Los sistemas de retribución de los 7.000 agentes financieros encienden las alarmas de la CNMV
Advierte de que carecen de formación para asesorar sin supervisión
El supervisor del mercado español ha emitido una alerta sobre los posibles conflictos de interés en los que pueden incurrir los agentes financieros por los sistemas de remuneración que utilizan las firmas financieras. Según advierte la CNMV, las entidades que prestan servicios de inversión a través de agentes pueden incurrir en algunos riesgos si carecen de los procedimientos de control adecuados. En España, a cierre de 2021 había un total de 7.365 profesionales de este tipo, según datos de la consultora especializada Intelect Search.
El organismo presidido por Sebastián Buenaventura considera que el actual sistema de remuneración de los agentes financieros, 100% variable, puede provocar posibles conflictos de interés si no se gestiona adecuadamente y los agentes no actúan de forma honesta, imparcial y profesional, en detrimento del interés de sus clientes. Así, insta a las entidades a incluir criterios cualitativos, ligados al cumplimiento de normas de conducta, y evitar que el pago esté basado exclusivamente en variables cuantitativas para dar un trato justo al cliente.
La CNMV aconseja además que los esquemas de remuneración que utilicen los bancos y empresas de servicios de inversión tengan un equilibrio entre la parte fija y la variable para proteger los intereses de los clientes y no solo los de la firma de servicios de inversión y que se rijan por principios de neutralidad, para no favorecer a unos productos frente a otros del mismo tipo, que no incluyan aceleradores y que vayan más allá del volumen obtenido. El supervisor apunta que el regulador de los mercados europeos (ESMA) no rechaza los esquemas de retribución 100% variables pero que pide que gestionen adecuadamente los conflictos de interés que puedan producirse.
De esta forma, el regulador recuerda que Mifid 2 incide ya en que los criterios para la retribución no sean solo cuantitativos comerciales y comenta que no es aceptable aquellas prácticas de remuneración basadas en porcentajes sobre el volumen de ventas diferentes por producto de un mismo tipo; aquellas basadas en fijar un mismo porcentaje sobre los ingresos generados por cada productos de un mismo tipo, dado que así se incentiva la comercialización de los productos con mayor margen para las entidades y no aquellos más adecuados para los clientes. Tampoco ve adecuadas las prácticas en las que se retribuye al agente por operar en otra divisa y aquellas iniciativas que tienen mínimos muy exigentes para cumplir los objetivos fijados en las campañas.
Más allá, la CNMV advierte sobre la relación creada entre los agentes y sus clientes y apunta que con frecuencia entra en el ámbito del asesoramiento. A este respecto, comenta que ha detectado que en algunos casos el agente no tiene la formación exigida para informar y asesorar sin supervisión o que el número de agentes que dependen de un único supervisor es demasiado alto. Añade que, en ocasiones, no hay fijados procedimientos de formación continua.
Sobre la labor de asesoramiento, la CNMV recuerda que un agente solo puede prestar servicios de asesoramiento ligados a la entidad con la que trabaja y no de forma autónoma. Todo ello lleva al supervisor a urgir a las entidades a que implementen procedimientos de control adecuados sobre su red de agentes y apunta que ha detectado que algunos no están inscritos en el registro correspondiente del Banco de España o que no prestan su servicio en régimen de exclusividad.
Papel del prescriptor
La CNMV añade entre sus advertencias que en algunos casos ha detectado que la figura del influencer/prescriptor, que colabora con la entidad y que por ello recibe una remuneración no está registrado como agente. De ahí que recuerde a las entidades de inversión que la venta y captación de clientes es una tarea reservada a las empresas autorizadas o a sus agentes, que pueden ser solo meros presentadores.
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