La fiesta de Nvidia puede no durar mucho
Las interrupciones de la cadena de suministro son un riesgo siempre presente, y además va de una moda espectacular a otra
Nvidia ha entrado con fuerza en el club del billón de dólares, pero puede que no permanezca allí mucho tiempo. El fabricante de chips se unió el martes a Apple, Alphabet, Amazon.com y Microsoft en la élite de las empresas con una capitalización bursátil de trece dígitos. Sin embargo, dado su rápido y accidentado ascenso, la experiencia de Nvidia podría parecerse más a la del fabricante de vehículos eléctricos Tesla, que se coló en la fiesta de las megaaciones para acabar en la cuneta poco después.
Aunque Nvidia existe desde hace mucho tiempo –fue fundada en 1993, por lo que es más antigua que Amazon y Alphabet–, el crecimiento de su valoración en los últimos tiempos ha sido prodigioso. Los ingresos de la empresa han crecido a un ritmo medio anual de alrededor del 20% durante décadas. Pero la demanda de sus chips recibió un impulso durante la pandemia, impulsada por la demanda entre los mineros de criptodivisas. La escasez mundial de semiconductores impulsó aún más a la firma. Y ahora, el auge de la inteligencia artificial ha disparado la valoración. La empresa espera que sus ventas crezcan un 64%, hasta 11.000 millones de dólares, este trimestre.
Un viaje acelerado
Su viaje de los 500.000 millones al billón de dólares de cotización ha durado unos 500 días, que es aproximadamente un tercio de lo que tardó Apple. Pero lo que sube rápido puede bajar rápido. Nvidia cotiza a 40 veces el ebitda estimado para los próximos 12 meses, aproximadamente el doble que sus homólogas. Si el crecimiento o la exuberancia se resienten, podría salir del club del billón.
A diferencia de Apple o Alphabet, propietaria de Google, la marca tiene poco caché de consumo en el que apoyarse. Como fabrica principalmente hardware, a diferencia de Amazon o Microsoft, las interrupciones en la cadena de suministro son un riesgo siempre presente. Además, de las criptomonedas a la IA, va de una moda espectacular a otra.
Su fundador, Jensen Huang, trabajó duro para entrar en la fiesta del billón de dólares, pero debería llenarse los bolsillos de canapés mientras pueda.
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