'Cinco lobitos' y la conciliación laboral
La película reflexiona sobre la necesidad de una mayor y mejor normativa que ayude a conciliar el trabajo con el cuidado de hijos y mayores
Cinco Lobitos es la primera película de la directora Alauda Ruiz de Azúa, y esta ópera prima se encuentra entre lo más interesante del cine español de este último año, siendo prueba de ello sus 11 nominaciones a los Premios Goya, cuya gala se celebrará este sábado.
La película narra la historia de Amaia, magníficamente interpretada por Laia Costa, una madre primeriza de 35 años, con un trabajo precario como traductora y que, ante el nacimiento de su hija y la imposibilidad de contar con la ayuda de su pareja (Mikel Bustamante), al tener este que viajar como consecuencia de su trabajo, tiene que buscar el apoyo de sus padres. Amaia se traslada a residir con ellos a un pequeño pueblo costero en el Pais Vasco, pasando en ese momento también a ocuparse no solo del cuidado de su bebé, sino también del de sus mayores, interpretados por Susi Sanchez y Ramón Barea.
La película disecciona las relaciones familiares de una forma sutil y cotidiana, explorando los cambios que los hijos experimentamos cuando nos convertimos en padres y las dificultades que supone el asumir responsabilidades sobre el cuidado de nuestros seres queridos.
El guión, la fotografía, el montaje y el elenco protagonista, con mención especial a las dos actrices, contribuyen a completar una película muy reflexiva e intimista en la que tanto hijos como padres pueden verse reflejados. La relaciones de dependencia entre los miembros de la familia y la forma en que la maternidad impacta tanto en las realidades laborales de cada uno de ellos como en la propia dinámica familiar están honestamente reflejadas en la película de una forma natural y sin histrionismos, lo cual hace más verosímil y cercana la historia que Cinco Lobitos nos narra.
La película reflexiona sobre la conciliación de una forma amplia, no solo manifestando la necesidad de una mayor y mejor normativa que ayude a conciliar el trabajo con el cuidado de hijos y mayores, sino que también incide en el papel femenino como eje de ese cuidado y como los roles, aunque estemos ante nuevas generaciones, están lejos de cambiar. La imposibilidad de conciliar trabajo y maternidad; las limitaciones de los trabajadores autónomos para conseguir la tan anhelada conciliación; el teletrabajo y sus limitaciones cuando hablamos de conciliar vida familiar y profesional; todo ello se trata desde una perspectiva realista, pero con afán crítico, intuyendo el objetivo de la directora y guionista de hacer reflexionar a nuestra sociedad sobre la importancia de nuestro papel como cuidadores de pequeños y mayores.
José Luis Luceño Oliva, profesor en Loyola Másteres