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Carmignac airea su escepticismo con la IA y alerta de su financiación a cuenta de la “banca en la sombra”

El gigante francés sospecha de “irresponsabilidad” en unas operaciones opacas y cada vez más voluminosas

Caio Mattos

Muchas de las inversiones multimillonarias de las tecnológicas, así como de las apuestas en Bolsa, dependen de que siga abierto el grifo de la deuda. Están apalancadas, lo que amplifica cualquier retroceso de la confianza, un escenario peligroso para los inversores, según ha advertido hoy Carmignac, una de las mayores gestoras de Europa, con casi 40.000 millones de euros en activos bajo gestión y que vislumbra un contexto bursátil aún más arriesgado de lo que aparenta.

La firma francesa ha alertado este miércoles de que gran parte del gasto en IA se financia mediante préstamos de fondos de capital riesgo o de crédito privado, es decir, de los propios inversores de las tecnológicas. Además del posible conflicto de interés, se trata de operaciones opacas de un sector sujeto a menos regulación que la banca tradicional, y cada vez más frecuentes. En 2025, los préstamos bancarios en EE UU crecieron un 10% con respecto al año anterior, impulsados casi en su totalidad por los créditos ofrecidos al sector de la IA por esos “bancos en la sombra”, en la jerga del mercado. “Todo el préstamo de riesgo se ha hecho en la sombra. Hay sospechas de mucha irresponsabilidad y sin regulación”, advierte Raphaël Gallardo, el economista jefe de Carmignac.

La denominada como banca en la sombra no solo concede préstamos a las tecnológicas, sino entre sí. El apalancamiento de los fondos de capital de riesgo, aquellos que intentan batir al mercado, ha llegado a sus mayores niveles desde 2013, estiman desde la firma francesa. Debido a la opacidad de esos préstamos, es difícil estimar la capacidad de esos fondos en pagar sus deudas y por consiguiente de mantener el ciclo de préstamos para la carrera tecnológica. “Un endurecimiento de las condiciones de ese crédito privado podría frenar el aumento de la inversión en IA”, anticipa Gallardo. Algo crucial en una carrera en la que por ahora el que gasta más se ha llevado la mejor en Bolsa.

Esa financiación opaca a veces puede partir desde las propias tecnológicas. El mayor fabricante de chips para el desarrollo de la IA y la compañía más valiosa del mundo, Nvidia, financia algunos de sus mayores clientes como OpenAI, empresa que se ha comprometido a gastar más de un billón de dólares en centros de datos hasta 2035. Las cuentas por cobrar del fabricante de chips (ventas que todavía no han sido pagadas) crecieron un 45% entre enero y octubre. En un informe publicado el miércoles pasado, los analistas de Bank of America, el segundo mayor banco de EE UU, apuntaban a esa financiación como una de las mayores vulnerabilidades de Nvidia.

Desde Carmignac, se estima que las tecnológicas y otros sectores satélites, como las eléctricas, invertirán cinco billones de dólares dentro de los próximos cinco o diez años en los centros de datos, la infraestructura necesaria para desarrollar la IA. “La gran pregunta es: ¿Cuándo se podrá ganar dinero con ese avance?”, señala Gallardo. Si la IA aumenta la productividad como estima la firma francesa, los beneficios futuros adicionales llegarían 23 billones de dólares. El problema: la paciencia de los inversores se está acortando. “Las valoraciones son altas y, por tanto, el riesgo de que algo no salga según lo previsto también es elevado”, añade Kevin Thozet, analista de Carmignac.

Siente esa presión Nvidia. Pese a registrar ganancias en máximos históricos, el fabricante de chips ha encadenado una serie de caídas en Bolsa desde finales de octubre. Este mismo martes, Nvidia cedió en Bolsa más de un 5% después de que Meta anunciara una alianza con la matriz de Google (Alphabet) para usar sus chips, que prometen ser más eficaces y más baratos. Alphabet se disparó un 32% en el día.

Los analistas de la banca de inversión Nomura han apuntado el riesgo de mayor desestabilización en los mercados con “un nuevo momento Deepseek”: el modelo de IA chino le restó a Nvidia casi 590.000 millones de dólares en Bolsa en un único día a finales de enero, el mayor desplome diario de la historia.

Los expertos de Carmignac defienden justo la inversión en mercados alternativos, como el asiático, para cubrirse frente al riesgo. Cerca de la mitad de las inversiones de la firma francesa en el sector tecnológico se realizan en Asia, específicamente Taiwán y Corea, que cotizan con un descuento en comparación con sus pares estadounidenses. “La necesidad es diversificar por regiones, por sectores e incluso por subsectores”, ha recomendado Thozet. Pese a todavía estimar que la IA será rentable dentro de algunos años, los analistas de Carmignac no lo ven tan claro en el corto plazo. “No estamos muy optimistas con respecto al próximo año. Debe parecerse mucho a 2025, pero con más riesgos”, prevé Gallardo. A los franceses no se les conoce por el entusiasmo.

Sobre la firma

Caio Mattos
Escribe sobre Mercados y Economía para Cinco Días y El País. Becario del máster UAM–EL PAÍS. Antes fue corresponsal de la prensa brasileña en Buenos Aires, donde empezó a aventurarse en el periodismo económico al cubrir las elecciones argentinas de 2023 y los primeros seis meses de reformas del Gobierno Milei.
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