Las víctimas de la IA caerán deprisa
Parece que el valor vuelve a acumularse en las ‘big tech’
Cuando OpenAI puso ChatGPT a disposición del público, le quitó los grilletes a una tecnología enormemente potente. Los grandes modelos lingüísticos ya han empezado a reformar radicalmente el panorama empresarial. Las firmas más pequeñas empiezan a mostrarse inquietas: parece que el valor vuelve a acumularse en las big tech.
La firma de educación online Chegg dijo el día 2 a los inversores que un repunte en el uso de ChatGPT entre los alumnos estaba frenando el alza de los ingresos.Al instante, los accionistas borraron casi la mitad de la valoración, que ahora asciende a 1.100 millones de dólares. Los títulos de Pearson y Duolingo, rivales de Chegg, también cayeron.
Hay más empresas vulnerables. IBM planea sustituir el 30% de la plantilla por IA. Es un beneficio potencial para ella, per señala las funciones administrativas, como los recursos humanos, como los objetivos más probables. No es de extrañar que Professional Diversity Network, un desarrollador de networking, formación y otros servicios de empleo, esté reforzando rápidamente su exposición a la inversión en IA. En Hollywood, los guionistas están en huelga para evitar ser sustituidos por robots.
Mientras, los gigantes Microsoft y Alphabet están de enhorabuena. Han subido un 32% y un 18% en Bolsa este año. Aunque Bard, de Google, tuvo un comienzo difícil, el grupo enderezó deprisa el barco redoblando su compromiso de integrarlo en su buscador. Meta ha puesto algunos de sus modelos a disposición de desarrolladores externos, que podrían usarlos para crear apps dirigidas al consumidor. Microsoft, que ha invertido en OpenAI, cotiza a 28 veces los beneficios, muy por encima de la media del sector, 12.
La rivalidad entre estos mastodontes será feroz, pero desarrollar modelos de gran tamaño desde cero es increíblemente caro y requiere mucho tiempo. Esa es también la razón por la que han surgido tan pocos aspirantes, pese a la expectación de los inversores. Las big tech tienen grandes arcas, con más de 250.000 millones en sus balances, y el tamaño y los datos son clave. Van a ser las mayores beneficiarias, de forma similar a su ventaja como pioneras en la computación en la nube y, antes de eso, en el ecommerce. Para casi todos los demás, la lucha por la supervivencia no ha hecho más que empezar.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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