Ir al contenido
_
_
_
_
En colaboración conLa Ley
Abogados
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La abogacía joven ya no espera su turno: emprende

Cada vez son más los jóvenes abogados y abogadas que deciden comenzar su carrera profesional lanzando sus propios proyectos

Dos emprendedores trabajan en un entorno de 'coworking'.

Durante mucho tiempo, emprender en el sector legal parecía una opción residual. Una vía para quienes no encontraban encaje en estructuras tradicionales o para los pocos que se atrevían a abrir su propio despacho. Hoy, esa percepción ha cambiado. Cada vez son más los jóvenes abogados y abogadas que deciden comenzar su carrera profesional lanzando sus propios proyectos. Lo hacen con ideas propias, sí, pero sobre todo con la voluntad de ejercer el Derecho desde un enfoque distinto, más cercano a sus valores y a su forma de entender la profesión.

Desde el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) lo vemos con claridad: los menores de 35 años representan el 19 % del censo colegial, con más de 14.200 letrados registrados. De ellos, el 56 % está colegiado como ejerciente y un 62 % trabaja por cuenta ajena. Y entre ellos, un número cada vez más creciente apuesta por emprender, abrir camino por su cuenta o diseñar formas innovadoras de ejercer la abogacía.

Algunos montan sus propios despachos de cero; otros desarrollan iniciativas híbridas que combinan derecho y tecnología, impacto social o asesoramiento en nuevos nichos. Lo hacen con un enfoque propio, con herramientas digitales y con una visión del ejercicio profesional más flexible, más conectada con su generación y más orientada a aportar valor.

Ese cambio no es solo generacional, también es cultural. Muchos de estos profesionales han crecido en entornos donde el cambio es constante. Han integrado la tecnología en su día a día, han aprendido a moverse entre distintos modelos laborales y han hecho de la formación continua una rutina más que una excepción. Son juristas con vocación y, sobre todo, con iniciativa y con una forma de ejercer que no encaja del todo en estructuras demasiado rígidas y piramidales.

En el ICAM creemos que ese impulso hay que acompañarlo. Por eso el próximo 23 de mayo celebraremos EMPRENdayMIENTO, el primer festival jurídico de emprendimiento pensado para la abogacía joven. El festival no se plantea como una lección magistral ni como una guía de las cuestiones más importantes para tener éxito. Será, por el contrario, un punto de encuentro entre amantes del derecho y el emprendimiento, un lugar donde encontrar herramientas útiles, compartir experiencias reales y descubrir formas distintas de poner en marcha una carrera profesional. Todo ello de la mano de profesionales que han tenido éxito en sus proyectos, pero también que conocen la dificultad que ello conlleva y la importancia de haber fallado y haberlo seguido intentándolo.

Además de sesiones prácticas sobre aspectos concretos del emprendimiento, contaremos con talleres dinámicos, sesiones de mentoría, una pitch de ideas jurídicas innovadoras, mesas de networking temático y ponencias inspiradoras. Entre los participantes, habrá profesionales con trayectorias consolidadas, emprendedores legales, expertos en innovación y figuras institucionales de primer nivel. Y, como cierre, una conversación con el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena sobre el Derecho como un territorio que también se explora.

El objetivo no es otro que demostrar que sí se puede emprender en el sector legal. Que no hace falta esperar a tener veinte años de ejercicio, una red de contactos consolidada o una estructura cerrada para poner en marcha una idea. A veces basta con formación, orientación, referentes y, sobre todo, un entorno que legitime y acompañe.

El festival aspira a convertirse en una incubadora para proyectos con vocación transformadora. Porque emprender en Derecho no es solo abrir un despacho. Es también crear una nueva forma de prestar servicios, especializarse en un ámbito emergente, desarrollar una herramienta tecnológica o diseñar un proyecto con impacto social y, sobre todo y más importante, es perseguir el propósito de uno mismo. Para muchos abogados y abogadas jóvenes, todo eso ya no es una opción a futuro: es una decisión presente.

Desde el ICAM estamos trabajando para reforzar esa cultura de apoyo al emprendimiento. Tenemos iniciativas como el ciclo formativo Emprende con Causa, y ayudas específicas para nuevos ejercientes. Pero queremos ir más allá: generar espacios de encuentro, hacer visibles otras formas de ejercer, construir puentes entre la formación jurídica y el desarrollo de proyectos propios. Queremos acompañar a todos aquellos que tengan una idea para que lo intenten, fallen, se levanten y lo consigan.

La abogacía joven no quiere reproducir modelos heredados si no los siente suyos. Quiere ejercer, pero también innovar. Quiere crecer profesionalmente, pero sin renunciar a su identidad y sus valores. Y quiere sentirse parte de una comunidad que no solo la escucha, sino que la reconoce y la empuja a nuevos límites.

En un momento en el que el sector jurídico se transforma a gran velocidad, necesitamos una abogacía capaz de anticiparse, de adaptarse y de aportar soluciones nuevas. Y en eso, la abogacía joven tiene mucho que decir. Porque no se limita a ocupar un lugar: lo está construyendo.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

_
_