La contradicción del tope del gas, y los cientos de euros que pueden decidir una carrera
La limitación de las tarifas energéticas controlan la inflación, pero no desincentivan su consumo
La energía, sea en forma de electricidad o de gas, es un servicio básico, y es razonable que el Estado vigile que los precios no se disparen, como ha hecho el Gobierno en esta crisis energética, al estipular que la tarifa final que paga el usuario de la tarifa regulada no suba más de un 5% al trimestre. La diferencia con el incremento real del coste hay que pagarla, claro: este año lo está haciendo el erario, es decir, los contribuyentes, con una dotación de 3.000 millones de euros. La limitación al precio del gas ha ayudado, pues, a controlar la inflación, que es la que sufren directamente los bolsillos de los ciudadanos, aunque acaben participando en el pago, según su tributación.
La contrapartida principal de esta medida es que bajar el precio de la energía incentiva relativamente su consumo, lo cual se contradice con los objetivos de ahorro y de sostenibilidad que también preconizan los Gobiernos europeos, incluido el español.
Lo que resulta sorprendente es que, pese al incremento de 1,4 millones de clientes en la tarifa regulada, que ya son 2,9 millones, aún haya 5,1 millones en el mercado libre, en general más caro.
Las actividades ligadas a la defensa marcan el paso en la Bolsa
La defensa ya no es tan claramente la principal preocupación de seguridad para la Unión Europea, según Josep Borrell, jefe de su diplomacia, que da mucho peso también a la cadena de suministro. Pero el gasto militar de los países en general está en aumento, y empresas como Rolls-Royce –la de los motores de aviones– se están beneficiando de ello. En su caso, también de la recuperación de la aviación comercial; aunque el hecho de que el tráfico internacional de China aún flojee es un riesgo para el valor.
Las grandes empresas suben sus márgenes, pero unas más que otras
Que las grandes empresas de sectores de ocio, como los viajes, estén elevando sus márgenes camuflándose en la inflación rampante general, tiene su pase: no deja de ser el efecto de la ley de la oferta y la demanda. Pero también lo están haciendo las principales compañías de industrias más básicas, como señala un observatorio creado por el Gobierno y el Banco de España.
El alza es especialmente notable en el sector energético (que tanto se queja del impuesto extraordinario). En cambio, las grandes firmas de distribución, pese a las críticas de algún partido político, y a que se han recuperado de la caída del año pasado, están en niveles más normales. Estos datos ayudan a dar a Dios lo que es de Dios, y al césar lo que es del césar.
Cuando unos cientos de euros pueden marcar el rumbo educativo
En el debate público sobre el coste de la educación se suele poner mayor énfasis en la superior y en las guarderías, porque se sobreentiende que la primaria y la secundaria no tienen gastos importantes asociados. Pero unos pocos cientos de euros para libros y demás pueden ser un pesado lastre para ciertas economías, por lo que las becas deben afinar el tiro. Según un estudio de EsadeEcPol, solo cuatro de cada diez hogares pobres reciben alguna ayuda.
La igualdad de oportunidades en la educación se cuece hasta la secundaria, que es cuando los estudiantes requieren más atención tanto por parte de los padres, como de los maestros. Si encima tienen problemas para comprar el material, las diferencias se disparan.
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