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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Turbulencias en el guion de Hollywood

La amenaza de huelga de los escritores puede no inquietar demasiado a las empresas

Escritores y miembros del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos se manifiestan el martes contra sus precarias condiciones laborales, en Los Ángeles, California (EE UU).  Al grito de "¡Sin contrato no hay guiones!", miles de escritores salieron a las calles de Los Ángeles y Nueva York en el primer día de huelga del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA, en inglés), que mantendrá paralizada la industria audiovisual indefinidamente.
Escritores y miembros del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos se manifiestan el martes contra sus precarias condiciones laborales, en Los Ángeles, California (EE UU). Al grito de "¡Sin contrato no hay guiones!", miles de escritores salieron a las calles de Los Ángeles y Nueva York en el primer día de huelga del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA, en inglés), que mantendrá paralizada la industria audiovisual indefinidamente.Mónica Rubalcava (EFE)

El Sindicato de Guionistas de EE UU (WGA) se declaró en huelga el martes tras fracasar en su intento de alcanzar un acuerdo con la Alianza de Productores de Cine y TV para mejorar los salarios. Es probable que se paren las producciones, como ocurrió la última vez que el WGA acudió a los piquetes en 2007, casualmente cuando Netflix lanzó su streaming.

Aquel estreno sembró las semillas del conflicto actual. Antes, las cadenas pagaban por una serie como Friends, la emitían y vendían los derechos para emitir repeticiones en un proceso conocido como sindicación. Así que se pagaba dos veces, y el doble pago suponía más dinero tanto para la cadena original como para los guionistas, que recibían una parte. En cambio, Netflix desarrolló contenidos originales para crear un archivo exclusivo que atrajera a los abonados. Así que al talento se le paga en su mayor parte en una sola suma; los pagos posteriores son tarifas planas y no están vinculados a la popularidad del contenido como en la sindicación, así que es menos dinero para los escritores de programas de éxito.

El WGA quiere cambios en este frente, entre otros. Pero los streamers tienen motivos para ponerse duros. Wall Street, que antes clamaba por el aumento de suscriptores, ahora espera beneficios, y Disney recibe críticas de los activistas por los costes. Los desembolsos de la industria en contenido han crecido un 40% desde 2019 hasta un estimado de 136.000 millones este año, según SVB Mof­fettNathanson. Eso pasó factura al flujo de caja: Paramount Global fundirá 784 millones en 2023. El impulso tecnológico podría ayudar a los streamers en ese frente. Así como la última huelga trajo consigo la moda de los reality shows, que requerían menos creatividad, la IA amenaza con sustituir a los guionistas.

Eso, y el breve respiro en la –cara– producción que supondría un paro, puede hacer que esta huelga inquiete menos a los estudios. Y es probable que haya más luchas en el futuro. Disney se está planteando conceder licencias de algunos contenidos para rentabilizarlos. No es imposible imaginar que Netflix se plantee lo mismo algún día. Podría volver algo parecido a la sindicación, y puede que los estudios no quieran compartir el botín.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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