Prosegur se desfonda tras la opa y cede un 11,6% en dos días, con la liquidez en el punto de mira
Los analistas siguen viendo potencial en la compañía y fijan como precio objetivo los 2,37 euros, por encima de los 1,83 que ofrecía Revoredo
El lunes finalizó la opa voluntaria sobre 15% capital de Prosegur lanzada por su presidenta, Helena Revoredo. La operación fue aceptada por el 13,23% de los accionistas. Aunque las firmas de análisis valoran positivamente el resultado de la oferta y consideran que los inversores no han puesto aún en precio el potencial de la compañía, en las dos últimas jornadas Prosegur cede un 11,6%, hasta los 1,61 euros por acción, inferior a los 1,83 euros que ofrecía Revoredo. En apenas dos sesiones, ha corregido parte de las ganancias acumuladas desde el pasado 13 de noviembre, jornada en la que se presentó la opa.
Los analistas de Bankinter señalan que el resultado ha sido el esperado y apuntan como posible razón que explique las recientes caídas a la baja liquidez. El departamento de análisis de la entidad destaca que tras la operación el capital que está disponible para negociar en Bolsa (free float) queda reducido al 18,1% y su capitalización se sitúa por debajo de 1.000 millones. Es decir, se reduce significativamente su liquidez. Desde Bankinter señalan que en el mejor de los casos el capital que cotiza libremente en Bolsa apenas llega a los 179 millones. La reducida liquidez que sobrevuela sobre Prosegur es una característica que comparte con el resto de pequeñas cotizadas y es clave para los accionistas minoritarios. Ante el temor de quedar atrapados en la compañía, los inversores aceleran la venta de títulos.
Como ya apuntaban desde el momento en el que se conoció la oferta, algunos ven la debilidad de la cotización como una oportunidad para que la familia fundadora y accionista de control aumenten su participación. Tras la operación. Gubel, el vehículo de inversión de la presidenta, pasará a tener el control total del 73% del capital, ligeramente por debajo del 75% al que aspiraba. Aunque en el folleto de opa se indicaba que no había intención de excluir al valor de cotización y que se comprometían a tomar las decisiones que fueran necesarias para evitar problemas de liquidez, desde Bankinter creen que este compromiso es insuficiente y no garantiza que eso no vaya a ocurrir.
Entre las posibilidades con las que cuenta la compañía para solucionar los problemas de liquidez está el promover una colocación de capital o establecer un contrato de liquidez con un operador bursátil. No obstante, después de que el 26% de las salidas a Bolsa de la última década hayan sido excluidas los inversores ponen en duda los pasos a seguir por los dueños de la empresa a largo plazo.
Además de los problemas de liquidez, el consenso apunta a la exposición a Latioamérica como un factor de riesgo. “Nuestra visión sobre la compañía sigue siendo cautelosa, ya que su principal potencial es también su principal riesgo: la alta exposición a Latinoamérica”, señalan desde Bankinter. En esta región del mundo, que supone el 47% del negocio de la empresa de seguridad, el efectivo continúa siendo el principal método de pago. Esto, unido a las presiones inflacionistas, favorece el movimiento de efectivo, el núcleo de actividad de la compañía. No obstante, no todo es tan positivo como se esperaría. Los expertos señalan que la ralentización económica y, especialmente, la evolución de algunas de estas divisas perjudica a la firma, algo que ya quedó patente en las cuentas del pasado ejercicio. En 2023 las ventas aumentaron un 42%, pero por el efecto divisa le penalizó un 39%.
Álvaro Arístegui, analista de Renta 4, señala que aunque la oferta solo estaba dirigida al 15% del capital (el 40% del free float), los accionistas que han querido vender sus títulos han podido hacerlo sin problema. El experto afirma que pudiendo haber vendido las acciones a los 1,83 euros que ofrecía Revoredo, no tiene sentido hacerlo a los 1,62 euros a los que cotiza hoy. El experto considera que el hecho de que la mayoría de los accionistas hayan decidido mantener sus acciones es una señal “incontestable” de la creencia que mantienen en el potencial de la compañía.
Pese al pobre desempeño que registra Prosegur en las últimas jornadas, los analistas que siguen a la firma continúan mostrándose optimistas. Algo que se refleja en las recomendaciones y el precio objetivo. El 54,5% de los expertos que siguen al valor aconsejan comprar, frente al 36,4% que recomienda mantener y el 9,1% que opta por la venta. El consenso de Bloomberg fija como precio objetivo los 2,37 euros por acción. Es decir, le otorga un potencial de revalorización del 47%.
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