Adams Formación, tradición y vanguardia se juntan para transformar las clases
Empezó en 1957 editando libros para funcionarios en un pueblo de Soria. Ahora, la tercera generación de esta empresa familiar forma a más de 100.000 alumnos al año
“Esto no es una tapadera, lo prometo”, bromea Jesús Pérez Martín, director general de Adams Formación, mientras enseña las oficinas centrales. Hay dos razones para decir eso. La primera es que, para una empresa que forma a 120.000 alumnos al año, la entrada es, como mínimo, pequeña. Parece una academia de barrio. Se encuentra en el bajo de un edificio de vecinos, tiene un cartel con el logotipo (muy tradicional) de la firma y una verja de metal gris que contrasta con lo que aparece nada más cruzar.
Un vestíbulo diáfano de techos altísimos es el preludio de un espacio más grande, con un patio central alargado en torno al que se reparten dos plantas de salas y despachos. “Eran unos antiguos cines”, confiesa Pérez. La segunda razón es más sencilla: casi no hay nadie trabajando porque están en horario intensivo de verano.
Hace dos años, este ingeniero se puso al frente del centro, una compañía de formación con academias en nueve ciudades españolas, que arrancó en 1957 editando libros en Calatañazor (Soria). “Mi abuelo era una persona muy inquieta. Empezó a trabajar en diferentes sitios y se especializó en hacer pequeños libros, temarios prácticos o incluso formularios para vendérselos a los ayuntamientos. Los encadenaban en casa”, recuerda Pérez.
Pero la empresa fue creciendo y en 2023 facturó 32,4 millones de euros, con un ritmo de aumento del 11% anual. Pérez es la tercera generación de una familia dedicada a la compañía.
De hecho, no es el único de la familia que trabaja en la firma. María Jesús Pérez, de la segunda generación, fue directora general de Adams hasta hace dos años. Ahora es consejera delegada. Julia Pérez, de la tercera, es miembro del Consejo de Administración y directora de las academias en Cataluña, una de las regiones más potentes. Ana Zumalacárregui Pérez, también de tercera generación, es miembro del consejo y directora del área de estrategia de datos. “Es un perfil interesante, porque es matemática, ha recorrido el mundo y tiene mucho conocimiento de cómo estructurar y darle sentido a los datos”, apunta.
No se puede atribuir el mérito a ninguna de las generaciones, porque todo ha sido progresivo. El campus virtual, que les permitió sobrevivir a la pandemia, no es cosa de los más jóvenes. Se creó en 1999, cuando nadie más pensaba en recibir clases en línea.
El negocio fue creciendo y sumando ramas. Actualmente, ofrece cursos para la Administración, así como Formación Profesional para el Empleo (FPE) y planes a medida para empresas privadas. No obstante, la más importante es la preparación de oposiciones, donde es un referente nacional. Como botón, la formación online durante nueve meses para las plazas de administrativo cuesta unos 750 euros.
El 80% de estos alumnos optaron por el formato no presencial en 2023, sin que por eso se haya visto reducida su proporción de aprobados. “No ha afectado a los resultados”, asegura Pérez, que también ha estado trabajando con el profesorado (más de 700 profesionales) para enfrentar ese cambio de modalidad. “Tenemos grandes docentes. Y son el mayor activo de la empresa”, sentencia.
El rol de la inteligencia artificial en la educación
La inteligencia artificial generativa (AIG) como ChatGPT tienen el potencial de mejorar la educación con herramientas que sirvan a los alumnos para avanzar en su aprendizaje. Pero hay que saber lidiar con el poder que tienen. “Se está invirtiendo mucho en varias cosas, como tecnología de reconocimiento de voz, análisis de las emociones en las llamadas que se realizan a nuestro call center, y también estamos utilizando la inteligencia artificial para el análisis de datos”, cuenta Jesús Pérez, director general de la academia Adams Formación.
Pero atacar esa transformación de las formas de trabajar y educar puede ser disruptivo para el equipo que lleva décadas en la empresa con grandes resultados, así que Pérez prefiere hablar de un cambio lento y progresivo, que no deje a nadie atrás: “Es verdad que los nuevos tiempos exigen ir cambiando y digitalizando, pero al final somos una empresa que lleva 67 años en el sector, y la evolución ha sido constante”.
“Para transformar la tecnología, primero tienes que abrir nuevos horizontes, acoger nuevos pensamientos, y para eso estamos reclutando perfiles que no tienen que ver con la formación y la educación, además de buscar entre los de la casa”, explica. Ahora cuentan con un equipo de desarrollo y programación que alcanza las 14 personas, cada uno con su especialidad y temática.
Tienen a profesionales investigando cómo mejorar la fase de captación de clientes, de marketing, de comercialización, y otros para analizar la experiencia de usuario y mejorarla. “Un ejemplo: estamos estudiando modelos predictivos para saber, por las veces y el tiempo que se conecta un alumno a nuestro campus virtual, si va a aprobar o no, o si esto no tiene tanta importancia como otros factores”.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días