Supermicro se hunde un 32% en Bolsa tras la renuncia de su auditor
Ernst & Young deja de auditar a la empresa tras alegar preocupaciones sobre varios asuntos relacionados con la gobernanza y la transparencia
Supermicro, una de las empresas más beneficiadas por la fiebre de la inteligencia artificial y uno de los principales socios de Nvidia, está sufriendo un fuerte castigo en Bolsa. Sus títulos se desploman un 32% en Wall Street tras reconocer la dimisión de su auditor. Ernst & Young (EY) renunció a su rol al tener “serias preocupaciones sobre varios asuntos relacionados con la gobernanza, la transparencia y la integridad de las comunicaciones, y otros asuntos relacionados con el control interno sobre la información financiera de la compañía. El anuncio se produce una semana antes de que la empresa presente sus cuentas trimestrales y dos meses después de que se retrasara sine die la publicación de su informe anual del ejercicio fiscal 2024— finalizado el pasado 30 de junio —tras la apertura de una investigación judicial. EY apunta a problemas de control interno sobre “la información financiera y la presentación del informe anual, que estaba en riesgo significativo.”
El batacazo llega en un momento delicado para la compañía estadounidense. El 27 de agosto, el fondo bajista Hindenburg Research publicó un informe demoledor en el que cuestiona la veracidad de sus estados contables y apuntaba a irregularidades contables, con operaciones con terceros sin registrar, así como fallos en el control de exportaciones y problemas con clientes. A raíz de la investigación, el Wall Street Journal informó que el Departamento de Justicia había iniciado una investigación sobre la empresa. Además, las acusaciones de haber violado las normas contables, realizadas a principios de este año por parte de Bob Luong, un ex-empleado de Supermicro, habían comenzado previamente las investigaciones.
La compañía se ha visto inmersa desde 2023 en el frenesí de las tecnológicas y la apuesta por la inteligencia artificial. Desde enero de 2023 a marzo de este año, cuando marcó máximos, la acción se disparó un 1.316,7%. Si bien desde entonces corrige un 72%. Según detalla Bloomberg, para cubrir todas las posiciones abiertas sobre la compañía en la jornada, se necesitarían negociar 71,6 millones de acciones, lo que representa el 251% del promedio diario de negociación de Supermicro.
El auditor asegura que la información que ha obtenido de la compañía le conduce a “no confiar más en la dirección de la empresa y en su comité de auditoría”, y rechaza firmar los estados financieros de la empresa. Ya en junio, EY detectó problemas con los controles financieros internos, la gobernanza y la transparencia de Supermicro, lo que llevó a la empresa designar un comité especial para investigar los controles internos. La firma logró hacerse con la auditoría de Supermicro a mediados de 2023, sucediendo a Deloitte, que ejerció como auditor durante 20 años. Desde Supermicro han reconocido que “están trabajando diligentemente para seleccionar a un nuevo auditor”.
Woo Jin Ho, analista de Bloomberg Intelligence, estima que la renuncia de Ernst & Young podría aumentar las dudas sobre la validez de las cuentas de ejercicios anteriores de la compañía. Esto “refuerza la necesidad de una mayor gobernanza corporativa, lo que podría requerir un cambio en el liderazgo”, destacó Ho. En 2020, Supermicro resolvió una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores de EE UU (SEC) sobre su contabilidad, pagando una multa de 17,5 millones de dólares (16,14 millones de euros), sin admitir ni negar las acusaciones del regulador como parte del acuerdo. En un comunicado, la empresa afirmó que sigue centrada en cumplir con los compromisos con sus clientes y sus hojas de ruta de productos para el crecimiento robusto.