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Bancos

Santander, Sabadell y Bankinter aceleran la compra de deuda pública con el fin de los tipos cero

En los últimos 12 meses la entidad que preside Ana Botín compra 20.570 millones de bonos soberanos de España. Con 79.970 millones en cartera, CaixaBank es la firma más expuesta

Gema Escribano
Tenencia de deuda soberana de la banca española
Carlos Cortinas Cano

El fin de los tipos cero ha devuelto el brillo a la renta fija. Después de años en los que las bajas rentabilidades hacían complicado obtener ganancias con la compra de bonos, en los últimos 12 meses los inversores han aprovechado el incremento de los cupones para aumentar su exposición a la renta fija. La deuda ha entrado en competencia directa con la Bolsa y esto explica en gran medida por qué en los últimos meses las subidas de la renta variable no se han visto acompañadas por un incremento de la contratación.

La compra de deuda ha sido generalizada, una tendencia de la que no escapan los bancos. Después de un 2022 en el que las entidades financieras engordaron su cartera de bonos al mayor ritmo desde 2011, en los seis primeros meses del presente ejercicio han prolongado la tendencia. A cierre de junio las entidades que desglosaban por nacionalidades las tenencias de bonos soberanos elevaron en 10.613 millones la tenencia de deuda pública de España. Los bonos patrios representan cerca del 52% (127.190 millones de euros) de la cartera de deuda de las entidades. A cierre de junio las tenencias de deuda de Santander, CaixaBank, Bankinter y Sabadell se situaba en 245.165 millones, un 6,76% más que en el mismo periodo del año anterior.

Por encima de todos sobresale Santander. De los 116.000 millones en deuda que la entidad dispone en cartera, el 22% (unos 25.520 millones) corresponden a bonos de España. Es decir, unos 20.570 millones más que en el primer semestre de 2022. Fuentes de mercado explican que en la presentación a analistas efectuada a comienzos de año la entidad avanzó su intención de seguir aumentando la exposición a deuda española para sacar partido de las mayores rentabilidades. Esta estrategia ha ayudado a la entidad a aumentar sus ingresos. En el primer semestre Santander logró unos ingresos vía operaciones financieras (ROF) de 1.302 millones, un 75,2% más que un año antes. En este apartado además de las operaciones de compraventa a corto plazo (trading) en Bolsa se incluye la gestión de la cartera de renta fija.

A cierta distancia de los bonos españoles se cuelan la deuda mexicana y la estadounidense que representan el 16% (unos 18.560 millones y 13% (15.080 millones del total), respectivamente. Aunque son pesos significativos, en los últimos 12 meses han experimentado un retroceso en relación al total. A cierre de junio del año pasado la exposición a los bonos mexicanos y estadounidenses era del 17% en ambos casos, es decir, unos 16.830 millones. El protagonismo que tenían estos activos en 2022 se debía en gran medida a la divergencia en las políticas monetarias. Mientras en la zona euro las tasas continuaban ancladas en el cero, en México el precio del dinero se situaba en el 7,75% mientras en EE UU alcanzaba el 1,75%-1,5%.

Con menor intensidad que Santander, Sabadell y Bankinter también han aprovechado el aumento de las rentabilidades para incrementar la tenencia de deuda pública española. La entidad que preside Josep Oliu ha engordado su cartera de bonos españoles en 500 millones, hasta los 16.700 millones, nivel que registró ya al cierre de 2022. Por su parte, el banco que encabeza Dolores Dancausa amasa 5.400 millones de deuda española, un 3,85% más que a cierre de junio de 2022 (5.200 millones), pero por debajo de los 6.200 millones registrados a cierre del pasado ejercicio.

La excepción a esta corriente de aumento de exposición respecto al primer semestre de 2022 corrió a cargo de CaixaBank. Aunque la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri es la que más bonos soberanos tiene en cartera, en los últimos 12 meses ha deshecho parte de su participación. Solo en deuda española se ha desprendido de 10.657 millones, hasta los 79.570 millones registrados a cierre del pasado 30 de junio. A cambio la entidad ha efectuado su incursión en la deuda de la Unión Europea con la compra de 5.750 millones en el primer semestre.

La deuda que han adquirido las entidades en los últimos 12 meses recoge las subidas de los tipos de interés y ayuda a compensar las compras efectuadas en el pasado y que a día de hoy cotizan por debajo del valor de compra. Después de la caída de Silicon Valley Bank (SVB), este escudo es aún más importante. La intervención de la entidad se produjo cuando se vio obligado a vender a pérdida la cartera de deuda para hacer frente a la salida de depósitos. SVB adquirió los bonos en la era de los tipos cero y carecía de activos con los que compensar los números rojos.

Particulares y extranjeros suben sus compras

Razones. A diferencia de los acontecido en los momentos más duros de la crisis de deuda, esta vez las entidades no soportan la presión de sacar adelante las emisiones del Tesoro. Como se ha podido comprobar en las colocaciones efectuadas este año el apetito de los inversores por la deuda española es generalizada, desde los particulares, que ven en las letras el mejor instrumento para batir a la inflación, hasta los inversores extranjeros, que con 509.309 millones son los principales tenedores de la deuda española. Según datos del Tesoro a cierre de mayo, último mes del que se disponen datos, los inversores foráneos disponían del 39,88% de la deuda en circulación. El aumento de las compra de las entidades ha ayudado a ocupar el hueco del BCE. Aunque los bancos no recogen el testigo por completo, sí que es cierto que su entrada en acción ha coincidio con el fin de las reinversiones. En julio el organismo que preside Christine Lagarde suspedió la reinversión de la deuda en balance que vaya venciendo en su programa de compra APP, el primer plan de compra de activos lanzado en 2015.
BBVA y Unicaja. A cierre de diciembre, última fecha en la que BBVA segrego por nacionalidades su exposición al riesgo soberano, la entidad que preside Carlos Torres tenían en cartera 53.437 millone de bonos públicos de España, unos 510 millones más que un año antes. Por su parte, Unicaja amasaba 16.057,2 millones, un 13,5% más que un año antes.


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Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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