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La competencia desleal y la sequía dañan al sector algodonero

El bajo precio de las importaciones amenaza al cultivo europeo. Se prevé que la producción caiga este año un 60% respecto a 2022

Una plantación de algodón.
Una plantación de algodón.GettyImages

El algodón es la fibra textil natural más utilizada en el mundo. Los mayores productores a escala mundial son India, China y Estados Unidos, mientras que la Unión Europea representa aproximadamente el 1,2% de la producción global. España y Grecia son los principales productores dentro de la UE, siendo Andalucía la región donde se concentra el cultivo español. En 2019, Grecia y España formaron la Alianza Europea del Algodón (ECA) y lanzaron su propia marca, Eucotton, para distinguir el europeo como sello de calidad y sostenibilidad.

“Nuestro algodón se cultiva con semillas no modificadas genéticamente. Algo muy importante, pues más del 95% del producido en el mundo es transgénico. Buscamos que el consumidor e incluso la propia industria textil sea la que demande uno que reúna estas condiciones de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente”, señala Dimas Rizzo, vicepresidente de la Alianza Europea del Algodón (ECA).

El mayor reto al que se enfrenta el europeo es competir contra algunos países de fuera de la Unión Europea, que tienen menores exigencias laborales y medioambientales, lo que reduce significativamente su precio. El régimen “Todo menos armas”, que entró en vigor en 2019, permite a los países en vías de desarrollo acceder al mercado de la UE sin aranceles ni cuotas. Esto coloca a los agricultores europeos en una desventaja considerable, ya que no pueden competir con los bajos precios de los productos importados.

Buscamos que el consumidor y la industria textil comiencen a demandar las condiciones de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente
Dimas Rizzo, vicepresidente de la Alianza Europea del Algodón (ECA

“Hemos solicitado a la Comisión Europa que se pongan unas cláusulas de salvaguarda. Cuando el producto entra a un precio más bajo de lo que a nosotros nos cuesta producirlo, tiene que haber un tipo de arancel para que los agricultores puedan sobrevivir”, explican desde el servicio técnico de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja).

A esto se le añade que la nueva Política Agraria Común (PAC) supone una merma de fondos, dado que esta vez no se ha tenido en cuenta la inflación. Además, el Pacto Verde Europeo establece nuevos y ambiciosos requisitos medioambientales para los agricultores, como la reducción del uso de productos fitosanitarios en un 50% para 2030, pero que no van acompañados de un respaldo económico para que los agricultores puedan acometer esas nuevas medidas.

Asimismo, al igual que el conjunto de la agricultura, el sector del algodón también se ve afectado por las sequías que España lleva sufriendo varios años. “Lo que nos preocupa es que no cae una gota de agua. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir nos está dando 700 metros cúbicos de agua. Para una producción normal de algodón de 4.000 kilos lo ideal sería 5.000 metros cúbicos de agua por hectárea”, detalla Benito García, productor y técnico de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Sevilla.

“En los últimos tres años hemos bajado de una producción de 174.000 toneladas de algodón bruto a 126.000 toneladas en 2022 y esperamos este ejercicio una producción inferior a 50.000. Se necesita un plan de actuación por parte de las autoridades para que el esfuerzo del sector durante muchos años no se derrumbe por la sequía”, reclama Manuel Cano Pecci, presidente del Centro Algodonero Nacional (CAN).

Industria textil

Cadena digital. La Alianza Europea del Algodón (ECA) está impulsando la creación de etiquetas con códigos QR para que el cliente pueda escanear y visualizar un mapa de dónde se ha realizado cada parte de la cadena textil. Empresarios de la industria se muestran a favor de este tipo de iniciativas.

Transparencia. “Reforzar la trazabilidad y la transparencia en la cadena de valor del algodón contribuye a promover una industria más sostenible y ética”, opina Aarón Moncho Martí, director y fundador de la marca de ropa ecológica para hombre Loobo.
Cambio cultural. Vienen años en que las empresas valoren más toda esta información detrás del material”,  afirma Santi Mallorquí, director de Organic Cotton Colours.


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