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Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un enfriamiento moderado de la vivienda

La caída de operaciones no constituye una sorpresa en un entorno económico que combina la inflación con un encarecimiento del coste de la financiación

CINCO DÍAS
vivienda españa
David Zorrakino (Europa Press)

El mercado de la vivienda ha cerrado el mes de marzo con una nueva caída en el número de operaciones de compraventa, casi un 6% menos, lo que supone encadenar ya dos meses consecutivos de descensos. Las cifras reflejan un lento enfriamiento del sector, lo que no constituye una sorpresa en un entorno económico como el actual, que combina la inflación con un encarecimiento creciente del coste de la financiación y con una mayor dificultad a la hora de obtener crédito. El frenazo, que comenzó el pasado diciembre, con una caída de más del 10% en las operaciones, llega tras varios años de crecimiento, tanto en el número de operaciones como en el precio. Desde 2014, año en que el coste de la vivienda tocó fondo tras el estallido de la burbuja, y hasta el cierre de 2022, los precios en el mercado han crecido un 50%.

Pese a la caída de operaciones, el sector sigue manteniendo un número de transacciones notable y los precios continúan subiendo, aunque todavía están un 28% por debajo del máximo histórico de 2008. El endurecimiento de la política monetaria del BCE ha comenzado a retraer la demanda, pero la inflación continúa alimentando las alzas en los precios. A ello hay que sumar las dificultades, cada vez mayores, para obtener financiación, que se explica no solo por el aumento de los tipos de interés, sino por una política de riesgos crediticios cada vez más saneada y estricta.

El sector financiero ha aprendido una dura lección de los excesos del pasado y no está dispuesto a volver a acumular un exceso de préstamos fallidos en sus balances. Aunque en teoría la actual caída en la demanda de casas debería traducirse antes o después en un cierto descenso del precio, fenómenos como el alquiler turístico constituyen opciones rentables para sacar partido a las viviendas en propiedad en lugar de tener que vender por menor precio.

Mientras la inflación continúe mordiendo la renta de los hogares y la política monetaria dificulte el acceso fluido al crédito, el sector inmobiliario seguirá registrando una curva descendente en el número de operaciones, pero no necesariamente una caída equivalente en los precios. Los propietarios de viviendas tienen más margen para ser pacientes de la que disfrutan los compradores, para los cuales adquirir un inmueble, en el contexto económico y monetario actual, requiere cada vez un mayor esfuerzo financiero.

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