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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Pactar sobre el trigo conviene a Moscú y a Kiev

Ucrania solo puede esperar un nuevo acuerdo si Rusia obtiene algo de él, lo que no ocurría en el original

Cosechadora de trigo cerca del asentamiento de Nikolske, en la región ucraniana de Donetsk, controlada por Rusia, el 19 de julio.
Cosechadora de trigo cerca del asentamiento de Nikolske, en la región ucraniana de Donetsk, controlada por Rusia, el 19 de julio.ALEXANDER ERMOCHENKO (REUTERS)

La escalada de la guerra del trigo en el Mar Negro puede tener un lado positivo. Los bombardeos de puertos rusos y ucranianos podrían impedir que los cereales lleguen a los mercados mundiales, lo que haría subir de nuevo los precios. Pero también podrían persuadir a los dos países de que les interesa llegar a un nuevo acuerdo.

Ucrania atacó el día 4 el puerto de Novorossiysk, dos días después de que Rusia hiciera lo propio con el de Izmail, en el Danubio. Putin se había retirado en julio del acuerdo sobre cereales firmado con Kiev hace un año, con la intermediación de Turquía.

De mantenerse, el bombardeo podría privar a Ucrania de una importante fuente de ingresos. La agricultura es la principal exportación del país (el 41% en 2021). Rusia, el mayor exportador mundial de trigo, envió 45,5 millones de toneladas métricas en la temporada récord 2022-23, que podría superarse este año, según EE UU. Ucrania exportó unos 17 millones. Los precios mundiales del trigo en el Mercado de Futuros de Chicago bajaron casi un 40% entre octubre y mayo.

El nerviosismo por la ruptura del acuerdo provocó subidas efímeras del 17%-20%. El bombardeo de Novoros­siysk hizo subir los precios de nuevo un 2% el lunes. A 6,47 dólares el bushel, las expectativas de cosechas abundantes mantienen el trigo por debajo del pico de 7,60 dólares alcanzado tras el primer ataque de este mes. Ahora están en torno a su nivel de octubre de 2021. Puede que los mercados sean demasiado optimistas. Pero es posible que hagan bien en tomarse los ataques con calma si son el preludio de un nuevo acuerdo.

Para Rusia, atacar objetivos en un río que define la frontera con Rumanía, miembro de la OTAN, es arriesgado: cualquier incidente podría considerarse una agresión contra la alianza. Pero Ucrania solo puede esperar alcanzar un nuevo acuerdo si Moscú obtiene algo de él, lo que no ocurría en el pacto original.

Mucho dependerá de si EE UU y Europa están dispuestos a ofrecer garantías adecuadas de que las exportaciones rusas de alimentos pueden llegar a los mercados mundiales. Permitir que el banco agrícola del Kremlin vuelva a conectarse con el sistema de pagos Swift, como ha pedido Putin, sería una concesión menor. Tanto Moscú como Kiev saben ya que proteger sus exportaciones de cereales redunda en interés de ambos.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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