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El rearme del Viejo Continente deja ganancias de más del 100% en el año en las empresas europeas de defensa

El aumento del gasto en seguridad de la UE es visto como un catalizador para el sector. Valores como Thyssenkrupp, Eutelsat, Hensoldt o Renk lideran la escalada

Un submarino yace frente a la nueva nave de construcción naval de los astilleros Thyssenkrupp Marine Systems, en Kiel, Alemania, el 20 de enero de 2025.
Juan Pablo Quintero

El negocio de la guerra y el inminente incremento de gasto en defensa de la Unión Europea (UE) ha invocado a los inversores. Los valores del Viejo Continente ligados a este sector son los que mejor absorben el repunte de las turbulencias geopolíticas y los mensajes de rearme enarbolados por Bruselas. Siete de las 10 empresas que más se revalorizan del Stoxx 600 en el año están ligadas a la defensa: las alemanas Thyssenkrupp y Rheinmetall avanzan un 143,7% y un 99,2% en Bolsa respectivamente desde principios de año, seguidas por las francesas Thales (80,5%) y Dassault Aviation (51,4%), así como las italianas Leonardo e Iveco (77% y 75% respectivamente) o la sueca Saab (61%). Pero las subidas no se quedan solo entre las grandes empresas. Los pequeños valores logran repuntes de más del 100%, como la operadora de satélites francesa Eutelsat o la alemana Hensoldt (especializada en sensores para defensa y el sector aeroespacial). La escalada ha llevado a Renk, fabricante de sistemas de suspensión de vehículos, a dar el salto al MDAX, el índice de pequeños valores de la Bolsa alemana tras subir el 105%, mientras que la española Indra sube el 50,8%.

Las fuertes subidas que registra el sectorial europeo de defensa, que avanza un 34,1% en el año, contrastan con el comportamiento de su homólogo estadounidense, sustancialmente inferior, que se anota solo un 4%. La evolución está ligada a las amenazas vertidas por Donald Trump sobre Europa para elevar su gasto en defensa y llevan a JP Morgan a asegurar que “la era en la que los contribuyentes estadounidenses pagan por la defensa europea se acabó”. Desde la firma dicen que a partir de ahora “los valores europeos de defensa tendrán unas ventas y unos beneficios mucho mayores que los que se han visto en los últimos 25 años”.

El último catalizador ha sido el discurso del previsible nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, que se ha comprometido a hacer “lo necesario” para defender “la libertad y la paz en Europa”. Merz prevé presentar la próxima semana, de la mano de los socialdemócratas en el Parlamento, una ley para suprimir el estricto freno al gasto nacional y está por ver el compromiso del resto de Estados miembros de la UE, aunque existe la certeza de que todos aumentarán el gasto en seguridad. “Se esperaba que los miembros europeos de la OTAN aumentarían su gasto colectivo en defensa del 2,1% en 2024 al 2,5% para finales de la década, pero esta suposición es ahora demasiado conservadora”, concluyen en JP Morgan.

Lo paradójico es, sin embargo, que el dinero que se invierte en defensa en Europa termina en compañías estadounidenses. El trasvase de flujos lo explican los analistas de Citi, que apuntan a que antes de la invasión rusa de Ucrania el 60% de los presupuestos de defensa europeos terminaban en empresas estadounidenses. “Esto aumentó al 80% durante la guerra en Ucrania, pues las empresas europeas tuvieron dificultades para aumentar su capacidad rápidamente”, destacan. Y concluyen con que “volver al 60% llevará bastante tiempo, lo que implica que, en los próximos años, una parte significativa del gasto adicional en defensa beneficiará más a EE UU que a Europa”.

Entre las empresas europeas que se favorecerían más del aumento del gasto militar por parte de los Estados miembros, los analistas de Citi apuntan a BAE Systems, Thales, Leonardo, Saab y Hendsoldt entre aquellas que podrían sacar partido a las inversiones en misiles y defensa militar. También inciden en que la guerra en Ucrania ha dejado las reservas europeas de municiones de artillería agotadas, lo que favorece especialmente a Rheinmetall y BAE Systems. Entre las beneficiadas por la utilización de drones para misiones de inteligencia o vigilancia, destacan a Leonardo, Airbus o Dassault Aviation.

Pero no solo se trata de fabricantes de armamento, pues las subidas también llegan a las empresas de satélites y software. Eutelsat avanza un 213% en el año, subida que se amplía al 478% en las últimas cuatro jornadas tras la amenaza de Donald Trump de dejar a Ucrania ciega en el frente, sin los satélites de Starlink. Un papel en el que la empresa de Elon Musk podría ser sustituida por la empresa francesa. Menores subidas logran las firmas británicas QinetiQ y Babcock, que rozan el 50% desde principios de año.

Inversiones estratégicas para los Estados

El fuerte empuje dado por los dos principales partidos alemanes al gasto militar esta misma semana permitirá elevar esta partida desde los 80.000 millones de euros a unos 135.000 millones, si el gasto en defensa sube al 3%, porcentaje que podría elevarse aún más, según los analistas. La expectativa de una mayor inversión en defensa y la apuesta por negocios bélicos están detrás de las fuertes alzas que acumula Thyssenkrupp en los últimos seis meses, de un 210%.

Aunque se trata de un conglomerado industrial, la posibilidad de que segregue en Bolsa su división de submarinos está siendo el catalizador principal en el parqué, aunque suponga solo el 6% de los ingresos del grupo. Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) suministra el 70% de la flota de submarinos no nucleares de la OTAN y en Bank of America creen que hay altas probabilidades de que “el gobierno alemán tome una participación en el negocio a través del banco de desarrollo KfW”, una posibilidad que confirmó el consejero delegado de Thyssenkrupp, Miguel López. La irrupción de Berlín en su capital no sería un movimiento único, dado que los Estados europeos mantienen ya fuertes inversiones en compañías de sectores estratégicos como la defensa: el Gobierno italiano tiene el 30% del fabricante de helicópteros Leonardo; el ejecutivo español controla, a través de la SEPI, un 28% de Indra; y Francia tiene un 27% de Thales y un 11% de Safran.

El negocio de submarinos de Thyssenkrupp emerge con fuerza

Thyssenkrupp ha acaparado en pocas semanas la atención de los inversores tras conocerse que la empresa estudia segregar y sacar a Bolsa su negocio de submarinos (TKMS). Desde Bank of America reconocieron que de llevarse a cabo la OPV “generará una fuerte demanda” y que “existe una oportunidad particular si el mercado le asigna un múltiplo de defensa en lugar de un múltiplo de acero para valorar sus activos”.  Según los cálculos preliminares, la valoración de TKMS podría situarse entre los 5.000 millones y 8.300 millones de euros, según cálculos de Citi, frente a los 6.100 millones que capitaliza en este momento su matriz. “Aunque el negocio de Rheinmetall es más grande— tienen ingresos anuales de 10.000 millones de euros, frente a los menos de 3.000 millones de Thyssenkrupp —, y tiene mejores márgenes operativos (15% frente al 6% en 2024), el negocio marino del grupo ha generado un flujo de caja anual promedio de 350 millones, ligeramente superior al de Rheinmetall (300 millones de euros), por una menor intensidad de capital”, explican estos analistas.

La segregación de este negocio es vista, además, como algo positivo para Thyssenkrupp. Según Bank of America, liberaría a los inversores de “las restricciones ambientales, sociales y de gobernanza que les impiden poseer acciones con activos de defensa”.

Las conversaciones sobre la posible segregación de la división de submarinos de Thyssenkrupp se remontan a abril de 2024, cuando el grupo alemán reconoció que estaba en negociaciones con la firma de capital riesgo Carlyle para una posible venta, valorada entonces en unos 1.500 millones. Las negociaciones finalizaron sin éxito en octubre. Desde la empresa, reconocen por correo electrónico un fuerte repunte de su cartera de pedidos: “Hemos recibido importantes pedidos de construcción de varios países, incluidos Alemania, Noruega, Israel, Turquía o Brasil”, que han elevado su cartera hasta los 16.400 millones de euros a cierre de 2024. La empresa descarta verse afectada por los aranceles anunciados por Estados Unidos. “Debido a los desarrollos geoestratégicos, esperamos que la demanda siga en aumento”, apuntan.

Sobre la firma

Juan Pablo Quintero
Colombiano (1997). De Bogotá, con raíces caleñas. Psicólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, con experiencia en el sector de la pequeña y mediana empresa (Pyme). Es redactor en la sección de Economía de El País-Cinco Días, donde cubre noticias de Mercados Financieros. Lector asiduo de Platón y de Gustavo Adolfo Bécquer en los tiempos libres.
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