El desajuste del mercado laboral, y los recelos hacia los pisos turísticos
El aumento de la población activa choca con el estancamiento de la oferta de mano de obra
El empleo sigue aguantando razonablemente bien, gracias al esfuerzo salarial de los españoles, uno de los mayores de los países de la OCDE en términos reales. El primer trimestre observó un aumento del paro, pero no tanto por la destrucción de puestos de trabajo, sino por el aumento de la población activa: quizás porque los ahorros de la pandemia o en general ya no son suficientes para afrontar el aumento de gasto que supone la inflación. Si esa tendencia se mantiene en el futuro próximo, el desajuste entre oferta y demanda de mano de obra puede volverse inquietante.
En todo caso, las cifras son algo mejores de lo habitual en los primeros meses del año, propicios a que aumente el desempleo. Se mantiene la tendencia a la contratación indefinida (que incluye, eso sí, a los trabajadores fijos discontinuos). Es significativo que el sector que más empleo perdió en el trimestre fue la industria, reflejo del aumento de los costes de la energía, que obliga a las fábricas a parar la producción para no trabajar a pérdidas. A cambio, crecieron las contrataciones en los servicios.
Los comprensibles recelos hacia los pisos turísticos, una actividad difícil de controlar
Aduce la patronal de las viviendas turísticas Fevitur que son un porcentaje mínimo de todas las que se alquilan; el problema es que se concentran precisamente en las zonas más tensionadas, donde sí contribuyen a elevar los precios. A cambio, cierto es que los huéspedes contribuyen a la economía local, más allá de la de los dueños de los pisos. No hay razón para demonizar esta actividad, pero sí para que se controle tan estrictamente, al menos, como los hoteles con los que compite directamente. Por el carácter atomizado del negocio, eso no es sencillo, y provoca comprensibles recelos entre vecinos y competidores.
Los depositantes no temen por su dinero... pero sí, y mucho, por su rentabilidad
No hay miedo entre los depositantes españoles, o al menos no pánico, porque no hay datos sobre si ha habido grandes fugas de dinero de bancos pequeños hacia otros de mayor tamaño, considerados más sólidos. Pero los problemas de las entidades del otro lado del Atlántico y del otro lado de la frontera de la UE no se han contagiado de forma significativa a los bancos españoles, que sin embargo sí están viendo una caída paulatina de los depósitos, en busca de rentabilidades mínimamente decentes, como la de las letras del Tesoro, o de los fondos, muchos comercializados o distribuidos por los propios banqueros. Lo normal sería que este goteo continuara hasta junio, cuando las entidades tendrán que devolver una gran cantidad de liquidez al BCE.
La frase del día
“La Agencia Internacional de la Energía señala con el dedo, pero si algo provocará volatilidad son sus repetidos llamamientos a dejar de invertir en petróleo”
Haitham Al Ghais, secretario general de la OPEP
El Barcelona sale del paso, mientras sigue dándole vueltas al futuro
El Barcelona respira un poco después de cerrar la financiación de su estadio y los aledaños, pero las condiciones en las que ha tenido que hacerlo, complicadas por el entorno de los mercados y por la polémica de los pagos al entonces vicepresidente de los árbitros. Ya piensa en refinanciar cuando mejore el panorama.
El club rechaza que vaya a cambiar la estructura societaria, pese a que está preguntando a los socios qué les parecería que se transformara en sociedad anónima. Es una de las pocas excepciones en grandes equipos españoles a una fórmula que, por lo demás, sirve para salir del paso en situaciones económicas complicadas, pero no garantiza una gestión límpida ni en lo financiero ni en lo deportivo.
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