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First Republic, otra víctima del nerviosismo: cae más de un 61% en Bolsa y eleva las alarmas sobre los bancos regionales

La entidad se hunde después de que sus clientes se presentaran el fin de semana a retirar sus fondos

Leandro Hernández
Una oficina del First Republic Bank en la ciudad de Nueva York.
Una oficina del First Republic Bank en la ciudad de Nueva York.DAVID DEE DELGADO (REUTERS)

El miedo corre rápido entre algunos bancos pequeños estadounidenses. A pesar del plan oficial para proteger los depósitos del Silicon Valley Bank presentado este domingo, los clientes y analistas temen que el caso arrastre a otras entidades de menor tamaño. El pánico de los inversores provoca desplomes en Bolsa en varias de ellas. First Republic Bank, con sede en San Francisco, ha caído un 61% al cierre sesión en EE UU después de llegar a hundirse un 77% en la primera hora de la cotización. Los intentos de la compañía de tranquilizar a sus clientes este fin de semana con el mensaje de que “reforzaba y diversificaba su liquidez” con acceso a nuevos fondos de la Reserva Federal y del banco JP Morgan Chase parece no haber hecho efecto.

La entidad es una de las pocas que no se beneficia de la leve recuperación del sector después de las dos primeras horas de sesión. El índice Nasdaq KBW, compuesto de los principales bancos comerciales, se hundía un 13% al comienzo de la sesión y ha moderado su caída a partir del mediodía estadounidense hasta el 9%. Los títulos del Citi se dejan solo un 5% y los del Bank of America solo un 2%, mientras la recuperación de las entidades más pequeñas igual no limita las preocupaciones de Wall Street. El Zions Bancorp, establecido en el estado de Utah y el Comerica, con sede en Texas, perdieron más de un 50% al inicio de la jornada pero después del mediodía moderaron los números rojos por encima del 20%.

“La confianza está disminuyendo en el mercado, en especial en los bancos regionales”, detalla una nota de la firma de análisis LPL Financial. Cualquier similitud con el Silicon Valley Bank preocupa a los inversores, también atentos a que estas firmas no deben pasar los mismos controles regulatorios que los gigantes financieros estadounidenses.

First Republic se diferenció del resto de las entidades similares al anunciar el domingo que había pactado con el gigante financiero JP Morgan una línea de crédito por 70.000 millones de dólares (65.556 millones de euros, al cambio actual) para asegurar su liquidez y sus operaciones. Además, la institución podría recurrir al Bank Term Funding Program, el mecanismo anunciado el domingo por el Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (FED) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC).

Además, la entidad con sede en San Francisco cuenta con una ayuda adicional. El Sistema Federal de Préstamos Hipotecarios (FHLB, por sus siglas en inglés), un consorcio de 11 entidades estatales que proveen liquidez a más de 6.800 pequeñas instituciones, prevé recaudar unos 64.000 millones de dólares (5.962 millones de euros) en caso que sus asociados requieran asistencia.

El problema es que la liquidez no parece ser el principal problema. “La verdadera dificultad para el sector es que hay una crisis de confianza respecto a los depósitos y, cuando esto se disloca, las cosas pueden alterarse rápidamente”, ha subrayado Christopher McGratty, jefe de Investigación del banco de inversión KBW.

Wall Street confía en que First Republic mantiene un negocio menos concentrado que el SVB ya que no solo cortejaba a emprendimientos tecnológicos. Sin embargo, estas diferencias no impiden las nubes negras sobre su horizonte. “Lamentablemente, una de las primeras consecuencias de la quiebras del SVB es probablemente una fuga de depósitos no asegurados de bancos más pequeño y menos diversos”, apunta Chris Kotowski, analista de la firma Oppenheimer.

Llamado a la calma

A diferencia de SVB, First Republic Bank ha llamado a la calma y ha intentado mantenerse activo en plena voragine.

“Las posiciones de capital y liquidez de First Republic son muy sólidas, y su capital se mantiene muy por encima del umbral reglamentario para las entidades bancarias”, declararon los máximos ejecutivos de la firma este domingo en una nota de prensa. Al mismo tiempo, la compañía envió un correo a sus clientes un correo donde aseguraba que sus ahorros no corrían peligro.

En la comunicación oficial, la entidad resaltaba su modelo de negocio “simple y directo”, a la vez que recuerda que no es la primera vez que navega situaciones macroeconómicas complejas.

La rápida intervención de los reguladores de Estados Unidos se ha seguido con atención por parte de los inversores, pero también subyace un poso de inquietud. “Lo primero que se piensa es que se ha evitado la crisis”, señala a Reuters Rick Meckler, socio de Cherry Lane Investments. “Pero el segundo pensamiento es: ¿cómo de grande era esa crisis? ¿cuán grandes eran los riesgos?”.

“Si ves que tu banco pierde un 30% en la Bolsa, te parece un poco preocupante. Pero peor es cuando te aseguran que todo va bien”, recoge el periódico estadounidense Wall Street Journal por parte de varios clientes. Entre la lista de usuarios de la entidad se encuentran importantes directivos y fundadores de empresas tecnológicas, como Mark Zuckerberg, así como compañías del sector vitivinícola.

Aunque el fundador de Meta no se encontrará entre ellos, varias docenas de usuarios de la entidad regional asistieron a las sucursales del banco al sur de California durante el fin de semana para intentar retirar sus ahorros. Sin embargo, el regulador californiano había decidido el viernes por la tarde cerrar todas las oficinas del First Republic para evitar este tipo de peticiones por parte de sus clientes.

Los analistas destacan que las imágenes dificultan aún más la calma y la confianza en la firma. “El desplome de sus acciones es una muestra de psicología clásica, en la que los inversores empiezan a cuestionar las credenciales de cualquier prestamista que pueda estar remotamente en la misma categoría que Silicon Valley Bank”, señala el estratega de Bloomberg Ven Ram.

Solo dos meses atrás, el futuro parecía prometedor para el First Republic Bank. Un informe de Bloomberg Intelligence subrayaba entonces la consistencia del modelo de negocios, que se diferenciaba del resto de sus competidores por ofrecer una atención exclusiva a sus clientes y un servicio dedicado de manejo de inversiones. “La fortaleza continuada de los préstamos y la excelente calidad del crédito respaldan una (buena) valoración”, firmaban en enero los analistas Herman Chan y Sergio Ferreira.

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Sobre la firma

Leandro Hernández
Periodista económico. Interesado en entender más de criptoactivos, transformación digital y energía. Se incorporó a este periódico en 2022 después de haber trabajado en diferentes países de América Latina y en Estados Unidos. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina), y el Máster de Periodismo UAM-El País.

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