La carrera por los materiales críticos deja ganancias de más del 60% en Bolsa pese a la caída de sus precios
La cotización del níquel, el litio o el cobalto se contrae más de un 60% desde los máximos de 2024 por el exceso de oferta. Goldman Sachs advierte de que “la tendencia está lejos de acabar”


Las calderas industriales del mundo se han encendido. El rearme europeo implica asegurar el suministro de materias primas esenciales, como las tierras raras (un grupo de 17 elementos químicos para fabricar desde imanes a baterías) o los metales estratégicos (como litio, níquel o cobalto, entre otros, usados para la tecnología y energías limpias). Por eso Bruselas quiere volver a las minas y las intenciones ya mueven los mercados: las cotizadas de estas industrias recuperan fuelle bursátil tras un año bajista —el índice que mide el rendimiento de las empresas más capitalizadas en la industria global de tierras raras y metales estratégicos sube un 5,2% este año, tras caer un 32% en 2024— y hay valores que se disparan por encima del 60% en Bolsa en los últimos tres meses. La meta europea es reducir la dependencia de países como China, que aglutina dos tercios de la producción global de tierras raras en el mundo, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
La industria de las materias críticas lucha por mantener sus márgenes en un entorno en que insumos como el níquel, el litio o el cobalto se han abaratado un 60%, 80% y 65%, desde sus respectivos picos en el último año. Un ejemplo claro es el que dejó el exceso de oferta de cobalto, que hundió los precios de este metal. Eso llevó a la República Democrática del Congo, el mayor productor del mundo, a intervenir el mercado y suspender la exportación del metal por cuatro meses. Una decisión que ha dado frutos: su precio sube un 57% desde finales de febrero. Pero un informe de Bloomberg explica que, de mantenerse esta política, “los consumidores buscarán otros proveedores o encontrarán una forma de usar menos metal para fabricar baterías”.
El exceso de oferta está estrechamente relacionado con la caída de las ventas de vehículos eléctricos en el mundo, una industria que, según Goldman Sachs, reducirá su facturación entre un 1% y un 11% anual hasta 2028. Así, los recortes de oferta mundial para sostener los precios se extienden al litio y al níquel, con reducciones del 10% y el 2%, respectivamente. Y aunque los analistas de Goldman Sachs advierten de que “la tendencia bajista [de los precios de las materias primas] está lejos de acabar”, a los inversores parece seducirles más las promesas de rearme y de autarquía mundiales.
Avidez inversora
Entre las cotizadas del gigante asiático, mineras como China Northern Rare Earth Group o Xiamen Tungsten suben un 13% y un 3,8% respectivamente en lo que va de año, repunte que alcanza el 19% en el caso de China Rare Earth Resources. Mayores ascensos se registran entre las firmas de ambos lados del Atlántico: el gigante estadounidense MP Materials avanza un 66% en el año, la canadiense Ucore Rare Metals se anota un 45%, mientras que la británica European Metals Holding se dispara un 66% desde finales de 2024 gracias, especialmente, al anuncio de los 47 proyectos estratégicos seleccionados por la Comisión Europea, entre los que figuran siete en España.
Pese a ello, desde UBS creen que es el momento de vender algunas de las acciones de las empresas dedicadas al litio. Es el caso de Pilbara Minerals, Mineral Resources o Liontown Resources, ante las “las presiones actuales de los precios en el mercado”. En cambio, el banco suizo mejora la calificación de Independence Group a neutral y recomienda la compra de títulos de Patriot Battery Metals (pero aclara que se trata de una opción a largo plazo). UBS prevé que el mercado del litio logrará equilibrar la oferta y la demanda entre 2027 y 2028, con un aumento moderado en los precios a corto plazo.
Otros mercados, como el del níquel, afrontan precios a la baja desde 2023. Algunas mineras globales que explotan diversos materiales, de hecho, han reducido la actividad de extracción de níquel. Una de esas es la británica Anglo American, que en lo que va de año se deja el 6% de su valor de mercado y que se desprendió en febrero de su filial brasileña dedicada a la extracción de este insumo. Un informe de Bloomberg destaca que el reto de los productores de níquel será “manejar los costes mientras logran crecer el negocio”.
En el mercado de futuros, tanto del cobre, como del litio, del níquel y del cobalto, están en situación de contango, según datos de Bloomberg. Esto significa que los productores esperan a que el activo se revalorice, por lo que se incentiva el almacenamiento del producto. Pero no todos los elementos tienen perspectivas de exceso de oferta y de baja demanda. Es el caso del sulfato de manganeso, para el que se prevé que escasee la oferta de aquí a 2032. Ligadas a él hay empresas como las australianas Mesa Minerals o Element 25 y la sudafricana Assore.
El objetivo de las empresas productoras y de los países demandantes pasa por asegurar la cadena de suministros a medio y largo plazo, especialmente por la gran concentración geográfica de las minas de materiales críticos. La IEA destaca que la República Democrática del Congo suministra el 70% del cobalto del mundo; Indonesia, el 40% del níquel; mientras que Australia representa el 55% de la minería de litio y Chile alcanza el 25%. El procesamiento de estos minerales también está concentrado: China refina el 90% de las tierras raras y del 60% al 70% del litio y cobalto mundiales. La carrera para asegurar las materias primas con las que se desarrolla la tecnología (y el armamento) ha comenzado.
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