Una administración liderada por Trump es conocida
A largo plazo los fundamentales económicos tienden a determinar la dirección del mercado
La arrolladora victoria de Trump ha sido muy bien recibida por los mercados, llevando a los índices S&P 500 y Nasdaq a máximos históricos. Sin embargo, la rentabilidad a vencimiento del bono a diez años de EE. UU. ha llegado a aumentar hasta el 4,4 % debido a la previsión de menores impuestos, desregulación y mayor inflación.
Es importante considerar que Trump puede implementar una política arancelaria activa. Algunas de estas medidas no requieren de aprobación parlamentaria y pueden aplicarse mediante decretos presidenciales; sin embargo, inevitablemente, requerirán de negociaciones, ya que otros países pueden tomar represalias. Por tanto, no se espera que Trump implemente todas sus promesas arancelarias de forma inmediata.
El caso es que una administración liderada por Trump, incluso con control Republicano de la Cámara de Representantes y el Senado, se caracteriza por políticas de recortes de impuestos, control de la inmigración, apoyo a combustibles fósiles, oposición a las energías renovables y medidas contra el cambio climático, aumentos de aranceles y desregulación. Este conjunto de políticas es inflacionario y puede hacer aumentar drásticamente la deuda federal, lo que sería negativo para los bonos del Tesoro de EE. UU. No obstante, las políticas de Trump favorecen a la renta variable estadounidense y al dólar, así como especialmente a los bancos, que pueden beneficiarse de las mayores rentabilidades de la deuda y de la posible desregulación. Efectivamente, el resultado de las elecciones estadounidenses es positivo para las empresas del país, por lo que mantenemos una posición sobre ponderada en acciones estadounidenses.
No obstante, el impacto de las elecciones suele ser de corto plazo y tiende a desvanecerse tras unos meses. A largo plazo, más que la política, los fundamentales económicos son los que tienden a determinar la dirección del mercado. En este sentido, confiamos en que la economía estadounidense experimente un aterrizaje suave y que una inflación decreciente permita a la Reserva Federal reducir los costes de endeudamiento.
Europa tendrá que actuar con inteligencia frente a EE. UU.
Pero Trump será un desafío significativo para Europa, donde las perspectivas de consumo y actividad industrial siguen débiles. En Alemania, el PIB ha aumentado 0,2 % inter trimestral, sorprendiendo al alza y evitando la recesión técnica, pero su comercio neto sigue siendo un lastre. La contracción del crédito puede empeorar una vez que Francia y Alemania apliquen unos fuertes recortes de gasto público comprometidos. Esto sugiere que el BCE tendrá que recortar sus tipos de interés agresivamente en la Euro Zona el próximo año, reactivando el ciclo de préstamos bancarios y respaldando el crecimiento.
Asia, con China
Asia, y especialmente China, presenta oportunidades de inversión a medio y largo plazo. El estímulo económico en China debe beneficiar a otras economías emergentes de la región, particularmente si aumentan las importaciones y se recupera su turismo exterior del gigante asiático. Hay que tener en cuenta que el recorte de tipos de interés de la Reserva Federal ha facilitado un plan de estímulo de casi diez billones de yuanes en China. Estos estímulos incluyen la refinanciación de deuda de los Gobiernos locales, recapitalización de grandes bancos, compra de viviendas sin terminar y fortalecimiento del consumo interno. Además, las valoraciones en la renta variable de China son atractivas.
Tácticamente, renta variable, neutrales en bonos
En términos tácticos, sobre ponderamos la renta variable. Hay que tener en cuenta que los indicadores de liquidez, con más de dos tercios de los principales bancos centrales del mundo recortando tipos de interés, apuntan a unas condiciones positivas para los activos de mayor riesgo. Además, se espera que las recompras de acciones continúen. A ello se añade que las acciones tienden a comportarse bien hacia fin de año.
En este contexto, sobre ponderamos la renta variable, pero infra ponderamos la liquidez y mantenemos una posición neutral en renta fija. En cuanto a sectores en renta variable, sobre ponderamos el sector financiero dados sus altos márgenes de beneficio y bajas tasas de impago.
Respecto a deuda , mantenemos una posición neutral en la mayoría de los bonos de mercados desarrollados, considerando los europeos muy caros. En EE. UU. la sólida victoria de Trump y el crecimiento estable de su economía presentan factores negativos para los bonos a largo plazo del país, aunque los balances de las empresas sigue saludables, con tasas de impago bajas. Por su parte las divisas de mercados emergentes parecen baratas, con tipos de interés reales atractivos, especialmente en Latinoamérica.
Finalmente, consideramos que, a pesar de la impresionante revalorización del oro este año, sigue siendo una cobertura válida frente a la inflación y la inestabilidad potencial derivada de la victoria de Trump.
Gonzalo Rengifo es director general de Pictet AM en Iberia y Latam