Los bajistas dirigen el foco hacia los bancos domésticos
Los ‘hedge funds’ toman posiciones en Bankinter y CaixaBank tras la crisis de SVB y la menor expectativa de alzas de tipos
La volatilidad que impera en los mercados, el temor a que EE UU caiga en impago, las dudas que siguen sobrevolando a la banca regional estadounidense y la falta de visibilidad sobre los próximos movimientos de los bancos centrales se convierten en el caldo de cultivo perfecto para que los inversores bajistas intenten sacar partido de las caídas de la Bolsa. Los hedge funds miran de reojo el devenir de los acontecimientos y permanecen a la espera antes de afilar sus uñas.
No obstante, la moderación del tono por parte de los bancos centrales en las alzas de tipos y el tropiezo bursátil que han sufrido las entidades con el colapso de SVB ha sido aprovechado por los bajistas para tomar posiciones en el capital de los bancos. Aunque su presencia es limitada, los hedge funds empiezan a situar en el radar a los bancos, un sector que desde mediados del año pasado había sido olvidado por estos inversores ante las expectativas de que el alza de los tipos ayudará a reflotar los márgenes y reflotar la cotización del sector, como así fue.
Bankinter y CaixaBank, dos entidades eminentemente domésticas, son las entidades en las que vuelven a aflorar las posiciones cortas. Según los registros de la CNMV, a precios de mercado las posiciones bajistas en capital de las dos entidades están valoradas en 189,3 millones de euros. Suponen solo el 16,7% del total de posiciones cortas abiertas sobre las cotizadas del Ibex 35 (1.136,1 millones).
Bankinter, la quinta cotizada que más cae del Ibex 35 en lo que va de año (-12%), es el banco que más atrae a los bajistas. A comienzos de semana cerca del 1,5% del capital estaba en manos de los hedge funds, un porcentaje que el jueves al cierre se redujo al 1%, después de que Marshall Wace deshiciera su posición. A día de hoy solo el fondo de pensiones de Canadá y el hedge fund Point 72 Europe creen que la entidad podría seguir cayendo en Bolsa. Una idea que contrasta con la visión optimista que mantiene el consenso de Bloomberg, que le otorga un potencial del 33,6%. El 58,3% de las firmas que siguen al valor aconseja comprar, frente al 33,3% que recomienda mantener en cartera.
CaixaBank, una de las entidades que más repuntó cuando el BCE pisó el acelerador de las subidas de tipos, también mantiene un saldo negativo en el año al caer un 4,49%. Esto ha sido aprovechado por Marshall Wace para aflorar una posición corta sobre el valor del 0,53% del capital, que a precios de mercado está valorada en 139,2 millones de euros.
Sabadell, un nombre habitual entre las posiciones cortas, escapa esta vez a esta corriente. Con una subida del 9,47% en el año se suma a Santander y BBVA, otras dos entidades que hasta ahora son obviadas por los bajistas. Al menos no hay posiciones por más del 0,1% del capital, nivel a partir del cual la CNMV exige que se comuniquen.
La tendencia que se mantiene estable en los últimos 12 meses es el castigo que los inversores bajistas están realizando sobre firmas de crecimiento como Cellnex, utilities como Enagás, Redeia y Solaria, así como cotizadas de perfil defensivo como Grifols y Fuidra. Todos ellas tienen en común que son compañías altamente endeudadas que se ven perjudicadas por el aumento del coste de financiación. Aunque los bancos centrales han moderado el tono, con una inflación en el 7% en la zona euro es de esperar que el BCE siga subiendo las tasas, una idea que fue defendida ayer por el presidente del Bundesbank, en sintonía con lo apuntado por Christine Lagarde un día antes. En el discurso pronunciado por el 25 aniversario de la institución, la banquera subrayó que su objetivo pasa por devolver la inflación al 2%.
El 3,42% del capital de Enagás está en mano de los bajistas, un porcentaje que a precios de mercado está valorado en 156,2 millones de euros. Destacado es también el peso que los inversores a corto mantienen sobre el capital de Fluidra (4,39% equivalente a 135,7 millones) y Solaria (4% que a precios del mercado son cinco millones).
Las turísticas, que en las últimas semanas han sido los principales pilares que han ayudado a contener las caídas de las Bolsas, no quedan al margen de las posiciones cortas. Citadel es propietario del 0,58% del capital de Meliá. Además de la hotelera, un caso llamativo es del de Sacyr. Aunque en lo que va de año se anota un 12,7% en Bolsa y el 93% de las firmas que siguen al valor aconsejan comprar acciones de la compañía, el 4,18% de sus acciones está en manos de los bajistas, una posición que a precios de mercado equivale a unos 81,7 millones.
13 cotizadas afectadas por las posiciones cortas
Valores. En un entorno de elevada volatilidad, los inversores recurren a diferentes estrategias para minimizar su impacto e incluso sacar partido con las caídas. Una de las fórmulas que ganan adeptos son las posiciones cortas. Según los registros de la CNMV, en la actualidad los hedge funds afloran posiciones cortas en el capital de 13 firmas que a precios de mercado están valoradas en 1.136,1 millones, un 3,75% menos que los 1.180,4 millones apostados a la baja contra las cotizadas del selectivo en octubre.
Metodología. Abrir una posición corta es una operativa bursátil que consiste en apostar por la caída de un determinado valor. Las posiciones cortas suponen vender un activo con la idea de que el precio bajará para comprarlo después a un nivel inferior. Al abrir una posición corta los valores se toman prestados de un tercero, generalmente un bróker, para después venderlos. El préstamo ocurre automáticamente al abrir la posición. Desde febrero de 2022 la CNMV exige que los inversores comuniquen las posiciones cortas de al menos 0,1% del capital, frente al 0,2% anterior.
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