El Ibex 35 gana puntos como refugio inversor en plena guerra comercial de Trump
El selectivo ha aguantado mejor las andanadas arancelarias hasta ahora, y los analistas creen que está más protegido por el peso del sector financiero y su menor músculo exportador

Solo un puñado de activos están esquivando las turbulencias desatadas por la guerra comercial emprendida por Donald Trump. El oro es el más evidente: ronda el 20% de ganancias en lo que va de año, y los más de 3.100 dólares a los que se paga la onza lo sitúan en máximos históricos. Entre las sorpresas positivas, sin embargo, aparece el principal índice de la Bolsa española, el Ibex 35. Su buen comportamiento, con una revalorización de un 13% este 2025 —el doble que el Euro Stoxx 50—, lo ha colocado a la cabeza de Europa, y muy por delante de Wall Street, lo que ha llamado la atención de los analistas consultados por Bloomberg. Los expertos atribuyen su éxito a los buenos resultados de valores defensivos como bancos, aseguradoras y eléctricas. Y lo ven más protegido respecto a otros mercados europeos por su mayor vinculación a la economía nacional. O dicho de otro modo, por su menor dependencia del negocio generado fuera de España. Este jueves, tras los anuncios de aranceles masivos de Trump, resistía mejor el envite que los parqués de Fráncfort, París o Roma, con descensos inferiores al 1% casi una hora después de la apertura de la sesión.
Un músculo exportador menos desarrollado, que sería interpretado como una debilidad en un mundo globalizado donde imperase el libre mercado, es en cambio una fortaleza en tiempos de auge proteccionista. Inditex, la compañía de más valor del Ibex, y también la más internacionalizada, con 5.563 establecimientos en 97 países, es una de las pocas del selectivo que acumula números rojos. Por arriba, en cambio, seis de las siete empresas que más se revalorizan son bancos.
El sector financiero español, que representa en torno al 35% del Ibex, firmó un 2024 histórico, con un beneficio conjunto de 31.767 millones, un 20,5% sobre la cifra ya en máximos de 2023. Los altos tipos de interés contribuyeron a incrementar los ingresos, y aunque desde junio del pasado ejercicio no han dejado de bajar, ese descenso se ha visto compensado por un aumento en la firma de hipotecas. En 2024 se concedieron en España 423.761 préstamos para la compra de vivienda, un 11% más que en 2023.
Los dos grandes bancos son los que a priori podrían sufrir más si se consuma la escalada de tensiones comerciales. El Santander y el BBVA, que suben en Bolsa un 43% y un 36% respectivamente, están muy expuestos a México —es el quinto mercado por beneficios para la entidad dirigida por Ana Botín, y el primero para la de Carlos Torres—. El país tiene en Estados Unidos a su principal cliente, y puede ser una de las grandes víctimas de los aranceles si se cumplen los peores presagios: acaba de rebajar sus previsiones de crecimiento del PIB para este año a un rango de entre el 1,5% y el 2,3%, frente al intervalo previo de entre el 2% y el 3%.
Hay contrapesos para que el Ibex siga resistiendo. Goldman Sachs calcula que sus empresas generan casi un tercio de los ingresos en España, un porcentaje superior al de otros índices. Las empresas de servicios públicos suman el 20% del selectivo, y según Bloomberg han revisado al alza sus perspectivas de beneficios, con algunas como Iberdrola especialmente destacadas. Y el PER (número de veces que el precio contiene el beneficio por acción) adelantado al que cotiza el Ibex es 12, un 15% inferior al del Stoxx 600, y el segundo más bajo de Europa, solo por detrás del Ftse MIB italiano.
Sin embargo, la evolución del mercado es mucho más compleja que afirmar que los países exportadores lo harán mal y los más expuestos a su mercado interno bien. Si así fuera, no se entendería que el Dax alemán, donde cotizan compañías ampliamente internacionalizadas como BMW, Volkswagen, Siemens o Adidas, entre otras, esté más de un 10% arriba este 2025. Factores como el cambio de gobierno, el anuncio de más gasto público en infraestructuras, las previsiones de un rearme europeo (del que se espera se beneficien Rheinmetall y la siderúrgica ThyssenKrupp, entre otras), la buena marcha del sector asegurador con Allianz o Munich RE, o la rotación de activos hacia el continente le han beneficiado.
Europa gana atractivo
Así lo explica el economista Javier Santacruz. “En general, los mercados europeos (y, muy especialmente, el español) se están beneficiando de dos circunstancias: por un lado, el dinero que sale de las tecnológicas de EE UU busca sectores más defensivos (farmacéuticas, consumo defensivo, gestión de inmuebles, bancos...). Y aunque en el mercado estadounidense los hay y con oportunidades, lo toman con cautela por el impacto que tendrán los aranceles sobre los precios de los productos finales y, en consecuencia, prefieren Europa. Por otro lado, la debilidad del dólar y el fortalecimiento del euro, que es consecuencia de la guerra comercial, hace más atractivo el mercado europeo/español para el inversor en dólares”, argumenta.
En lo que va de año, el dólar se deja un 5% frente al euro. La moneda única se cambia por 1,0 billetes verdes, y el aumento de los tambores de recesión en EE UU —Goldman Sachs ha elevado las probabilidades de que ocurra del 20% al 35%—, no hace más que profundizar en esa tendencia. Los inversores europeos que no cubren la divisa y antes acudían a Wall Street tienen ahora por tanto un triple motivo para regresar: un efecto dólar negativo, una inercia positiva de Europa, y una recogida de beneficios en Wall Street tras dos años de fuertes retornos.
A mediados del mes pasado, la OCDE ya señaló a España como la economía avanzada que más crecerá este año y la que menos sufrirá por la guerra arancelaria, en medio de un momento dulce para el mercado laboral y un auge del consumo. Mientras tanto, Trump suma encuentros y desencuentros con el Ibex. “Conozco su banco y usted ha hecho un trabajo fantástico”, le dijo a Ana Botín en Davos hace poco más de dos meses. Menos amable ha sido con Repsol: el veto a sus permisos de extracción en Venezuela está complicando la recuperación de 586 millones de euros de deuda con la petrolera estatal venezolana, que se había comprometido a devolver un préstamo con la entrega de crudo.