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El Foco
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Hacer atractivas las salidas a Bolsa es una cuestión de Estado

La lista de OPV y OPS en España crece muy lentamente. Pero la de empresas que abandonan el parqué no deja de aumentar

Paneles de la Bolsa española
Paneles de la Bolsa españolaAltea Tejido (EFE)

Estos días la tramitación parlamentaria del proyecto de Ley de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión encara su recta final después de que el pasado 22 de febrero el Senado le diese luz verde. La nueva ley contempla varias reformas en materia de mercados primarios con las que aspira a impulsar las salidas a Bolsa.

Se trata de una pieza más en el conjunto de iniciativas que tanto legisladores como supervisores y operadores están poniendo en marcha en España y en Europa con el objetivo de reactivar el mercado; una aspiración que lleva años persiguiéndose y que, en el contexto actual, se convierte en una imperiosa necesidad.

El punto de partida está claro: en las últimas dos décadas, el número de empresas cotizadas tanto en España como en Europa no ha dejado de disminuir, lo que parece indicar que las compañías ven más inconvenientes que ventajas en la opción de cotizar. La razón a la que comúnmente se apunta es que las empresas encuentran complejo y costoso el proceso para salir a Bolsa. Esto puede explicar por qué cuesta tanto que la Bolsa se plantee como una opción para financiar el crecimiento de un proyecto empresarial. No obstante, en los últimos años, el descenso del número de compañías cotizadas no se ha debido solo a las escasas incorporaciones, sino también al número creciente de abandonos.

Los números hablan por sí mismos. En 2022, solo una compañía protagonizó un debut bursátil en el Mercado Continuo en España, dos menos que en 2021, un año que se las prometía muy felices para las salidas a Bolsa, pero que enseguida vio cómo se esfumaban todas las expectativas. El listado de OPV y OPS en España crece muy poco a poco. Por el contrario, el de empresas que se han excluido de Bolsa no deja de sumar incorporaciones: Siemens Gamesa, Solarpack, Euskaltel, MasMóvil, BME, Parques Reunidos, Telepizza, Natra…

Sin embargo, tener un mercado de valores potente, con una dimensión acorde a la economía del país y con un dinamismo adecuado para la proyección de su tejido empresarial, es un elemento clave para garantizar un crecimiento más equilibrado y sostenible; especialmente, en un contexto como el actual.

En un entorno de subida de tipos de interés, diversificar las fuentes a las que las empresas pueden acceder para financiarse suena a requisito irrenunciable, sobre todo, para una economía extremadamente bancarizada como la española, con un gran peso de pymes en pleno proceso de transformación para adecuarse a las exigencias que la sociedad y la economía les demandan en materias como la sostenibilidad o la digitalización.

El mencionado proyecto de ley seguro que es un paso importante para modernizar los mercados de valores y conseguir que las ventajas de cotizar afloren en la percepción de las compañías. Con esta filosofía, el proyecto de ley pretende simplificar el proceso de admisión a negociación y regula por primera vez en España el desarrollo de las llamadas SPAC. Es decir, introduce medidas de flexibilidad, manteniendo la integridad del mercado y la protección de los inversores.

De esta manera, la futura ley adaptará la normativa nacional a las recientes novedades a nivel europeo. La Comisión Europea, en el marco de su proyecto Capital Markets Union Plan, aprobó el pasado mes de diciembre la llamada Listing Act, un paquete de medidas legislativas orientado a mejorar el acceso a fuentes de financiación, especialmente de las pymes. Gran parte de las medidas buscan aligerar la carga administrativa, simplificando las normas que regulan la elaboración y publicación de los folletos, reforzando la proporcionalidad en la regulación sobre abuso de mercado, flexibilizando el uso de acciones de voto múltiple para las empresas listadas en mercados growth e impulsando la cobertura de empresas de mediana y pequeña capitalización por parte de analistas.

Son muchos los actores que están remando en la misma dirección. En España, la CNMV también anunció a finales de noviembre que dejaría de pedir documentación adicional a la requerida por la normativa de los folletos. Y las pymes cada vez tienes más opciones para acceder a los mercados. Al impulso que BME ha dado al mercado Growth y al programa Entorno Pre Mercado en los últimos años, se suma el lanzamiento de un nuevo sistema multilateral de negociación, que este mes de febrero ya ha vivido sus dos primeras incorporaciones.

Los cierto es que hay mucho en juego. Diversos estudios apuntan que aquellas economías en las que los mercados de capitales tienen un peso mayor en la financiación cuentan con un tejido empresarial mejor preparado para aprovechar las oportunidades de crecimiento y más protegido ante los posibles shocks. Son economías en las que los requisitos del mercado empujan a un nivel de profesionalización más elevado, especialmente entre las empresas de pequeña y mediana capitalización, y en las que la exigencia de transparencia genera mayor respaldo social hacia el mundo corporativo.

El crecimiento de los mercados de valores en España es una pieza más, clave para impulsar un mayor número de proyectos empresariales y, con ello, contribuir a recuperar la relevancia de la economía española y europea. La voluntad ha quedado patente, esperamos que el contexto empiece al fin a poner de su parte y que esa necesaria visión de Estado en la nueva ley permita a nuestra Bolsa ganar suficiente atractivo ante empresas e inversores.

Valvanera Lecha es Directora de Comunicación Financiera en LLYC

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