Puig logra pista para aterrizar en el Ibex 35 en sustitución de Meliá
La firma de cosmética formará parte del índice desde el 22 de julio. La hotelera dejará el selectivo tras ocho años
El selectivo español tendrá a partir del 22 de julio un nuevo miembro en sus filas. El grupo de cosmética de lujo Puig dará el salto al Ibex 35 tras poco más de dos meses desde su debut en Bolsa logrando así romper con más de un año y medio sin cambios en la composición del índice. El Comité Asesor Técnico (CAT) del Ibex ha decidido este martes incluir a la empresa catalana en sustitución de Meliá en una reunión celebrada con carácter extraordinario de este martes.
El CAT tiene dos reglas para determinar la composición del Ibex. La primera de ellas es que la capitalización media de cada empresa supere, ajustada por el coeficiente flotante, el 0,3% de la capitalización media del índice durante el periodo de control, que es de seis meses. La segunda condición es que el valor cotice durante al menos un tercio de las sesiones del periodo de control, lo que implicaría dos meses como cotizada, si bien el comité contempla la excepción de aquellos valores cuya capitalización flotante de cómputo en el Ibex 35 se sitúe entre los 20 primeros puestos, requisito que sí cumple Puig. En todo caso, el CAT defiende que “tomará las decisiones de inclusión o exclusión de valores en los Índices que estime oportunas atendiendo a circunstancias especiales no recogidas en las estipulaciones correspondientes a cada índice sin perjuicio de la publicación, en su caso, de los correspondientes informes al respecto”.
La última vez que se produjo un cambio en la composición del Ibex 35 fue a finales de 2022 cuando Logista y Unicaja entraron en el índice en sustitución de Siemens Gamesa, tras la opa lanzada por su matriz y que derivó en su exclusión de cotización, y de PharmaMar. Ese mismo año se produjeron otros dos desembarcos en el índice: el de Acciona Energía y el de Sacyr, que reemplazaron a Almirall y Cie Automotive. La falta de salidas a la Bolsa española es una de las razones apuntadas por los analistas para la falta de rotación del índice, así como la exclusión de algunos valores que han protagonizado procesos de adquisición o consolidación, como Siemens Gamesa o MásMóvil. La única compañía que podría, según los analistas, haberle arrebatado la la plaza a Puig dentro del Ibex 35 era Applus, si bien su cotización y negociación han estado influidas recientemente por las opas sobre la empresa. Además, el consorcio de fondos integrado por I Squared y TDR prevé lanzar próximamente una opa de exclusión sobre la empresa.
La compañía de cosmética ocupará el puesto de Meliá en el índice, empresa que en lo que va de año ha negociado un total de 64,89 millones de acciones en la Bolsa, situándose en la parte baja en términos de volúmenes negociados según recuerdan desde Bankinter, donde añaden que además incumple el criterio de capitalización de forma reiterada. La hotelera, que avanza un 23,7% en lo que va de año, capitaliza 1.625 millones de euros, solo por delante de los 1.400 de Solaria, que pese al castigo que acumula cuenta con una negociación superior. Frente a ella, Puig tiene un valor bursátil de 14.400 millones y se convertirá en la decimoquinta empresa del Ibex por valor bursátil, por detrás de Repsol (16.750 millones de euros) pero por delante de ACS (10.880 millones) o Sabadell (10.040).
Meliá, por su parte, se despide del Ibex 35 tras ocho años. La compañía fundada por la familia Escarrer dio el salto al selectivo en agosto de 2016. Desde entonces su capitalización se ha reducido un 32%, si bien la hotelera ha logrado recuperar un 175% desde los mínimos registrados en 2020 por el impacto del Covid-19 en su actividad.
Puig debutó en el parqué el pasado 3 de mayo en la primera salida a Bolsa del mercado sénior en dos años y la mayor colocación en el mercado español desde la de Aena. Una operación con la que levantó 1.250 millones de euros en el mercado y logró una valoración de 14.000 millones en su estreno. Para su debut, la compañía fijó como precio de salida los 24,5 euros por acción y desde entonces sus acciones se han revalorizado un 3,5%. En la reunión ordinaria del CAT celebrada en junio el comité optó por no realizar cambios en la composición del índice. Entonces, Puig apenas llevaba un mes como como cotizada y decidió esperar al entender que aún no se daban las condiciones adecuadas. Desde su estreno en Bolsa Puig ha negociado 35,4 millones de acciones y ha cruzado operaciones por importe de 889,02 millones de euros.
El salto al Ibex de Puig coincide con el inicio de su cotización en Wall Street. El banco de inversión Citi ha lanzado esta misma semana un programa de certificados de depósito (American Depositary Receipts, ADR) en Wall Street. Una herramienta que, bien sea a instancias de la propia empresa o de un banco, facilita a los inversores estadounidenses invertir en empresas extranjeras. En este caso, el programa de 50 millones de American Depositary Shares (ADS), cada una de las cuales se corresponde con media acción de clase B de Puig, es decir, unos 25 millones de acciones de la compañía, está impulsado por Citi para dar respuesta al interés de los inversores. Puig no es la única empresa española que cotiza de esta forma en EE UU, empresas como Santander, Telefónica, BBVA o Grifols cuentan con programas similares.
El CAT ha decidido además excluir a Talgo del Ibex Medium Cap, puesto que será cubierto a partir del 22 de julio por Meliá. El comité ha anunciado, por otro lado, que su próxima reunión tendrá lugar el 12 de septiembre.
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