La desaceleración de China provoca fuertes caídas en el sector del lujo
El Cac francés ha cedido un 1,12% por el elevado peso de valores de alta gama?, mientras el grupo suizo Richemont cae un 10,43%
Los resultados sobre la salud de la economía de China se convirtieron en un jarro de agua fría para los mercados internacionales, tanto de acciones como de materias primas. El producto interior bruto (PIB) del gigante asiático creció un 0,8% intertrimestral de abril a junio, según los datos divulgados este lunes por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), lo que supone una fuerte ralentización frente al primer cuarto del año cuando se alcanzó el 2,2% intertrimestral. Ante esta nueva señal de la desaceleración de China, el sector que más ha sufrido recortes es el de bienes de consumo, que ha recortado un 3,34%, arrastrado a la baja por el desplome del grupo Richemont, propietario de Cartier, que ha cedido un 10,43%, seguido por Dior (-4,72%). Firmas como Hermes y la italiana Brunello Cucinelli han retrocedido un 4,21% y un 4,17% respectivamente. En el sector de materias primas (-2,13%), las perdidas han sido más moderadas, lideradas por Glencore (-2,82%), y las compañías mineras Anglo American (-2,49%) y Anfagasta (2,47%).
En el mercado europeo, el Cac francés, el índice europeo con un elevado peso del sector del lujo, ha liderado este lunes las perdidas del Viejo Continente junto con la Bolsa suiza. Los valores con peor desempeño del selectivo parisino han sido Hermes y LVMH, que han cedido un 4,21% y un 3,73% respectivamente, seguidas por Kering (-1,95%). Por otro lado, la Bolsa suiza ha caído un 1,21% por el desplome Richemont.
Tras el abandono de la política covid cero de China, los mercados se esperaban una fuerte recuperación de su economía, que beneficiaría entre otros a los sectores turísticos y del lujo. Gestores de firmas internacionales coinciden en que la reapertura de los viajes de China con el resto del mundo volvería a empujar al alza las ventas de estos sectores, puesto que el viajero asiático suele gastar más que otros. Sin embargo, no ha sido así.
Louis Kuijs, economista jefe para Asia de S&P Global Ratings, explica que pese a que los viajes al extranjero están aumentando tras la apertura del gigante asiático, no lo están haciendo en la misma medida que lo esperado. “Se han producido retrasos debido a la limitada disponibilidad de vuelos y la lentitud en la aprobación de visados para los chinos por parte de los países extranjeros”.
Asimismo, los analistas coinciden en que el elevado nivel de ahorro acumulado por la población tampoco se está reflejando en el consumo. Un reciente informe de Citi destaca que el gasto con tarjeta de crédito en las cestas de artículos de cuero, prendas de vestir, joyas y relojes de lujo se deterioró en el segundo trimestre. En este sentido, consideran que la magnitud de la recuperación de la demanda interna y turística de China durante 2023 será clave para compensar los posibles vientos en contra.
La debilidad del gigante asiático se debe a varios factores. Además del exceso de ahorro acumulado, se suma la escasa confianza de los consumidores en la economía, la debilidad del mercado inmobiliario y la tensa situación geopolítica, especialmente con EE UU, que limita la posibilidad del país de aumentar su capacidad tecnológica, por los mayores controles de exportación de semiconductores y por un menor acceso a la cooperación científica con Occidente. Según los expertos, este factor obstaculiza aún más el crecimiento del país.
En este sentido, Yanet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, ha afirmado este lunes que las autoridades chinas no han dado respuesta a las prácticas comerciales desleales que llevaron al país norteamericano a imponer aranceles a sus exportaciones. “Teníamos preocupaciones subyacentes sobre la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología”, ha explicado en una entrevista con Bloomberg. Asimismo ha reconocido que muchos países dependen del fuerte crecimiento de China para promover el crecimiento de sus economías, especialmente los países de Asia, aunque su ralentización tendrá efectos secundarios negativos también para Estados Unidos.
Ante este escenario, los analistas recortaron ayer sus previsiones de crecimiento de China para este año. Citi y JPMorgan las rebajaron del 5,5% al 5%, mientras Morgan Stanley del 5,7% al 5%, en línea con el objetivo de las autoridades chinas.
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