Repsol pierde la confianza de los analistas: BNP Paribas recorta un 27% su valoración
Las acciones de la petrolera retroceden un 17% en menos de dos semanas


Los temores de recesión y el aumento de la oferta de crudo pesan como una losa sobre los precios del oro negro. Desde que Donald Trump sacudiera el orden económico con la mayor ofensiva proteccionista desde la Gran Depresión y la OPEP+ acordara aumentar la oferta en 441.000 barriles al día, el barril de Brent se ha desfondado un 14%. Este recorte, que podría ayudar a mitigar las presiones inflacionistas, es un obstáculo para firmas como Repsol. En menos de dos semanas las acciones de la petrolera española retroceden más de un 17%, un goteo que, según las firmas de análisis, podría seguir su curso.
Los que así lo creen son los analistas de BNP Paribas. La entidad francesa mete la tijera y reduce un 27,3% la valoración Repsol desde los 11 euros por acción a los 8 actuales. Es decir, cree que la compañía podría caer un 20% más. La rebaja del precio objetivo se ve acompañada de una recomendación de infraponderar, frente al anterior consejo de mantener. En las últimas jornadas, varias firmas de análisis han ido recortando la valoración de la firma española, pero de forma más moderada. Los analistas de Oddo fijan como precio objetivo los 13,5 euros por acción, frente a los 15 anteriores, mientras que desde Mediobanca ven a las acciones de Repsol en los 18 euros, por debajo de los 19,5 previos.
Un entorno económico de menor crecimiento y mayor oferta de crudo complican el camino de Repsol, que en los últimos 12 meses retrocede un 36% en Bolsa. Giovanni Staunovo, estratega de UBS Global Wealth Management, considera que los aranceles pesarán sobre el crecimiento económico y hará que la demanda de crudo crezca a un ritmo más lento. “Reducimos nuestras previsiones para el Brent hasta los 68 dólares por barril, al tiempo que esperamos que Texas (el crudo de referencia en EE UU) ronde los 64 dólares”, destaca. Aunque esperan que el oro negro abandone los mínimos de 2021 registrados en las últimas jornadas, la recuperación será aún más lenta. Los analistas de Lazard Fréres señalan que la caída de los precios del crudo es una buena noticia porque podría ayudar a reducir la inflación entre el tercer y cuarto trimestre y dar más flexibilidad el BCE.
La siguiente prueba de fuego para Repsol llegará el 30 de abril con la presentación de las cuentas del primer trimestre. En 2024, la compañía redujo su beneficio un 45% hasta los 1.756 millones de euros. El pasado mes de febrero, cuando solo había transcurrido un mes desde el desembarco de Donald Trump en la Casa Blanca y los aranceles se limitaban a México, Canadá y el acero, la firma española ya achacaba el fuerte descenso de los precios del crudo al contexto geopolítico. A la espera de ver qué es lo que dictaminan los analistas de cifras del arranque de año, el 56,3% de las firmas de análisis que siguen al valor siguen aconsejando comprar acciones de la petrolera, frente al 34,4% que recomienda mantener y el 9,4% que cree que en el contexto actual lo mejor es vender. Estas recomendaciones se acompañan de un precio objetivo de 13,96 euros por acción. Es decir, en contra de lo que opinan los analistas de BNP Paribas, el consenso siguen viendo margen para que suba un 40% a medio plazo.
Si las cifras del arranque de año y las perspectivas convencen, Repsol podría sacudirse las presiones bajistas. Según datos de la CNMV, en las últimas horas el hedge fund Elliott ha visto en los recortes de la compañía la oportunidad perfecta para sacar partido y ha aflorado una posición corta sobre el 1,02% del capital. Por su parte, Millennium International Management mantiene una posición bajista sobre el 0,58%.
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