Ir al contenido
_
_
_
_

Bankinter apuesta por reducir la exposición a Bolsa: “Las expectativas son peores”

El servicio de análisis del banco reconoce dificultades para hacer predicciones “en este nuevo contexto de confusión continua”

Operadores en la Bolsa de Nueva York, el pasado 20 de marzo.
Álvaro Sánchez

Adelantar el rumbo que van a tomar los mercados en meses venideros no ha sido nunca una tarea sencilla. Ahora, la cantidad de factores que escapan al control de quienes lo estudian lo ha vuelto prácticamente imposible. Por eso, el informe del departamento de análisis de Bankinter para el segundo trimestre de 2025 incluye un ejercicio de humildad poco común. “Nadie sabe casi nada en este nuevo contexto de confusión continua. Ni en el frente económico, ni en el geoestratégico… que influye ahora más que antes en la economía. Pero nadie o casi nadie está dispuesto a admitirlo. No es nuestro caso. Sabemos menos que antes y nuestras estimaciones podrían ser menos fiables”, admiten.

El texto trata de diseccionar en sus 50 páginas algunas de las tendencias de los próximos tres meses. En el caso de las Bolsas, su recomendación es clara: toca disminuir la exposición. Proponen recortarla un 10% para todos sus perfiles, dejándola en un 70% de la cartera para los inversores más agresivos, en un 50% para los dinámicos, un 40% los moderados, un 25% los conservadores y un 20% los defensivos. Igual que un vehículo reduce la velocidad al circular en carretera si se sumerge en una densa niebla, Bankinter estima que la información actual resulta difícilmente interpretable, sobre todo por las políticas erráticas y agresivas de Donald Trump al frente de la Administración americana, y por tanto lo más razonable es asumir algo menos de riesgo. “Permanecer con niveles de exposición elevados como hasta ahora como si nada hubiera cambiado no se entendería fácilmente, porque no sería coherente con el deterioro progresivo del contexto”, justifican.

La tesis detrás de esa decisión es que el futuro ofrece menos oportunidades que antaño. “No estamos mejor que hace tres o 12 meses, sino peor. Al menos en términos de expectativas. Y las expectativas, más que la realidad, marcan la dirección del mercado”, advierten.

Haciendo un poco de balance, concluyen que en estos poco más de dos meses de Gobierno, Trump está decepcionando las expectativas que el mundo del dinero puso en él tras su triunfo electoral. Las Bolsas le recibieron con entusiasmo ante la perspectiva de una política procrecimiento con recortes de impuestos que fomentara el consumo, una desregulación del sector financiero que animara la concesión de créditos, y un control del gasto público que rebaja el déficit. La realidad, sin embargo, es que la guerra comercial y la inestabilidad que lleva aparejada es su legado más importante hasta ahora. “El problema es que lo que parecía un arma negociadora (aranceles) se ha traducido en una realidad con visos de escalar aún más, la confianza de los consumidores cambia a peor y suben las perspectivas de inflación”, apuntan.

Tirando de historia, los analistas de Bankinter recuerdan que en épocas de auge proteccionista, como el periodo de entreguerras, el comercio se contrajo, el crecimiento cayó, la inflación repuntó, y el desempleo aumentó, redundando en menos beneficios empresariales por la debilidad tanto del consumo privado como de la inversión empresarial. “Así que, obviamente, a menores beneficios, menores valoraciones y evolución más modesta de las Bolsas. Además, tenemos la evidencia de que una inflación superior suele venir acompañada de tipos de interés también superiores (o menos bajos, en nuestro ciclo económico actual), factor que también hace que las valoraciones de las compañías sean inferiores. Y, por extensión natural, de las Bolsas”, señalan.

A su juicio, esa batalla arancelaria está detrás de la caída de Wall Street en el primer trimestre, así como del aumento en los diferenciales de crédito, y de la demanda de activos refugio como el oro, en máximos históricos tras romper la barrera de los 3.000 dólares la onza.

Más potencial en EE UU

Con el S&P 500 y el Nasdaq tecnológico cotizando en negativo en lo que va de año, tras haberse recuperado parcialmente de la corrección en que se adentraron, Europa ha resistido el chaparrón con una entereza que pocos podían prever. Índices como el Dax alemán y el Ibex 35 español rondan avances del 15%, y en el caso del Eurostoxx 50 está en la frontera del doble dígito. Sin embargo, desde Bankinter no lanzan las campanas al vuelo. “Conviene no infravalorar unos riesgos que se mueven al alza, incluso a pesar de que el reajuste esté tardando en llegar a Europa. No sería la primera vez que sucedería así. El mercado americano se adapta al cambio y alerta siempre antes”, afirman.

Entonces, ¿es momento de saltar de la Europa alcista a los rezagados Estados Unidos? Desde Bankinter creen que este último, pese a Trump y los aranceles —que como ha anunciado recientemente, acaba de rebajar—, alberga más potencial. “Geográficamente, seguimos priorizando EE UU sobre Europa, donde el mayor crecimiento de resultados empresariales (un 11,8% en EE UU frente al 5,4% en Europa) debería actuar como soporte”, aseguran. En cuanto a los emergentes, ven la cara y la cruz en los dos países más poblados del mundo. “Mantenemos India como única idea de inversión, con un binomio rentabilidad riesgo asumible, e insistimos en que hay que seguir fuera de China, donde el ciclo económico se deteriora y los estímulos anunciados son, de momento, confusos, poco concretos y no asumen compromisos reales”, critican.

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_