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Tipos altos más tiempo

Los mercados de deuda soberana siguen dominados por la volatilidad

Jerome Powell
U.S. Federal Reserve Chair Jerome Powell speaks at the 2024 Business, Government & Society Forum at the Stanford Graduate School of Business in Stanford, California, U.S., April 3, 2024. REUTERS/Carlos BarriaCarlos Barria (REUTERS)

El primer trimestre de este año ha sido el mejor en cinco años para los activos de riesgo. A ello ha contribuido la previsión de relajación monetaria de los bancos centrales.

Pero la volatilidad ha aumentado con el desvanecimiento de las perspectivas de recortes de tipos de interés en EE. UU. y el aumento de las tensiones en Oriente Medio. Incluso se ha llegado a observar correlación positiva entre oro, petróleo y el cobre, algo inusual que apunta a incertidumbre y volatilidad a corto plazo. El efecto se ha notado en algunas acciones tecnológicas de mega capitalización.

Efectivamente, el giro de la Reserva Federal, alejándose de una posición monetaria flexible para dirigirse a tipos de interés altos más tiempo, avecina una divergencia entre los principales bancos centrales y con ello aumento de la volatilidad. La inflación subyacente, medida preferida de la Reserva Federal va a ser clave para el ritmo de los recortes de sus tipos de interés, teniendo en cuenta que a media que se acercan las elecciones presidenciales de EE. UU. del próximo noviembre es más difícil que inicie el ciclo de recortes de tipos. Pero en la Euro Zona el descenso de la inflación a abierto el camino para que el BCE empiece a recortar sus tipos de interés en Junio, hasta un total acumulado de 1 % para finales de año. También esperamos que el Banco de Inglaterra comience su ciclo de flexibilización en Junio y que el crecimiento en Reino Unido se recupere.

En cuanto a China, las cifras oficiales indican que su PIB creció a tasa anual del 5,3 % el primer trimestre, por encima de lo esperado, con 6,1 % de aumento de la producción industrial, 4,7 % de las ventas minoristas y 4,5 % de la inversión en activos fijos, aunque la inversión inmobiliaria se ha reducido un 9,5 %.

Con todo, pronosticamos un crecimiento del PIB mundial de 2,9 % este año frente a 3,1 % de 2023. EE. UU. puede crecer 2,1 % o más. Además, esperamos que el crecimiento del PIB de Japón se modere hasta 0,7 % este año desde 1,9 % en 2023. En China es probable que la recuperación sea gradual, dados los problemas de su sector inmobiliario. Sus autoridades tendrán dificultades para cumplir su objetivo de crecimiento de 5 % este año y nuestra previsión es 4,7 % o menos. Por su parte en India esperamos 8,1 % de crecimiento de su PIB en el ejercicio fiscal que finaliza el 31 de marzo de 2025. Además Corea y Taiwán se benefician del repunte del ciclo mundial de semiconductores, si bien las perspectivas para países ASEAN (Indonesia, Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Myanmar, Camboya, Laos y Brunei) son más confusas.

Neutrales en renta variable global

Aunque hemos mejorado nuestras previsiones para los índices bursátiles hasta fin de año, nos mantenemos neutrales en renta variable mundial, pues las acciones estadounidenses están caras y la mejora de perspectivas se ha concentrado en gran medida en empresas relacionadas con chips para aplicaciones GenAI. Hay que ver mayor ampliación del aumento de beneficios por sectores y empresas, más allá de las “grandes tecnológicas”. De todas formas, dada la dinámica de beneficios, hay valoraciones no excesivas de grandes grupos de tecnología publicitaria y comercio electrónico.

Pero sobre ponderamos renta variable japonesa, dadas las reformas de gobierno corporativo, debilidad del yen y mejora de las perspectivas de beneficios, con una amplia gama de acciones a precios razonables. Por su parte las reformas del mercado hacen que merezca la pena prestar atención a las acciones coreanas. Además, la estabilización de las perspectivas económicas en China puede favorecer a su renta variable, aunque Hong Kong ha ido perdiendo terreno. Pero estamos cautos respecto a acciones de India, por elevadas valoraciones.

En todo caso, nuestra preferencia es por empresas con abundante liquidez y bajo apalancamiento, con capacidad para proporcionar dividendos sostenibles, recomprar de acciones y reducir deuda. Además, tras años en que los consumidores han sido el principal motor de crecimiento, el impulso puede pasar a la fabricación, con oportunidades en empresas alineadas con temas de inversión a largo plazo relacionados con las transición energética, digitalización y fortalecimiento de las cadenas de suministro.

Los mercados de deuda soberana siguen dominados por la volatilidad

Ahora bien, este año está marcado por numerosos elecciones en un contexto de elevada o creciente carga de la deuda pública y preferimos países de dinámica fiscal saneada. En este sentido, las perspectivas fiscales a ambos lados del Atlántico parecen inciertas y nos mantenemos neutrales en bonos del Tesoro de EE. UU. -que se enfrenta a su ciclo electoral y creciente déficit público- y de la euro zona, incluyendo deuda de países periféricos.

En cuanto a deuda empresarial, ha habido fuerte demanda de los inversores ante posibles recortes de tipos de interés y se han reducido los diferenciales de rentabilidad a vencimiento respecto a la deuda soberana. Hemos revisado a la baja las previsiones de impago, pero estamos cautos respecto a deuda empresarial de alta rentabilidad. Además, los altos tipos de interés en EE. UU. y la debilidad del renminbi son un desafío para las monedas asiáticas, especialmente aquellas de bajo cupón. Nuestra preferencia en deuda empresarial en Asia es grado de inversión.

En todo caso, estamos positivos respecto al oro como cobertura frente al riesgo geopolítico y la persistente inflación. Se ve favorecido por la compras oficiales -de bancos centrales e instituciones como fondos soberanos-, que se ha disparado desde las sanciones occidentales a las reservas de divisas rusas de principios de 2022. Ha contribuido positivamente a la rentabilidad de las carteras y lo sobre ponderamos con una posición estratégica.

El aumento de la volatilidad puede, adicionalmente, proporcionar oportunidades en estrategias macroeconómicas de fondos de cobertura mundial. En cuanto a capital privado, tras dos años difíciles, muestra valoraciones atractivas y una política monetaria más laxa puede favorecer su rentabilidad a largo plazo.

Luis Sánchez de Lamadrid es managing director en Pictet WM en España.

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