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Polarbox, la firma de un pueblecito de Huelva, pone color y estilo retro a la clásica nevera de playa

Con 40 años de historia, la compañía Polisur comenzó en Lepe como fabricante de poliespán para almacenar pescado

José Luis Fernández, creador de Polarbox.
José Luis Fernández, creador de Polarbox.Imagen cedida por la empresa
Daniel Alonso Viña

El éxito de las pequeñas neveras Polarbox es solo la guinda del pastel. José Luis Fernández, de 65 años, empezó a exportar pescado a Portugal con 20 años, con 21 ya lo enviaba a Italia en avión, y con 24 estuvo listo para pasar a la siguiente fase.

“Compraba muchísimos envases de poliespán para enviar el pescado”, cuenta por teléfono, así que abrió una fábrica, Polisur, en su pueblo, Lepe, en la costa de Huelva. Eso fue en 1984 y ahora fabrica 308 tipos de cajas de ese material para agricultura. Dispone de 134 modelos y 72 tipos de cestas de plástico para frutas y hortalizas. Emplea a más de 300 personas, crece un 10% anual y el año pasado superó los 50 millones de euros de facturación.

Y luego está la guinda del pastel, las minineveras retro Polarbox, que se desmarcan completamente del estilo que tiene el resto de artículos. La página web y los productos de Polisur son toscos, básicos, dirigidos a un cliente industrial que quizás necesita 1.000 envases de plástico para transportar su producción de fresas. En cambio, la web de Polarbox está llena de colores pastel y modelos bien bronceados que sujetan la nevera portátil como si fuera el complemento más increíble del mundo. Por dentro es de poliespán, pero apenas se ve, y las líneas curvas —”tiene muchos radios”, dice Fernández— que la definen le dan el estilo retro que las ha hecho tan famosas.

La nueva marca nació en 2021, después de la pandemia, porque estaba cansado de ver en todas partes la nevera portátil de base blanca y tapa azul que cada familia de España se compra para ir a la playa. “No había evolucionado nada”, asegura. Así que decidió hacer la suya propia y sacarla al mercado justo cuando lo vintage estaba de moda.

Empresas como Create, de origen valenciano, también han entrado en ese nicho de productos nuevos con aspecto antiguo. Fabrican pequeño electrodoméstico de estilo vintage caracterizado por la profusión de líneas curvas y los colores pastel.

Hasta septiembre de 2024 la empresa ha vendido 700.000 frigos portátiles

Las neveras Polarbox fueron un éxito instantáneo, pero a la creatividad de Fernández no le pillo desprevenido. “Sabíamos que iba a ser una bomba. Mantiene muy bien la temperatura, es muy eficiente, tiene un precio atractivo, es bonita y cómoda de llevar, y le ganaba por goleada al resto de productos que había en el mercado”, arguye.

“Además, no teníamos competencia porque en todas partes se seguía utilizando la nevera de toda la vida”, dice. El primer año vendieron 300.000 unidades. Este año, hasta septiembre, 700.000, y el negocio sigue creciendo. Fernández quiere abrir una planta nueva para seguir fabricando Polarbox y están preparando una nueva gama de productos que sigan la línea marcada por las neveras portátiles.

Desarrollo rural

Fernández ha tenido la oportunidad de irse de Lepe, el pueblo de 29.000 personas en la costa de Huelva en el que nació, pero siempre ha preferido quedarse en casa. “Emprender en un pueblo tiene muchísimas ventajas en comparación con la ciudad”, opina Fernández. Decisiones como la suya han contribuido al desarrollo de la economía del pueblo. La población ha aumentado en las últimas décadas gracias al avance de la industria, la agricultura (con el cultivo de fresa como exponente principal), la pesca y el turismo. Es el municipio más poblado después de la capital de provincia.

“Aquí tienes línea directa con el alcalde, con los técnicos, con el Ayuntamiento, llegas a cualquier sitio en cinco minutos, no tienes que perder tiempo. En las ciudades hay mucha congestión burocrática. Aquí las cosas van un poco más rápido”, afirma Fernández, que ha conseguido que su empresa se convierta en un referente para la región. A la hora de contratar personal para sus plantas de fabricación, las dificultades se pueden superar. “Hay mucha mano de obra. No está muy cualificada, pero es muy trabajadora, y se forma relativamente bien”, añade. Fernández dejó hace años la dirección de Polisur, de la que ahora se encargan empleados que antes estaban bajo su mando.

Bodegón con neveras portátiles embaladas.
Bodegón con neveras portátiles embaladas.CESARGILFOTO (Foto cedida por la empresa)

Polarbox ha triunfado en España y en Portugal, pero también han conseguido salir fuera de la Península y vender en un mercado europeo mucho más exigente. Han llegado a Holanda, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Noruega o Finlandia. También han llegado a Marruecos, Estados Unidos o Taiwán. Pero ellos se niegan a moverse de Lepe. “Es que la calidad de vida de Andalucía, y de Huelva en concreto, no la encuentras en muchos sitios”, destaca. Viene de una familia numerosa, grande. “Me gusta disfrutar de mi familia, de mis hijos, de la crianza, estar con ellos, divertirme y pasármelo bien. Y aquí estamos, en medio del campo, justo afuera de la fábrica hay plantas, flores y pájaros por todas partes. Eso vale mucho más que ver cemento en la ciudad”, concluye.

Cifras en crecimiento

Ingresos. En 2022, apenas dos años después del lanzamiento de la marca, la compañía Polisur vendió 450.000 neveras Polarbox por todo el mundo. En 2023 ya eran 500.000, un 11% más que el año anterior.  

Internacional. Aunque España es su mercado más relevante, solo supone en torno al 35% del negocio de Polarbox. El resto se exporta a países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos. 

Facturación. En total, en 2022, la empresa Polisur facturó 45 millones de euros; en 2023, 48 millones y este ejercicio espera superar los 50 millones. Polarbox tiene cada vez más peso en el conjunto del negocio. El año pasado, la división de neveras retro supuso el 14% de la facturación total de la empresa.

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