Rodrigo Cebrián (Edmond de Rothschild): “Los pilares para que se extienda el ciclo alcista están bien asentados”
El director de inversiones en España del banco suizo se muestra optimista respecto a las Bolsas
El apellido Rothschild lleva 250 años ligado a la banca privada, al asesoramiento a grandes patrimonios. Una de sus patas es el Grupo Edmond de Rothschild, con sede en Ginebra. La familia, que sigue muy vinculada a la gestión del banco y, de hecho, su consejera delegada es Ariane de Rothschild, viuda del banquero Benjamin de Rothschild, fallecido hace tres años. Tanto la familia como la empresa mantienen un importante vínculo con España, donde además de inversiones cuentan con una sucursal en el Paseo de la Castellana, en una de las zonas más caras de la capital. El máximo responsable de definir las políticas de inversión de los clientes españoles es Rodrigo Cebrián (Madrid, 1982) que lleva una década en este puesto y 17 años en el grupo.
Pregunta. Ha sido un verano agitado en las Bolsas. ¿Ha tenido que atender muchas llamadas estando de vacaciones?
Respuesta. Unas cuantas. También nos ha tocado llamar a unos cuantos clientes para explicarles lo que estaba ocurriendo, con la depreciación del yen japonés y la fuerte corrección de muchos mercados. Nuestra interpretación es que era una pequeña dislocación, dentro de una clara tendencia alcista. Y parece que teníamos razón.
P. ¿Los clientes se asustan con estas cosas?
R. Al ser en plenas vacaciones algunos ni se enteran, pero sí, quien más quien menos se preocupa. En esos momentos la figura del banquero privado es importante, para recordar cuál es la estrategia que habíamos definido con ellos, la planificación y la visión a largo plazo. A nuestro juicio, no estaba pasando nada que obligara a hacer cambios en las carteras.
P. ¿Después del verano no se va a tocar nada?
R. Siempre hay cambios. Por ejemplo, con las bajadas de tipos de interés iniciadas por el BCE y otros grandes bancos centrales estamos viendo que puede haber algunos sectores y temáticas que recojan el testigo de las tecnológicas y lo hagan bien, por lo que nos obliga a rebalancear las carteras.
P. ¿Cuáles?
R. Hemos visto recuperaciones interesantes en el sector de consumo básico, también en el de salud, que se habían quedado muy atrasados en cuanto a las valoraciones, y que han ido poco a poco mejorando sus resultados y su situación financiera. También los vehículos de inversión inmobiliaria, como los Reits [el equivalente internacional a las socimis españolas] pueden hacerlo bien, porque son muy sensibles a las bajadas de tipos. Igual que el sector de las materias primas. Además, consideramos que las compañías pequeñas y medianas también pueden recuperar parte del terreno perdido.
P. Pero, todo dependerá de la fortaleza de la economía de EE UU y de Europa...
R. Así es, pero realmente vemos que los principales macroeconómicos que pueden apuntalar el mantenimiento de un ciclo bursátil alcista están bien asentados. Hay unos datos de inflación que ya vuelven a estar en unos niveles razonables, entre el 2-3%; el crecimiento económico está sorprendiendo por su resistencia, con tasas que pueden acabar el año en el 2,5% en Estados Unidos. Además, los resultados empresariales siguen en fase de expansión, y el sector privado tiene menor endeudamiento que hace unos años.
P. ¿No les preocupa lo cara que están las compañías tecnológicas?
R. Es verdad que los llamados Siete Magníficos [Apple, Microsoft, Nvidia, Alphabet, Meta, Amazon y Tesla] se han revalorizado muchísimo en los últimos años, y que ya pesan cerca del 30% del índice S&P 500. Pero no vemos para nada que haya una burbuja en este sector, como la que hubo en 2000. Fundamentalmente, porque aquí las altas valoraciones se han sostenido por un nivel creciente de los resultados. Son compañías muy buenas y que ganan mucho dinero, y que pueden jugar un papel muy relevante con el desarrollo de la intelgencia artifical.
P. ¿Tampoco ven burbuja en esta temática?
R. Tampoco. Estamos ante el inicio de una gran transformación que va a hacer que mejore la productividad en muchas industrias y sectores de actividad. Es cierto que estamos al inicio de un ciclo y que aún no sabemos hasta dónde va a llegar. Es cierto que ahora se están haciendo inversiones millonarias que después tendrán que justificarse con una mejoría de la rentabilidad y los beneficios. Pero el movimiento es muy potente, con las grandes consultoras mundiales gastando miles de millones para situarse bien, igual que los bancos.
P. ¿Habrá ganadores y perdedores en cada sector?
R. Así es. Y alguno de nuestros fondos, como el Edmond de Rothschild Big Data, se está especializando en detectar qué empresas de cada industria van a sacar más partido de la inteligencia artificial y pueden situarse muy delante de sus competidores.
P. ¿Recomiendan a los clientes tener activos no cotizados, como fondos de capital riesgo?
R. Sí, nos parece que es lógico tener entre un 10% y un 30% de la cartera. No tanto porque te descorrelacionen con el mercado, sino porque permite acceder a sectores que no están disponibles en la Bolsa. Aquí, la familia Rothschild es la primera que detecta nuevas temáticas interesante, busca a gestores capaces de administrar estas inversiones y son los pimeros en poner capital para que arranquen. Esto alinea muy bien los intereses del banco, los propietarios y los clientes.
P. ¿Utilizan fondos indexados de bajo coste?
R. Cada vez más. Los fondos cotizados que replican la evolución de un mercado bursátil, o incluso de bonos, nos permiten acceder a ciertas geografías de una forma fácil y con unos costes muy competitivos. También nos valen para hacer algunas apuestas tácticas. En algunas carteras de clientes llegan a pesar más del 30%. Lo utilizamos especialmente para invertir en renta variable de Estados Unidos.
P. ¿Les preguntan sus clientes sobre la inversión en bitcoin y otras criptomonedas?
R. Sí, pero al menos por ahora no es un tipo de activo que estemos recomendando. Es verdad que con la aprobación de los primeros fondos cotizados, de BlackRock o Fidelity, que replican la evolución del bitcoin o el Ethereum, está entrando mucho dinero institucional. Hasta el Gobierno de Estados Unidos invierte en bitcoins. Pero nosotros por ahora no lo estamos recomendando. Sí que vemos el atractivo de la tecnología de cadenas de bloques para contratos inteligentes o para intermediación, por ejemplo la compraventa de fondos en Allfunds, que se puede agilizar mucho.
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