La medida de inflación preferida por la Fed baja al 2,6% y alienta las esperanzas de rebajas de tipos
El enfriamiento económico y del mercado laboral se traduce en menores presiones sobre los precios
La economía estadounidense parece estar en un punto de inflexión. Mientras la directora gente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, pedía a las autoridades aprovechar la bonanza para poner coto al déficit y la deuda, varios síntomas apuntan a un enfriamiento. El mercado laboral está creando menos empleo y el producto interior bruto ha frenado en seco su crecimiento, en parte por el agotamiento de la bolsa de ahorro extraordinario acumulado en la pandemia. Ese enfriamiento empieza a notarse también en los precios. La medida de inflación preferida por la Reserva Federal bajó al 2,6% en mayo y alienta las esperanzas de rebajas de tipos.
Aunque el índice de precios al consumo (IPC) es el indicador más utilizado, la Reserva Federal prefiere por su metodología el índice de precios del gasto personal (PCE), un deflactor del consumo privado. Con este último indicador, los precios retrocedieron mínimamente en mayo con respecto a abril (la tasa fue del 0,0%) hasta situarse en el 2,6%, según los datos difundidos este viernes por la Oficina de Análisis Económico (BEA), dependiente del Departamento de Comercio. Además, la tasa subyacente, que excluye a los alimentos y la energía, y de la que está aún más pendiente el banco central, tuvo una subida del 0,1% (sin redondear del 0,08%), rebajando el PCE subyacente interanual hasta el 2,6%.
La inflación subyacente no se encontraba tan baja desde comienzos de 2021, antes de que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, viera necesario emprender las subidas de tipos más agresivas en cuatro décadas para combatir también la inflación más alta en ese periodo. Los tipos están desde hace casi un año en la horquilla del 5,25%-5,5%, su máximo en 23 años.
La Reserva Federal presta especial atención a la inflación de los servicios, que tiende a enquistarse más. Según la BEA, este indicador aumentó un 0,2% en mayo, tras el 0,3% de abril y el 0,4% en marzo. Y si se excluye la vivienda y la energía, el incremento fue de solo el 0,1%, el mínimo desde al menos octubre del año pasado.
Son buenas noticias en la batalla contra la inflación de la Reserva Federal. Los miembros del banco central actualizaron sus proyecciones macroeconómicas este mes y la mediana de esas previsiones apunta a solo una rebaja de tipos de 0,25 puntos hasta fin de año, hasta el rango del 5%-5,25%, frente a las tres que se esperaban en marzo. Sin embargo, hay un buen número de participantes que aún apostaban por dos recortes.
Parte de los inversores y analistas siguen esperando una primera rebaja de tipos en septiembre. El dato de este viernes aumenta las esperanzas al respecto. Según los datos de la herramienta FedWatch de CME, las cotizaciones de mercado asignan una probabilidad implícita de más de dos tercios a la posibilidad de una rebaja de tipos en septiembre, en la última reunión del verano. Prácticamente nadie la respera en julio.
El próximo dato que atraerá de lleno la inflación del mercado es la creación de empleo del mes de junio. Las cifras se conocerán dentro de una semana.
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