Elecciones turcas, piedra en el zapato poco dañina para BBVA
Los analistas destacan que el banco ha ido reduciendo riesgos en Garanti y que México y el exceso de capital son catalizadores en Bolsa
Turquía celebra este domingo unas elecciones presidenciales y parlamentarias que va a seguir muy atentamente BBVA. Por primera vez en las últimas dos décadas, Tayyip Erdogan no parte como favorito, y su salida del poder podría ser la ocasión para el regreso a una política económica y monetaria ortodoxa, después de años de inflación completamente desbocada, con permiso incluso del banco central. Los 20 años de gobierno de Erdogan han coincidido con la apuesta estratégica de BBVA por Turquía –redoblada en 2021 con una opa para controlar Garanti– y también con una hiperinflación que ha forzado al banco a importantes ajustes contables, mientras la lira se desplomaba a mínimos interminables. Turquía es también el mercado en el que se ha forjado como banquero el actual consejero del banco, Onur Genç.
La celebración de las elecciones de este domingo es por tanto un acontecimiento con notables implicaciones para el banco. Turquía, y la depreciación de la divisa, ha sido a menudo motivo para el castigo bursátil de la acción, pero los comicios del domingo llegan en un momento dulce para la cotización de la entidad. En esta ocasión, los analistas descartan un impacto significativo, aunque sí se espera mayor volatilidad en las próximas jornadas.
De entrada, los analistas coinciden en la actual fortaleza de BBVA –es el único banco del Ibex sin ninguna recomendación de venta, según el consenso de Bloomberg– y señalan que Turquía ocupa un lugar secundario, aunque no menor, en las fuentes de ingresos del grupo, cuyo impacto los gestores ya han ido neutralizando.
Citi reconoce que la aversión al riesgo de los inversores respecto a las elecciones en Turquía probablemente esté influyendo en la cotización de BBVA. El valor ha descendido en las dos últimas semanas casi el 6%, frente al 0,8% del selectivo bancario europeo. Sin embargo, la firma estadounidense se muestra optimista y considera que, a la vista del descuento con que cotiza la acción, el riesgo político de los comicios turcos está “más que descontado”. Citi, que acaba de reiterar su consejo de compra para BBVA, señala además que hay que poner a Turquía en perspectiva en cuanto a lo que supone para el conjunto del grupo financiero: un 17% de su valor contable y 40 puntos básicos en su capital CET1. Un impacto “marginal” en el beneficio por acción, según Citi.
La firma Jefferies, que también aconseja comprar BBVA, apunta que no es probable que la inquietud del mercado respecto a Turquía se rebaje en el corto plazo, “independientemente del resultado electoral”. Pero destaca que México, que aporta el 45% del margen bruto del grupo, será un valioso contrapeso. A favor de la acción juega que el banco ha mejorado su expectativa de margen de intereses de este año para México y España y que cuenta con un exceso de capital de 4.000 millones de euros, que dar argumentos para el anuncio hecho por Genç de repartir un dividendo extraordinario este año o el que viene.
El deterioro que sufre la economía turca, con una inflación del 43,7% en abril–pese a haber descendido desde niveles del 80% del pasado año– será en todo caso un desafío para el banco. Un vuelco en el gobierno sí podría ser cierto revulsivo. Kemal Kiliçdaroglu, el gran rival de Erdogan y favorito en los sondeos, ha prometido el regreso a la ortodoxia económica, lo que podría favorecer el regreso de la inversión extranjera a Turquía. Kiliçdaroglu, veterano líder del centroizquierda, ha logrado aglutinar a toda la oposición frente a Erdogan.
Lira en caída libre y sin freno
Volatilidad. El gran termómetro en el que medir la confianza de los inversores hacia Turquía es su divisa, que sufre una depreciación imparable en los últimos años. En 2022, se depreció el 28% frente al dólar y este año ahonda sus mínimos históricos con un retroceso adicional del 5%. El gobierno de Erdogan ha consentido su debilidad como fórmula para impulsar las exportaciones e incluso ha animado al banco central a ello. Pese a una inflación galopante, que superó el año pasado el 80%, el banco central de Turquía se ha permitido bajar los tipos de interés. Los recortó en 150 puntos básicos el pasado noviembre, con la inflación en el 85%. La lira cotiza en mínimos de 19,54 unidades por dólar y de 0,46 euros por lira. Su volatilidad se ha disparado esta semana al 64%, por encima de la de cualquier otra divisa.
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