Las pequeñas tiendas de ropa, las más vulnerables ante una eventual oleada de quiebras, según Scope Ratings
Dentro de un golpeado sector minorista europeo, el textil acumularía el 57% del total de quiebras
Los expertos anticipan turbulencias para los pequeños comercios de toda Europa, eso sí, no tanto para los españoles en concreto. Un escenario de elevada inflación, la ralentización del crecimiento económico y la progresiva retirada de las ayudas públicas que se aplicaron en el Viejo Continente para contener los daños del covid y de la crisis energética son los factores que están amenazando con iniciar ahora una oleada de quiebras en el sector minorista. Según detalla el Barómetro de Vulnerabilidad del Comercio Minorista elaborado por Scope Ratings y adelantado en exclusiva a CincoDías un día antes de su publicación, un tipo de negocio muy concreto es el que acumula más riesgos: las pequeñas tiendas del sector textil.
“La distribución es un sector particular, que no añade valor a los productos manufacturados, por lo que depende más de las ventas de gran volumen que de la rentabilidad para generar tesorería. Por lo tanto, los minoristas son particularmente vulnerables a los ciclos macroeconómicos y a los cambios en el comportamiento de compra de los clientes. Además, las barreras de entrada relativamente bajas y la dependencia del reconocimiento de la marca y la fidelidad del cliente para un crecimiento de ventas duradero hacen que el sector sea extremadamente competitivo en precios. Internet permite comparar precios al instante y ofrecer opciones de entrega cada vez más rápidas, lo que priva a muchos minoristas de la posibilidad de aumentar los precios de venta”, comienzan explicando los expertos de Scope Ratings a modo de enumeración de algunos de los principales desafíos que enfrenta esta actividad.
Pero aunque hay problemas generales, dada la variada composición que tiene el sector minorista, no a todos los negocios las dificultades les afectan por igual. Así, dentro de los distintos subsectores que conforman al sector minorista europeo, Scope Ratings estima que el pequeño textil representará cerca del 57% del total de quiebras. Al mal entorno general que afronta el conjunto de esta actividad, se le añaden una serie de factores idiosincráticos. “Debido al aspecto no estandarizado de la mayoría de los artículos de moda y confección, los minoristas corren el riesgo de no poder vender sus existencias a tiempo o en su totalidad, lo que puede dar lugar a existencias bloqueadas. Las tiendas suelen estar en calles principales o cerca de ellas, en estrecha competencia por la visibilidad y la afluencia de público y, a menudo, necesitan almacenes situados cerca o integrados para garantizar el suministro continuo de mercancías. Los costes de arrendamiento inmobiliario son, por tanto, relativamente elevados en comparación con otros subsectores del comercio minorista”, escriben en el informe.
En segunda posición en la lista de tipo de negocio con mayor riesgo están las tiendas de bricolaje y vendedores de electrodomésticos (13% del total). “Las empresas de esta categoría suelen tener ventas estacionales (por ejemplo, los centros de jardinería y los especialistas en bricolaje dependen del comercio estival), lo que genera un flujo de caja irregular. También son vulnerables a la competencia de los minoristas multiproducto de venta online, para los que la estacionalidad no es un problema, como la alemana Otto, Amazon y la francesa Cdiscount”, afirman.
Aunque las compañías que venden bienes de primera necesidad son menos vulnerables a las tensiones financieras, la pequeña venta minorista de alimentos ocupa también un lugar relativamente elevado en este particular ránking. “La inflación se ha acelerado, los costes de los préstamos han aumentado y las grandes empresas tradicionales han contraatacado con ofertas de productos competitivos propios. Por otra parte, la competencia de las cadenas de supermercados con grandes descuentos, que tienden a ganar cuota de mercado cuando sube el coste de la vida, como ha sucedido en los últimos 18 meses, no cesa”, sostienen.
No se prevén tantos problemas en España
En el caso de nuestro país, Scope Ratings no ve un excesivo riesgo de más quiebras en el sector minorista desde el punto de vista de la comparativa con otros países europeos. En esto influye que las quiebras ya repuntaron de forma muy notable en 2022.
Los analistas explican que el número de quiebras ha variado considerablemente entre los distintos países europeos entre 2017 y 2022, aunque, por otro lado, admiten que se pueden distinguir algunas tendencias generales. “Las empresas minoristas cerraron en números crecientes en muchos países entre 2017 y 2019. Después llegó la pandemia, que puso más presión sobre el sector. Sin embargo, las cifras disminuyeron bruscamente en 2021, con un aumento mínimo en 2022, si es que se produjo, ya que las empresas se beneficiaron de las amplias ayudas gubernamentales a los hogares y las empresas”.
Coincidiendo con el análisis, las quiebras en España disminuyeron en 2020. El Gobierno aprobó una moratoria concursal que duró dos años y que finalizó en su mayor parte el 30 de junio de 2022 (se decidió alargar la moratoria de contabilidad hasta 2024 para que las empresas tuvieran más tiempo de equilibrar su balance). En consecuencia, se registraron 9.606 quiebras el año pasado, un número que supera con creces las 3.942 de 2019.
Más allá de las quiebras en sí, los últimos datos de Acotex, la Asociación Nacional de Moda Retail, muestran que las ventas del mes de febrero se incrementaron un 5,8% respecto a 2022 quedando el acumulado anual en +7,8%. El porcentaje, positivo, fue no obstante menor a la evolución interanual del 9,9% de enero.
“El final de la campaña de las rebajas ha sido un poco mejor que las del año pasado. El incremento de las ventas del mes de febrero con respecto al de enero de este año ha sido considerablemente menor. Por un lado, como la campaña de otoño/invierno, en general, ha sido buena, las rebajas se han comportado con un ligero incremento de ventas. Al venderse el producto en temporada no se han realizado grandes descuentos y, por otro lado, quizás empezamos a ver como el cliente mira el bolsillo, menos renta disponible debido al IPC elevado, los costes de la energía siguen altos, la eliminación de la ayuda a la gasolina, el incremento del tipo de interés de las hipotecas, etc”, escribieron desde la patronal entonces.
Reino Unido es identificado como el país más vulnerable ante esta oleada de quiebras minoristas. “Reino Unido sigue siendo un caso atípico, con un número de insolvencias significativamente mayor que el resto de países europeos. El país se diferencia considerablemente por la penetración mucho mayor del comercio electrónico, que hace que los consumidores sean más sensibles a los precios y supone una dura competencia para las tiendas físicas. Esto conduce a una competencia de precios significativamente mayor entre los minoristas, ya que los clientes preferirán los precios más bajos a la fidelidad a la marca. El Brexit ha complicado aún más el panorama minorista, en parte al exacerbar la presión de los costes específicos (aranceles, coste de los controles fronterizos, debilidad de la libra esterlina frente al dólar y al euro). Dada la elevada inflación actual a la que se enfrentan los hogares británicos, el número de minoristas en situación de quiebra aumentará drásticamente en los próximos años si no continúan las medidas públicas de apoyo a las empresas con problemas”, detallan.
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