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El yen se fortalece a máximos de 2023 ante el posible recorte de medio punto de la Fed

Se aprecia más allá de las 140 unidades por dólar en la semana en que se reunirá también el Banco de Japón

El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, en una rueda de prensa posterior a la reunión de la entidad.
El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, en una rueda de prensa posterior a la reunión de la entidad.Kim Kyung-Hoon (REUTERS)
N. Salobral

La expectación es máxima en el mercado financiero ante la decisión que este miércoles anunciará la Reserva Federal estadounidense y la del Banco de Japón esta misma semana está agitando el mercado de divisas. Los inversores se han posicionado con más convicción en favor de un recorte de medio punto, frente a una rebaja de 25 puntos básicos, lo que en consecuencia está debilitando al dólar y sirve también para alimentar la apreciación que registra el yen desde los mínimos de principios de julio. La divisa nipona ha perforado hoy las 140 unidades por dólar, el nivel más alto desde julio del año pasado.

El Banco de Japón se reunirá este mismo viernes y aunque no se espera una nueva subida de tipos, el mercado sí avanza que lanzará un mensaje de cierta dureza, apuntando a nuevas subidas, después de la inesperada alza decidida en julio, la segunda en el año, que ha dejado el precio del dinero en Japón en el 0,25%. Y ante la caída de rentabilidad de los bonos estadounidenses en la antesala del recorte de tipos de la Fed -el bono de EE UU a 10 años cotiza hoy en el 3,64%-, los inversores están optando por vender dólares para comprar yenes. A pesar de que el mercado no espera una nueva subida de tipos en Japón hasta diciembre, los inversores se están posicionando ante lo que se espera sea un paso más en el estrechamiento de la brecha entre los tipos de interés entre las dos economía: la Fed rebajará este miércoles los tipos y los futuros dan un 59% de probabilidades (el doble que hace una semana) a que el recorte sea contundente, de medio punto.

El avance de hoy del yen se produce en una jornada sin actividad en el mercado nipón, cerrado por festivo, y amplifica el rally que registra la divisa nipona desde principios de julio, cuando alcanzó el nivel más bajo en los últimos 38 años, en las 161,6 unidades por dólar. Las intervenciones del ministerio de Finanzas frenaron la caída, y el ascenso de la divisa se aceleró después del 31 de julio, cuando el Banco de Japón subió tipos y elevó previsiones de inflación. Pero el movimiento más violento se dio en agosto, cuando los inversores comenzaron a deshacer posiciones ante el temor a una recesión en EE UU. El lunes negro (día 5 de mes), la Bolsa japonesa sufrió un derrumbe del 12%, el mayor desde 1987, arrastrada por una oleada de ventas por parte de inversores que buscaban reducir su endeudamiento en yenes. Los tipos al 0% en Japón, ajeno a la tensión inflacionista en otras áreas, habían favorecido el endeudamiento en yenes para tomar posiciones de inversión, en una dinámica denominada carry trade que dirigió sus inversores especialmente al mercado japonés y a Wall Street.

Así, la perspectiva de un yen más fuerte, a la vez que de un dólar más barato por los recortes de tipos de la Fed, los inversores se apresuraron a comprar yenes para devolver los créditos asumidos en la divisa nipona bajo esa práctica de carry trade, antes de que se apreciara aún más. Y la forma más inmediata de lograr esa liquidez para reducir el endeudamiento en yenes fue las ventas en Bolsa, lo que contribuyó en gran medida a las fuertes turbulencias del 5 de agosto. El impacto de las perspectivas de un yen fuerte sobre las firmas exportadoras también jugó su papel.

Más de un mes más tarde, el yen ha continuado apreciándose pero sin crear nuevos episodios de volatilidad en el mercado. El endeudamiento en yenes continúa siendo elevado, según apunta el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS), que calcula que los créditos denominados en yenes concedidos fuera de Japón a firmas no bancarias habían alcanzado los 250.000 millones de dólares a marzo de este año. En un análisis publicado a finales de agosto, el BIS también advierte de que “los factores que subyacen al repunte de la volatilidad y a los grandes movimientos del mercado no han cambiado significativamente. La asunción de riesgos en los mercados financieros sigue siendo elevada”. Aun así, apunta a que el fenómeno de deshacer posiciones del carry trade se habría paralizado. Ciertas operaciones financiadas en yenes, que implican a activos más ilíquidos, se deshacen con más lentitud. “Además, ya había indicios de que algunas posiciones apalancadas se estaban reconstruyendo rápidamente”, concluye.



Sobre la firma

N. Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
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