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¿Por qué los mercados mantienen la calma (de momento) ante la escalada del conflicto entre Israel y Hamás?

El principal temor de los inversores es el contagio de la guerra a otros países como Irán y Siria

Guerra Israel Gaza
Residentes de la ciudad de Gaza tratan de huir ante el aumento de las operaciones militares por parte de Israel.HAITHAM IMAD (EFE)

Las Bolsas están en compás de espera diez días después de que se iniciara el conflicto entre Hamás e Israel. De momento, el impacto en el mercado ha sido reducido y el precio del petróleo ha sido el más afectado. El bombardeo sobre un hospital de Gaza ayer que provocó al menos 500 fallecidos eleva el temor de los inversores a que la guerra se amplíe a otros países, lo que sí podría hacer tambalear los mercados.

“Las Bolsas aguantan estoicamente, una vez más, el aumento del riesgo geopolítico y si no evolucionan más generosamente es porque están a la espera de evaluar los resultados corporativos del tercer trimestre y de comprobar que Irán y/o Siria no se involucran en el ataque a Israel”, explican los expertos de Bankinter.

El ataque de ayer al hospital Al Ahli, donde se refugiaban miles de ciudadanos, podría suponer un punto de inflexión. “Amenaza con escalar el conflicto y mina las esperanzas de que el presidente Biden pueda aplacar los ánimos en la región”, explican desde MacroYield.

Así, el temor a una escalada del conflicto en Oriente Medio, a interrupciones en el suministro de petróleo y a otra crisis petrolera acecha al mercado. Pero los expertos confían en que no haya efectos a largo plazo. “Creemos que tal escenario es altamente improbable. Como de costumbre, la conmoción y el rebote del precio del petróleo deberían ser temporales”, destacan en Julius Baer, donde dan una probabilidad del 30% a que el conflicto se intensifique hacia Líbano y Siria. En tal caso, “habría consecuencias políticas, como el endurecimiento de las sanciones a Irán o una mayor división entre Estados Unidos y Arabia Saudí”, insisten. Y opinan que, de momento, el foco está en el petróleo, “que es el eslabón que convertiría este conflicto militar regional en un desafío económico mundial”.

Igualmente, Bankinter otorga una probabilidad del 30% a un “peor desenlace” y si en las próximas dos semanas no se materializa, la probabilidad se moverá a la baja y el mercado ganará confianza. “Pero sobre estos temas nadie sabe realmente nada”, dicen. Los expertos de la entidad financiera creen que con lo que ha ocurrido hasta ahora, el mercado “ya sale ganando”, ya que el ataque a Israel vuelve más dovish (suaves) a los banqueros centrales, lo que reduce la probabilidad de que la Reserva Federal (Fed) de EE UU aplique otra subida de tipos. “Por tanto, las rentabilidades de los bonos caen y las valoraciones de las Bolsas se vuelven menos incómodas”.

Por su parte, Sergio Ávila, analista de IG, sostiene que los mercados de valores europeos se encuentran en un periodo de cautela pendientes, sobre todo, de los informes de resultados corporativos y de datos económicos clave para Europa como la evolución de la inflación. “Las cifras de inflación de septiembre serán fundamentales para determinar cómo los responsables de la política monetaria pueden responder en un entorno económico cambiante”, apunta. Sobre la tensiones geopolíticas en Oriente Medio, Ávila cree que las preocupaciones sobre un conflicto más amplio en la región han llevado a “un clima general de incertidumbre” y que las noticias que vayan llegando “pueden desencadenar movimientos en los precios de los activos y afectar la confianza de los inversores”.

El petróleo vuelve a registrar hoy subidas importantes con el cruce de acusaciones entre Israel y Hamás sobre la autoría del bombardeo al hospital de Gaza. Además, Irán amenaza con un embargo contra Israel por parte de los países musulmanes. El Brent, de referencia en Europa, sube más del 2% y ha llegado a superar los 92 dólares el barril.

“Aunque el conflicto entre Israel y Hamás está alimentando cierta inquietud sobre las perspectivas de la región, vemos a los países del Golfo esforzándose en última instancia por evitar una escalada regional y manteniendo el actual comportamiento de la producción de petróleo”, aseveran los analistas de Lombard Odier en un reciente informe.

Los operadores están alertas por si Israel lanza una ofensiva terrestre en Gaza, lo que podría desencadenar un conflicto de mayor envergadura que podría atraer a Irán, uno de los principales proveedores de crudo. La mayor parte del crudo israelí procede de países productores de África Occidental o el Mediterráneo, según datos recopilados por Bloomberg.

Por su parte, Chris Iggo, director de Inversiones de AXA IM, declara que “la reacción de los mercados a los acontecimientos de Oriente Medio ha sido moderada hasta ahora. Que siga siendo así dependerá de la evolución política o de si hay indicios de que el conflicto se está ampliando”. En su opinión, “desde un punto de vista económico, es menos probable que se produzca el mismo tipo de crisis del precio del petróleo que vimos en torno a las tensiones de Oriente Medio en los años setenta”, dado que la economía mundial es más sólida para hacer frente a una crisis de precios de este tipo. A su juicio, ante una posible escalada de la guerra, “lo más probable sería la fortaleza del dólar, la subida de los precios del oro y la bajada de los rendimientos de los bonos”.

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