El Tesoro paga menos por las letras a 12 meses por primera vez en el año gracias a la fuerte demanda
Las letras a seis meses dan el 3,66%, máximos de julio de 2012
Ni la incertidumbre política ni la novena subida consecutiva de los tipos de interés acometida por el BCE el pasado mes de julio fueron suficientes para que las letras a 12 meses superaran la barrera del 4%. En un entorno en el que los bancos continúan siendo reacios a remunerar el pasivo, los pequeños ahorradores depositan sus esperanzas en la deuda a corto plazo, el activo estrella de este año. Hace ya dos meses que las letras lograron batir la inflación y el reto ahora es que superen el 4%, algo para lo que habrá que esperar para próximos meses.
En la primera subasta de letras de agosto el Tesoro captó 4.838,79 millones con un resultado mixto. Es decir, mientras los rendimientos de la deuda a seis meses prolongan los ascensos, las letras a 12 registran unas rentabilidades algo inferiores.
El grueso de la colocación corrió a cargo de los títulos con vencimiento en septiembre de 2024. El organismo que dirige Carlos Cuerpo adjudicó 3.825,28 en esta referencia a 12 meses. A diferencia de lo que ha venido aconteciendo desde que el BCE puso fin a los tipos cero, esta vez el rendimiento de las letras a 12 meses no subió. El tipo de interés marginal fue del 3,682%. Es decir, siguen siendo superiores a lo que paga la banca por los depósitos, pero se sitúa 12 puntos básicos por debajo del 3,804% registrado en la puja de julio. La caída de la rentabilidad se debió al apetito de los inversores por el papel español. Como se pudo comprobar en las jornadas posteriores a las elecciones, las dificultades que existen para formar gobierno no pasan factura al interés de los inversores por los activos españoles ni ponen en duda la solvencia del país. La demanda para las letras a 12 meses superó los 6.630,95 millones, lo que equivale a una ratio de cobertura de 1,73 veces la oferta.
En deuda a seis meses el organismo que dirige Carlos Cuerpo vendió 1.003,52 millones. En este caso el tipo marginal repuntó ligeramente al 3,665%, frente al 3,629% registrado en julio. Se trata del interés más alto desde julio de 2012 cuando en el pleno apogeo de la crisis de deuda de la eurozona el expresidente del BCE, Mario Draghi, intentó calmar los nervios y aseguró que haría lo que fuera necesario para sostener el euro. Las órdenes de compra para esta referencia superaron los os 2.734,2 millones. Es decir, la ratio de cobertura fue de 2,72 euros la oferta.
Aunque las letras a 12 meses no lograron superar el 4%, el interés de los pequeños inversores continúa intacto e incluso se reforzó. Las órdenes no competitivas, por la que las peticiones no se hacen a un precio concreto y que son las que corresponden mayoritariamente a los particulares alcanzaron los 1.335,19 millones. Unos 438,01 millones concernieron a las letras a seis meses, el dato más alto en lo que va de año. Los 897,18 millones restantes pertenecen en la referencia a un año, el importe más elevado desde el pasado febrero. A comienzos de año el furor de los pequeños inversores por las letras se tradujo en largas colas en el Banco de España, una imagen más propia de la década de los 80. El comportamiento que registraron los inversores en la emisión de este martes viene a confirmar la tendencia de los últimos meses. Con las rentabilidades de las letras a 12, nueve, seis y tres meses cada vez más próximas, los particulares muestran una clara preferencia por los plazos más cortos.
Joaquín Robles, analista de XTB, destaca que los inversores particulares se adjudicaron el 43% de la emisión a seis meses, porcentaje que cae al 23% en los 12 meses. “La especulación sobre el final de las subidas de tipos y la baja rentabilidad que continúan ofreciendo las entidades bancarias han vuelto a disparar la demanda de un activo que en estos momentos cubre la inflación en España”, subraya. La media del rendimiento que ofrece la banca española se sitúa en el 1,64% muy por debajo del 2,46% que dan las entidades europeas.
La próxima vez que el Tesoro acuda al mercado será el 16 de agosto, día en el que probará suerte con las letras a tres y nueve meses. Como viene siendo lo habitual en agosto, mes de baja liquidez y en el que la actividad inversores se ve paralizada, el Tesoro no convocará la emisión de bonos y obligaciones que tenía prevista para el 17.
El Tesoro continúa ejecutando su programa de financiación para 2023. Para el conjunto del año contempla una emisión bruta de 256.930 millones de euros, un 8,2% más que en 2022. Por su parte, las emisiones netas se mantienen en los 70.000 millones. Como viene siendo lo habitual, en el primer semestre el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha efectuado emisiones brutas por valor de 148.400 millones.
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