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El Ibex sube el 3,04% en agosto y las Bolsas conjuran el riesgo de corrección

El mes del lunes negro termina con los índices en positivo y Wall Street merodeando zona de máximos históricos gracias a las perspectivas de recortes de tipos inminentes

Las principales Bolsas mundiales en la semana y en el mes
Álvaro Sánchez

Los agostos pueden ser meses envenenados para las Bolsas. Por un lado, la caída de la negociación bursátil facilita que haya más volatilidad, pues hace falta menos dinero para mover los índices, aunque los días de vértigo no siempre aparecen, y hay jornadas donde la monotonía lo inunda todo y nada parece moverse. Por otro, la rentabilidad histórica suele ser algo inferior en este periodo. Sell in may and go away —vende en mayo y márchate—, dice un dicho muy conocido entre los inversores.

Quienes el 5 de agosto estuvieran sentados frente a sus pantallas viendo pasar cotizaciones en lugar de en una hamaca playera, probablemente se llevaron las manos a la cabeza repitiéndoselo. Pero al lunes negro, el gran susto bursátil del mes, casi no le dio tiempo a meter miedo. Se fue tan rápido como llegó. Y agosto, aunque no ha sido el mejor mes del año, tampoco ha sido el peor: los principales índices europeos y estadounidenses lo han cerrado en verde, con máximos históricos intradía en el Dax alemán y el Dow Jones estadounidense. Las Bolsas suman así cuatro meses consecutivos al alza. Justo desde ese mayo supuestamente maldito. 2024 se confirma de este modo, pasado ya el ecuador del año, como un gran ejercicio para los parqués. Algo en parte inesperado, por la falta de fatiga alcista tras el boyante 2023.

Como colofón a agosto, este viernes el Ibex 35 cerró con subidas del 0,38% y conserva los 11.400 puntos reconquistados esta semana y el nivel al que cotizaba a principios de junio. A la cabeza estuvieron Colonial (3,09%), Merlin (2,12%) y Puig (1,85%), y por abajo Inditex (-0,75%) y Cellnex (-0,2%). El selectivo español sobresalió entre las Bolsas europeas, que registraban pequeñas pérdidas al cierre, y en el mes de agosto se apunta una subida del 3,04%. En el Eurostoxx 50, la firma inmobiliaria alemana Vonovia y el grupo de inversión Prosus estuvieron entre las mejores, mientras que la multinacional holandesa de chips ASML y la distribuidora de bebidas alcohólicas Pernod Ricard figuraban entre las peor paradas. En Wall Street, la sesión abrió con ligeras subidas, todavía insuficientes para que el S&P 500 alcance los máximos con los que lleva días coqueteando. Nvidia recuperaba parte del terreno perdido el jueves, mientras que uno de sus rivales venido a menos, Intel, repuntaba un 10% y lideraba las ganancias en el S&P 500.

La semana también acabó en verde para la mayoría de los principales índices, que supieron digerir la noticia de que Nvidia, el fabricante de microprocesadores de inteligencia artificial que disputa a Apple y Microsoft el trono de empresa más valiosa del mundo, decepcionó ligeramente al mercado con sus resultados.

Los buenos datos de crecimiento del PIB de EE UU, que siguen alimentando la idea de un aterrizaje suave de la economía al haber conseguido hacer retroceder la inflación sin provocar un desempleo elevado, dispararon el optimismo. Pero este mes las señales favorables fueron múltiples: las ventas minoristas de EE UU sorprendieron positivamente —la cadena de hipermercados Walmart, un termómetro de la economía de EE UU, batió previsiones—, también las cifras de inflación en Europa conocidas este viernes (2,2%, mínimos de tres años) y las que Estados Unidos publicó a mediados de mes (2,9%).

Además, la temporada de resultados ha sido en conjunto favorable, y el mensaje desde el tradicional encuentro de Jackson Hole del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dando por hecha la bajada de tipos de interés en su reunión del 18 de septiembre —“Ha llegado el momento”, afirmó— de un modo más claro de lo que suele ser habitual para un banquero central, dio nuevos argumentos a los inversores para entrar o mantenerse en el mercado. Por si hubiera alguna duda, este viernes se supo que el índice de precios PCE, un indicador que la Fed analiza con gran interés antes de tomar decisiones, cerró julio en el 2,5%, el mismo nivel que el mes anterior, lo cual supera las expectativas y allana la bajada de tipos.

El recorte, previsiblemente de 25 puntos básicos (el mercado otorga un 33% de posibilidades a uno más agresivo, de 50 puntos) será el primero que acomete la Fed desde marzo de 2020, y sigue así los pasos del Banco Central Europeo, que ya movió ficha en junio, y se espera que vuelva a hacerlo en septiembre y diciembre.

La gran pregunta es si las Bolsas encontrarán nuevos incentivos para seguir subiendo en la recta final de año, una vez descontadas ya las bajadas de tipos del BCE y de la Fed. Y cuál será la reacción al resultado de las elecciones estadounidenses del martes 5 de noviembre, muy igualadas. “El mercado ya había descontado totalmente el recorte del BCE para su próxima reunión del 12 de septiembre, y las últimas cifras de inflación no han cambiado en nada estas expectativas”, indica Sam North, analista de mercado de eToro.

“Estamos viendo un mercado de bonos que descuenta una fuerte suavización [de la política monetaria], y un mercado de acciones razonablemente respaldado por el crecimiento”, sostiene Shaniel Ramjee, de Pictet Asset Management.

En palabras recogidas por Reuters, Neil Birrell, responsable del área de inversión en Premier Miton, afirma que los mercados se encuentran en una fase compleja donde se mueven por referencias a corto plazo, con cada nuevo dato económico cambiando el estado de ánimo de los inversores. “Si hay alguna decepción, habrá riesgos emergiendo de nuevo”, advierte.

Oro y petróleo, tendencias opuestas

Más allá de las Bolsas, agosto deja varios hitos. En el mercado de divisas, el dólar se debilitó frente al euro a niveles no vistos prácticamente desde la invasión de Ucrania, ante la perspectiva más clara de rebajas en el precio del dinero por parte de la Fed. Y en el de metales, el oro tocó máximos históricos más allá de los 2.500 dólares, en medio de una fuerte demanda de los bancos centrales y de su adquisición como activo refugio por parte de inversores ante el aumento de la incertidumbre geopolítica.

Los focos de tensiones no solo no se han cerrado, sino que se han abierto nuevos frentes, desde la incursión ucraniana en suelo ruso —que hizo subir la cotización del gas durante varias sesiones—, sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, al mayor intercambio de fuego entre Israel y Hezbolá de las dos últimas décadas, o la promesa de represalias contra Israel lanzada por Irán tras el asesinato en su capital del máximo jefe político de Hamas, Ismail Haniya. La mejor noticia es que pese a las turbulencias en Oriente Medio, el precio del barril de petróleo Brent no se ha disparado, y va a cerrar agosto ligeramente a la baja, en el entorno de los 77 dólares.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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