El petróleo cierra el año con una caída del 10% y la preocupación del mercado puesta en la frágil demanda
La cotización del petróleo Brent se encamina a terminar el año por debajo de los 80 dólares
No hay dos sin tres, aunque existen excepciones. El precio del petróleo se encamina a terminar este año con una caída del 10%, lo que representa un fuerte cambio frente a 2022 y 2021, cuando el crudo trepó un 8% y un 52%, respectivamente. Las preocupaciones geopolíticas, los recortes en la producción por parte de la OPEP y la subida de tipos son las principales responsables de estas fluctuaciones salvajes en los precios.
Los futuros del crudo Brent caen este viernes poco más de un 1% en el último día de negociación del 2023, con el barril por debajo de los 78 dólares. Esto representa un nuevo descenso después de caer un 1,58% el jueves, motivado por la decisión de las grandes navieras de retomar la ruta del Mar Rojo tras los ataques sufridos. De esta manera, el barril de crudo se deja ocho dólares desde comienzo de año.
Sin embargo, la caída no es tan impactante cuando se compara con lo sucedido en 2020, cuando el crudo perdió un 21% y cerró el año poco por encima de los 50 dólares, auspiciado por la crisis sanitaria.
Expectativas para el próximo año
Los precios internacionales del petróleo se mantendrán cerca de los 80 dólares por barril en 2024, según una encuesta reciente de Reuters a los principales analistas del mercado. El promedio indica que el crudo Brent promediará los 82,56 dólares el próximo. Los expertos destacaron que el débil crecimiento global limitará fuertemente la demanda, mientras que las tensiones geopolíticas ofrecen cierto respaldo para evitar una mayor caída.
“Desde el lado de la demanda, no esperamos mucho impulso en los próximos meses”, comenta Thomas Wybierek, analista de la firmaNORD Landbk a Reuters. “Todavía hay muchas preguntas sobre el lado de la oferta. Hay muchas dudas sobre si la alianza OPEP+ será capaz de reducir la oferta”.
“El crecimiento del suministro de petróleo de Estados Unidos ha sorprendido positivamente en 2023, con un aumento estimado de un millón de barriles por día hasta alcanzar un récord de 12,9 millones de barriles por día”, destaca Warren Patterson, director de Materias Primas del banco holandés ING.
En particular, la bonanza norteamericana permite limitar las ambiciones de Arabía Saudí y Rusia, quienes han presionado por un recorte de la producción del cartel desde junio de este año. “A pesar de los recortes anunciados por la OPEP+ de 2,2 millones de barriles diarios durante el primer trimestre de 2024, los operadores continúan mostrando escepticismo sobre su potencial impacto”, apunta Sergio Ávila, analista de mercados de IG.
Arabia Saudí y Rusia acordaron reducir la producción del cartel en 2,2 millones de barriles al año durante el primer trimestre de 2024. Esto en particular afecta a Moscú, con un recorte de su producción de 500.000 unidades diarias. Sin embargo, el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, declaró esta semana que no espera que la decisión tenga un impacto directo en el precio, que también estima se mantendrá entre los 80 y los 85 dólares. “Nuestra tarea balancear
Esto no significa que no haya momentos de mayor tensión. “Un rango de precios estable no excluye posibles y bruscos repuntes y caídas de precios, especialmente dadas las actuales incertidumbres macroeconómicas y los elevados riesgos geopolítico”, apunta un informe del banco estadounidense Goldman Sachs. Es decir, fuertes repuntes como el de septiembre de 2023, cuando el barril trepó hasta los 98 dólares, pueden repetirse ante el nerviosismo del mercado.
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