de fraude de valores y fraude electrónico. En la vista de la sentencia, Milton suplicó al juez entre lágrimas que le evitara la cárcel. La sentencia incluye además una multa de un millón de dólares y tres años de libertad vigilada, así como la confiscación de su rancho de Utah –comprado por 32,5 millones de dólares–, pero era muy inferior a los 11 años solicitados por la fiscalía, que había comparado sus delitos con los de Elizabeth Holmes, de la firma de tests sanguíneos Theranos; el juez cree que en este caso el daño no es tan grave. Los abogados de Milton recurrirán el veredicto y la sentencia, y él estará en libertad bajo fianza mientras se resuelve.

Vive en Phoenix (Arizona) con su esposa Chelsey Bergman, que trabajaba como esteticista, y con la que se casó en 2017. Su fortuna llegó a los 3.100 millones de dólares en 2020, según Forbes. Tenía el 25% de Nikola, que alcanzó los 12.400 millones en Bolsa; ahora está en los 1.000 millones. Su rancho de Utah tiene 800 hectáreas y una mansión.

Es hijo de un gerente de Union Pacific Railroad y una agente inmobiliaria; tiene un hermano y tres hermanas. La familia se trasladó a Las Vegas cuando él era pequeño, pero regresó a Utah cuando él contaba ocho años. Su madre, enferma de cáncer desde que él tenía seis, murió cuando tenía 15.

Es miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, un grupo mormón, y, tras el instituto, participó en una misión eclesiástica de 18 meses en Brasil. Dice que dejó la educación superior tras un semestre en la Utah Valley University, para dedicarse a las ventas y el marketing, aunque los fiscales federales dicen que, en realidad, fue expulsado por “contratar a otros para que completaran sus tareas por él”.

Fundó una empresa de venta de alarmas llamada St. George Security and Alarm. La vendió por 300.000 dólares al empresario Glen Pilz, que años después contaría que Milton, que parecía “un buen tipo”, le engañó sobre las cifras corporativas. Había gastos comprometidos no revelados, como el alquiler de un empleado. Y no consiguió contactar con Milton para aclararlo.

En 2008, un inventor de Utah anunció la creación de un sistema de combustible híbrido que mezclaba gasóleo y gas natural para camiones. Milton habló con él y acordaron trabajar juntos. Un año después, fundó la empresa dHybrid, dedicada a ello, pero Milton acusó al inventor de quedarse con su propiedad intelectual, y la cerró. En 2012, su padre, Bill Milton, registró un nuevo negocio, dHybrid Systems, en la que ya no estaba el inventor de Utah, quien tampoco aparecía en las patentes presentadas por la compañía, que estaban a nombre de Trevor Milton y colegas suyos.

Dos empleados de dHybrid Systems contaron a la CNN que Milton carecía de conocimientos de ingeniería, y que les pedía que instalaran los sistemas de combustible en los camiones de un modo que no era seguro ni estructuralmente sólido. Dijeron que se negaron a taladrar agujeros en el bastidor de los camiones más cerca de lo que permitían las normas, o a colocar el conducto de gas de un camión tan cerca del tubo de escape que podía crear riesgos térmicos. Sus peticiones, pensaban, no se debían a que intentara hacer algo mal, sino a que carecía de conocimientos.

En 2014, dHybrid Systems fue adquirida por la acerera Worthington Industries. Al año siguiente, Milton fundó Nikola con una inversión inicial de 2 millones de dólares procedentes de Worthington. En junio de 2020, la empresa se fusionó con la SPAC VectoIQ para salir a Bolsa, y Milton, hasta entonces CEO, cedió el puesto y pasó a ser presidente ejecutivo. La empresa llegó enseguida a a valer más que Ford, y en septiembre firmó un acuerdo industrial con General Motors por 2.000 millones.

Dos días después de este anuncio, sin embargo, empezaron los problemas. El grupo de inversión en corto Hindenburg Research acusó a Nikola de engañar sobre su tecnología. En concreto, de que en un vídeo hacían caer un camión por una autopista cuesta abajo, para disimular que no tenía motor funcionando. El valor empezó su debacle en Bolsa, mientras la SEC iniciaba una investigación. Milton dimitió enseguida de la presidencia, pero siguió como consultor de la empresa hasta diciembre, y retuvo su paquete accionarial, del 25%. Luego llegarían las acusaciones de fraude. Afronta aún varias demandas civiles, entre ellas una de la SEC. En octubre, un tribunal de arbitraje de Nueva York concedió 165 millones a Nikola, que reclamaba al empresario el reembolso de los gastos y daños derivados de sus actos.

El juicio

Su abogado Marc Mukasey dijo que su cliente puede ser “impulsivo” e “indisciplinado”, pero que es una persona “decente” y nunca quiere hacer daño.
Milton citó ante el juez varios versículos de la Biblia y se definió a sí mismo como alguien que “moriría en la cruz por la verdad”.

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Sobre la firma

Carlos Gómez Abajo
Licenciado en Físicas, máster en Periodismo UAM-El País y posgrado en Información Económica. Es redactor de Opinión de Cinco Días, y también ha escrito en Mercados y en la sección de ocio/lujo. Ha trabajado en el portal de noticias científicas Tendencias 21 y ha hecho traducciones, la mayoría de tipo económico.
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