Las monarquías árabes inundan de petrodólares la gran empresa española
Arabia Saudí o Abu Dabi están protagonizando las grandes operaciones corporativas en el mercado español. Esta semana, el emirato ha cerrado la compra de Tendam (Cortefiel) mientras que Riad ya tiene representación en la cúpula de Telefónica

La inversión de los países árabes en la gran empresa española se dispara. Los petrodólares procedentes de países como Arabia Saudí, Abu Dabi o Qatar están cada vez más presentes en las grandes empresas españolas. Las monarquías absolutistas del golfo pérsico ya no sólo toman posiciones minoritarias en firmas cotizadas del Ibex sino que se están convirtiendo en propietarios, socios de referencia o accionistas significativos de empresas estratégicas.
Si los grandes fondos estadounidenses y europeos protagonizaban casi el total de las operaciones corporativas desde hace una década, ahora son los fondos soberanos de Oriente Medio quienes dominan la escena inversora. Más aún en un momento en que el apetito inversor de China, lastrada por su crisis inmobiliaria, está en retirada. Así lo avalan los datos macroeconómicos, que reflejan que España batió un récord de captación de inversiones de fondos extranjeros estatales entre 2023 y 2024, con más de 7.000 millones de euros, según un informe del IE elaborado con datos del ICEX (Ministerio de Industria, Comercio y Turismo). Entre los grandes actores ya destacaban hace más de dos años los investigadores del IE a los fondos árabes.
Tras la elaboración de este estudio, la inversión de los países del golfo pérsico no ha parado de crecer y la expectativa es que sigan liderando las grandes operaciones corporativas. En la última semana han completado dos hitos. La familia real de Abu Dabi compró el 68% de Cortefiel a CVC y Pai Partners en una transacción valorada en 1.000 millones de euros. La compra de los emiratíes ha sido la mejor solución que ha encontrado Tendam después de varios intentos de salida a bolsa infructuosos.
No ha sido el único movimiento protagonizado por las monarquías árabes. Al día siguiente de la toma de control de Cortefiel, Arabia Saudí culminaba su desembarco en Telefónica, donde compró un 10% del capital por 2.100 millones de euros en 2023. La operadora nombró al CEO de Saudí Telecom miembro del consejo de administración de la multinacional, considerada por el Gobierno como estratégica para los intereses nacionales de España.
Las últimas inversiones árabes suponen la consolidación de una tendencia que viene de lejos. En 2011, el fondo soberano de Abu Dabi, IPIC, rebautizado como Mubadala, tomaba el control Cepsa (rebautizada como Moeve), una de las empresas energéticas con más historia de España. También a principios de la década pasada se produjo la irrupción de Qatar Investment Authority en Iberdrola. El fondo soberano qatarí puso 2.000 millones en plena guerra de la eléctrica con ACS por el control. Desde entonces ha seguido aumentando su participación y es desde hace años el primer accionista de la utility.
Qatar, que recibió todos los focos en 2023 con la organización del mundial de fútbol, también cuenta con un 25,1% del capital social de IAG, la matriz de Iberia o Vueling y el 19% de las acciones de Colonial, una de las principales inmobiliarias del país. Además, diversos inversores qataríes tienen posiciones minoritarias en El Corte Inglés, en Prisa (editora de EL PAÍS y CincoDías) o en el Málaga CF. Qatar Sports Investments, dueño del equipo de fútbol PSG en Francia, se hizo con World Padel Tour, el circuito profesional de este deporte cada vez más popular que atesoraba Damm, la compañía de la familia Carceller.
Pero quien se está erigiendo en protagonista absoluto en lo que a inversiones corporativas se refiere en la actualidad es Abu Dabi. Su nombre sonó con mucha fuerza durante la primavera de 2024, cuando Taqa, una de las energéticas controladas por el emirato, anunció su intención de lanzar una opa sobre Naturgy, considerada como una de las empresas más estratégicas de España al ser el gestor de los contratos de aprovisionamientos de gas más importantes que garantizan la seguridad de suministro.
La opa sobre Naturgy descarriló por la falta de entendimiento con el otro gran accionista, Criteria Caixa, pero en el mercado se sigue mirando de reojo a esta firma árabe por si pudiera reactivarse el plan. Máxime ahora que Naturgy ha lanzado una autoopa que podría facilitar la salida de los fondos CVC y GIP, lo que puede allanar el desembarco emiratí.
Mientras se resuelve el futuro de Naturgy, el vehículo de inversión en renovables de Abu Dabi aumenta su cuota de mercado aprovechando que el resto de grandes fondos europeos y americanos enfrían sus expectativas por la fuerte subida de los tipos de interés. Masdar, participada por Taqa y Mubadala, ha comprado por 1.200 millones de euros Saeta Yield, la plataforma de renovables fundada por ACS y cuyo nombre se inspiró en Alfredo Di Estéfano, conocido como la Saeta Rubia.
Entre tanto, Masdar también ha comprado el 49% de una cartera de renovables de Endesa y aspira a prolongar esa alianza con la adquisición de más activos. A nivel internacional, ha firmado un acuerdo de coinversión con Iberdrola de 15.000 millones de euros que ya está fructificando en compras de paquetes minoritarios de los activos de eólica marina en el Mar del Norte europeo. También sonó como un candidato a quedarse activos de Acciona que aún siguen en mercado sin comprador.
Fuera de la energía, Taqa también está preparando otras inversiones relevantes. La firma árabe está ultimando la compra de GS Inima, la división de agua de OHL, actualmente en manos de una compañía coreana. La operación se estima en 1.300 millones de euros. Mubadala, la dueña emiratí de Moeve, compró a finales del año pasado la compra de Babel, una consultora de tecnología de 300 millones de euros.
Aunque no todo son alegrías inversoras. Mubadala vendió a Amerra el 43% de Avramar después de sufrir problemas con esta compañía. Con participaciones menos destacada, Abu Dabi también está en otras del Ibex-35 como Cellnex, donde posee un 2,7% a través de ADIA, y en Enagás, en la que Mubadala posee un 3,1%.
Tras Abu Dabi, Arabia Saudí también está haciendo movimientos llamativos. No solo la compra del 10% de Telefónica. Tal y como avanzó este diario, el país gobernado por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán logró autorización del Consejo de Ministros de España para la toma del 10% de Horse, la división de motores compuesta por Renault y la china Geely valorada en 7.400 millones de euros.
Entre sus compras más populares, destacan los derechos sobre la Supercopa de Fútbol española, que se celebra desde hace años en territorio saudí. La presencia en el deporte es cada vez más destacada. El fondo soberano Public Investment Fund (PIF), es desde este 2024 uno de los patrocinadores principales del Mutua Madrid Open, junto con Mutua Madrileña.
La exuberancia inversora ha llevado a este país a patrocinar el Estadio Metropolitano del Atlético de Madrid, que desde el otoño de 2024 se denomina Riyadh Air Metropolitano. El patrocinio es de una aerolínea que aún está iniciando su operativa. Precisamente por su juventud, esta aerolínea descartó entrar en el proceso competitivo para la compra de una parte de Air Europa para sustituir a la SEPI, según señalan fuentes conocedoras de los contactos. Hasta el golfista español Jon Rahm, que dijo que nunca se iría al circuito patrocinado por Arabia Saudí, acabó firmando un contrato de 220 millones de euros con el país árabe. Se convirtió en el deportista mejor pagado del mundo y hoy es una de las 200 mayores fortunas de España.